domingo, 23 de octubre de 2016

Mensaje de la Mesa de Convergencia Republicana

Buenos Aires 7 de Octubre de 2016. Señor Presidente de la República Argentina Ingeniero Mauricio Macri. Señor Ministro de Justicia y Derechos Humanos Doctor Germán Garavano. Camaradas, amigos: Hace 10 meses asumieron las autoridades de un nuevo gobierno y tuvimos esperanzas de que una justicia sin presiones ni cargas ideológicas atendiera los abusos cometidos contra los militares, policías, miembros de las fuerzas de seguridad y civiles, acusados por supuestos delitos de lesa humanidad. Que se respetaran sus derechos humanos y procesales. Que cesaran las prisiones preventivas sin límites. Que se concediera la prisión domiciliaria a los mayores de 70 años y a los aquejados por graves enfermedades. Que terminara el ensañamiento con los jóvenes oficiales y suboficiales que carecían de poder de decisión en las fechas en que se los acusa. Que no se hiciera lugar al absurdo de juzgar a militares que combatieron durante gobiernos constitucionales y por orden de gobiernos constitucionales. Que se revisaran las indemnizaciones a parientes de terroristas que nunca desparecieron o que murieron atacando dependencias militares o que fueron asesinados por sus propios cómplices. Que cesaran los juicios discriminatorios e ilegales promovidos contra todos los que de algún modo se opusieron a la agresión de las bandas de terroristas subversivos de entonces. Que se buscara, en fin, cerrar heridas que se profundizan hasta que el concepto de venganza termina oscureciendo a la noción de justicia. Hoy contemplamos con frustración que nuestras esperanzas fueron vanas. La política de persecución sigue inalterable. Desde la asunción del nuevo gobierno hemos sumado ya 41 muertos, algunos de ellos cuando fueron llevados a juicio en condiciones infrahumanas ante tribunales que tuvieron que ser recusados por su evidente parcialidad. El Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, se ha permitido reiterar que el falso número de 30.000 desaparecidos es simbólico y emblemático. Ha pedido la revocatoria de una prisión domiciliaria a un detenido de 86 años, gravemente enfermo y se ha jactado de ser querellante en más de 200 causas en las que su Secretaría debería ser la custodia de los derechos humanos de los detenidos y no un organismo punitorio, entre otros muchos actos y expresiones demostrativos de una evidente parcialidad. La Secretaría de Derechos Humanos debería estar ocupada en defender los derechos humanos actuales de todos los argentinos, especialmente de aquellos que son privados todos los días de su salud o de su vida por obra del delito, de la pobreza, la violencia y la droga. Ello, en lugar de continuar invirtiendo recursos en escandalosos procesos por hechos ocurridos hace 40 años, mientras ejerce sus funciones rodeada de organizaciones ideologizadas que actúan como agentes de la discriminación y el odio, y que son financiadas por el esfuerzo de todo nuestro pueblo. Confiamos cuando el candidato Mauricio Macri dijo que iba a terminar con “el curro de los derechos humanos”. Lo apoyamos con nuestro voto. Nos dolería pensar que nos equivocamos. Reclamamos como valor mínimo la renuncia del actual Secretario de Derechos Humanos y su reemplazo por un jurista imparcial, que se preocupe por los derechos humanos de todos los argentinos y sectores, y que no sea uno más de los perseguidores cargados de odio y parcialidad. Un hombre que sea capaz de mostrar con transparencia lo que ha cedido y concedido su Secretaria en término de indemnizaciones y que deje de ser un apologista de las bandas subversivas que asolaron el país. Señor Presidente, señor Ministro de Justicia y Derechos Humanos, el “curro de los derechos humanos” sigue y ahora es vuestro gobierno el que lo lleva adelante. Es tiempo de cambiar de verdad. Si ustedes se equivocan a la hora de gobernar con justicia, nosotros no nos volveremos a equivocar a la hora de votar.

domingo, 2 de octubre de 2016

HASTA CUANDO!!!

