En Argentina (como hoy mismo en muchas sociedades del mundo, pero más agudamente aun), la catástrofe está a las puertas y, no la trae ni la "curva" ni el "pico" de la "pandemia", sino la clausura de la actividad comercial y productiva y del intercambio de bienes y servicios, con más: a) la internalización de hábitos de obediencia suicida y sicofántica entre los ciudadanos; y b) la neutralización de las instituciones que pueden preservar los auténticos derechos y las legítimas libertades.
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Motín en la cárcel de Devoto, los presos piden excarcelación con motivo de la pandemia; y el derecho de las víctimas??? (Fuente: Wikipedia) |
Cabe plantearlo así, como pregunta –en referencia al poder-, porque cuesta creer que, en el concreto escenario epidémico argentino, se esté empujando la sociedad al desastre sin segundas intenciones. Sea lo que fuere de esas intenciones, cada semana que pasa sin revertirse esta política demencial nos acerca más a un abismo.Ésta, pues, es la obligación de la hora: no dejarse engañar; y disentir, denunciar y resistir a la clausura de la vida social que impone el gobierno. Si ella continúa por algunos meses más, el día después nos encontrará con la sociedad diezmada, además de domesticada, y a merced de ideólogos corruptos.
Por Sergio Raul Castaño – Red Patriótica Argentina
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