UNA CARTA QUE REFUERZA LAS CADENAS DE LOS SECUESTRADOS QUE DICE DEFENDER "Camino de concordia", por Luz García Hamilton en "La Nación" seguida de una carta abierta mía a la autora. Vergüenza, rabia, impotencia, es lo que siento frente a la noticia de que, con diferencia de cinco horas, han muerto en Santiago del Estero dos imputados en la Megacausa III, causa suspendida el viernes último, debido a las múltiples denuncias y quejas de defensores que son de público conocimiento, ya que el tribunal estaba integrado por dos ex miembros del ERP y un juez que fue querellante en causas de la APDH. Antes del inicio del juicio y desde que comenzó, esto fue advertido por los medios de prensa de todo el país, a los cuales, parece, se hicieron oídos sordos y lecturas ciegas. El coronel Cayetano Fiorini, con 87 años, estaba ciego, con graves problemas renales y cardíacos y su informe médico era lapidario. Su abogado, Facundo Maggio, advirtió una y otra vez públicamente "que su defendido se moría, rogando sea separado del juicio". El ex juez federal Arturo Horacio Liendo Roca, de 80 años, estaba con muy serios problemas de corazón y en ambos casos los médicos dijeron que no soportarían las presiones de un juicio, ni siquiera asistiendo por videoconferencia. No hubo piedad ni derechos humanos para ellos. En el país del cambio, ésta sigue siendo una deuda pendiente y alguien tendrá que hacerse cargo de los ancianos que están muriendo presos (en los últimos diez días han fallecido diez presos políticos, según informa UP), y de las más de 2000 familias que hoy todavía tienen a sus padres, maridos, abuelos, privados de su libertad por haber defendido a la patria. Esto genera que miles de nietos no conozcan a sus abuelos y que mujeres valientes cumplan roles de papá, abuelos, etc. Y que se siga dividiendo a los argentinos. Al presidente Macri, al Poder Judicial, a la Iglesia, a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, a la prensa, a los ciudadanos todos, nos cabe la enorme responsabilidad de encontrar el camino de la concordia y la paz porque nuestros hijos y nietos así lo merecen. No podemos permitir más atropellos a la dignidad humana, como estos dos fallecimientos en Santiago del Estero, que nos deben llenar de vergüenza. El año de la Misericordia está por terminar... demos el gran paso. Argentinos, unámonos para hacer de ésta la gran nación que supo ser. Luz García Hamilton Cartas de los lectores. 30/9/2016 …………...... CARTA ABIERTA A LUZ GARCÍA HAMILTON (30/9/2016) Querida Luz: Te felicito por lo que dice tu carta de lectores de hoy en “La Nación”. La publico en “La botella al mar” para conocimiento de los lectores que no la hayan visto en el diario. Pero no te felicito porque lo que NO DICES. Y no ha sido por omisión involuntaria porque ya te he escrito sobre esa omisión reiterada, que es misteriosamente unánime por parte de todos los que defienden a los secuestrados políticos. Esa omisión se tornó patente por el silencio que todos Uds. guardaron cuando yo propuse en varios artículos de “La botella al mar”, empezando por los nros 1370/1373, de Enero y Febrero de este año, que Macri cumpliera su promesa de “acabar con el *curro* de los derechos humanos” decretando el indulto de todos los secuestrados políticos. No porque sean judiciables por algún delito, sino porque son víctimas de sentencias y resoluciones inicuas, en violación de la Constitución, los Tratados de los que el país es parte, elevados ahora a rango constitucional, de la ley penal y de las leyes procesales y los jueces prevaricadores que son culpables de esas atrocidades siguen en sus cargos, sin que Macri haya siquiera amagado removerlos. Macri tiene la facultad que le otorga el art. 99 inciso 5to. de la Constitución (versión 1994) de decretar ese indulto y ponerlos en libertad mediante una orden adicional en su carácter de Jefe Estado, y por tanto, con plena facultad para mandar abrir las cárceles sin demoras. Es la única manera de que esos desdichados sean liberados inmediatamente. Han pasado ocho meses desde que lo propuse en medio del silencio de casi todos Uds. (algunos en cambio me respondieron con insultos soeces) y Macri ha tenido la desvergüenza de no sólo no liberarlos sino además, de nombrar al marxista Avruj, de hacerse querellante en la Megacuasa II que tú mencionas y de apelar las resoluciones que conceden la prisión domiciliaria a unos pocos de los que tienen derecho, pero siguen presos y muriendo en la cárcel. Ya han muerto 380 y 40 desde que asumió Macri, por lo cual, y dada su evidente facultad de liberarlos por medio de un decreto de indulto que no dicta porque no quiere, esos cuarenta pueden ser considerados como homicidios por abandono de persona, cuya pena máxima es de 10 años. Además, fue a aplaudir, junto a Raúl Castro, la amnistía traidora otorgada por Santos a las FARC de Colombia, mientras él mantiene encerrados a quienes debió liberar hace rato, porque sabe que ese encierro es monstruosamente ilícito y prometió hacerlo en su campaña. Y no me vengan a decir que el indultar es una facultad libre del Presidente porque en este caso, es una OBLIGACIÓN, ya que de acuerdo al artículo 99, inciso 1 y 2 de la Constitución, Macri tiene que hacer cumplir la ley que ha sido violada gravísimamente mediante sentencias nulas de nulidad absoluta y el carcelero de los secuestrados políticos es ahora él en primer lugar. En los “considerandos” del decreto de indulto el debería enumerar las violaciones cometidas por los jueces, incluyendo la Corte Suprema, e invocar su deber de reparar la Justicia con lo cual el indulto quedaría más que justificado, moral, política y legalmente. Es casi seguro que la izquierda blasfemará con todas sus fuerzas contra ese acto de Justicia y tratará de alterar el orden. Pero para eso Macri es Presidente y tiene a su disposición la fuerza pública para mantener la paz. Además, no le será difícil averiguar y descubrir, que la mayoría de los argentinos, DEBIDAMENTE INFORMADOS, cosa que ahora no ocurre por culpa de la prensa, están de parte de esa liberación urgente y necesaria. Macri no puede invocar miedo a esa minoría asesina. Si lo hace, es un cobarde indigno de ejercer la presidencia y, de hecho, con los 40 homicidios por abandono de persona cometidos desde el 10/12/1015, ya están dadas las condiciones para su remoción por juicio político, “por delito en el ejercicio de sus funciones” (art. 53 de la CN). Te repito, querida Luz, que no entiendo el silencio hostil de todos Uds. a mi pedido de indulto. ¿No se dan cuenta que con eso refuerzan las cadenas de los secuestrados y le dan una silenciosa excusa a Macri para no cumplir con su deber? La invocación final de tu carta es un “flatus vocis”, al no proponer el indulto. ¿Cuál es la utilidad de dirigirse: “Al presidente Macri, al Poder Judicial, a la Iglesia, a las Fuerzas Armadas y de seguridad, a la prensa, a los ciudadanos todos”, si, excepto Macri mediante el indulto, los demás no tienen la facultad legal de liberar a los presos? Es distractivo y capcioso decir que a todos “nos cabe la enorme responsabilidad de encontrar el camino de la concordia y la paz porque nuestros hijos y nietos así lo merecen”. El Poder Judicial está en manos de los mismos prevaricadores que condenaron sin derecho y JAMÁS revocarán sus propias sentencias. Las FFAA podrían exigirlo pero está visto que sus Jefes, indignos sucesores de los héroes e la Patria, no lo han hecho ni lo harán. La Iglesia, en manos de una Jerarquía complaciente y evasiva, tampoco. Y el resto de los ciudadanos somos “convidados de piedra” en este festín infame. Y la concordia, ofrecida a los enemigos llenos de odio y en el poder, equivale a una entrega de las víctimas y de nosotros mismos a sus proyectos implacables de tiranía. Un pueblo que no sabe defender la libertad legítima, no merece ser considerado un pueblo, al menos en el sentido en que lo define Pio XII en su discurso de la Navidad de 1944. No tengo muchas esperanzas de que prestes atención a esta carta, porque no la prestaste a las anteriores sobre el mismo tema. Pero te la mando como carta abierta, por un imperativo de conciencia. Con todo respeto Cosme Beccar Varela