viernes, 24 de marzo de 2017

¿Día de la Memoria?

Curioso país éste en donde la memoria reemplaza a la historia. En dónde se enaltece a los que atacaron a la República y en ella a sus Instituciones. País en dónde se escucha a un erpiano, Eduardo Anguita, decir que la organización armada a la que pertenecía (ERP) se financiaba con secuestros extorsivos y asaltos a bancos, y todo esto ante el silencio e indiferencia de la sociedad y fiscales. Curioso país éste en dónde se obliga a mentir acerca del número de desaparecidos afirmando que 30.000 es “emblemático”. Todo esto cómo si fuera menos importante un número menor. País en donde se prohíbe llamar guerra al conflicto, aún cuando ellos (los guerrilleros) usaban uniforme y publicaban sus partes de guerra. “Guerra civil intermitente”, la llamaron los montoneros en oportunidad de firmar un “Acta de Pacificación Nacional”, 1989. Un país en donde la vara de los derechos humanos es selectiva, en dónde la Justicia es ideologizada y revanchista. Somos víctimas de las organizaciones armadas de la época, Montoneros, ERP y afines. Queremos expresar que: “ Nuestros muertos no cayeron en forma accidental y hoy son olvidados por la historia oficial, únicas víctimas ignoradas  de un conflicto que creíamos superado”. Al cumplirse un aniversario más de aquel 24 de marzo de 1.976, rendimos homenaje a todas las víctimas de la misma violencia sin distinción de banderas. Debemos mirar hacia adelante despojándonos de todo dolor e indignación, trabajando por la necesaria Concordia Política, sin que esto signifique olvidar lo que pasó. En este sentido, convocamos a pensar en un futuro que no repita los enfrentamientos entre compatriotas e invitamos a la clase dirigente a terminar con los odios. Por Silvia Ibarzabal, VicePresidente de la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Terrorismo en Argentina

24 de Marzo - un "golpe" pedido por el pueblo

Tal como viene sucediendo año tras año, es de esperar para este 24 de marzo (fecha convertida por el régimen anterior en insólito feriado turístico) un conglomerado de actos y encendidas alocuciones en repudio a las Fuerzas Armadas por haber tomado el poder del Estado en 1976. En esta velada, al igual que en las predecesoras, recolectores de votos y figurones de circunstancia omitirán recordar el apoyo irrestricto que todos los partidos políticos, personalidades múltiples y diferentes estamentos de la sociedad civil de todas las ideologías le dieron a la pacífica sublevación militar que destituyó a Isabelita y la impresentable corte de ladrones que la secundaba. Motivos para tal consenso no faltaban: antes del mentado 24, en los tres años de gobierno constitucional precedentes, el terrorismo peronista de la AAA había asesinado a medio millar de personas; el terrorismo marxista (“jóvenes idealistas” les llaman algunos medios) protagonizado por el ERP y Montoneros superaba los 7.000 atentados y los guerrilleros desaparecidos tras las órdenes presidenciales de “aniquilamiento del accionar subversivo” ya ascendían a 900. La semana previa al cambio de gobierno, diarios antagónicos entre sí como La Prensa y La Opinión informaban que, desde mayo de 1973, el terrorismo había causado 1.358 muertes. En ese período, no sólo no se dictó ninguna condena a un solo terrorista, sino que centenares de ellos fueron amnistiados durante el lamentable pasaje del vacilante Héctor Cámpora. Otro dato que tampoco será evocado esta semana, es que entre 1969 y 1979, las bandas terroristas fueron autoras de 21.665 atentados subversivos (hechos y cantidades ratificados en la sentencia dictada el 9/10/1985 por la Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional – Cap. 1. Cuestiones de hecho – Causa 13). Por entonces, ante la inminencia de un “golpe”, no sólo no hubo ni una sola voz en contra de la reacción cívico-militar en ciernes (a excepción de una solitaria solicitada del Ingeniero Alvaro Alsogaray), sino que la clase política promovía ansiosamente el reemplazo y cambio de gobierno a efectos de desembarazarse de una situación inmanejable. A modo sintético y ejemplificativo, el 21 de marzo el diario Clarín informaba: “Los legisladores que asistieron al Parlamento se dedicaron a retirar sus pertenencias y algunos solicitaron un adelanto de sus dietas”; el mismo día, el matutino La Razón completaba: “Hay tranquila resignación en el Congreso frente a los inevitables acontecimientos que se avecinan”. El oficialismo, capitaneado por Isabelita y el hechicero José López Rega (este último semanas atrás se había profugado al exterior), no sólo no brindaba respuesta eficaz a la guerra civil desatada por el terrorismo marxista, sino que potenciaba el caos con su manifiesta incompetencia gubernamental. De la oposición nada podía esperarse, puesto que el jefe de ésta, Ricardo Balbín (a la sazón presidente de la UCR), efectuó un público y desembozado lavado de manos el 22 de marzo, alegando: “Hay soluciones, pero yo no las tengo”. Días atrás (el 27 de febrero), el comité nacional de la UCR publicó la siguiente declaración destituyente: “El país vive una grave emergencia nacional… ante la evidente ineptitud del Poder Ejecutivo para gobernar… Toda la Nación percibe y presiente que se aproxima la definición de un proceso que por su hondura, vastedad e incomprensible dilación, alcanza su límite”. Incluso, hasta el mismísimo Partido Comunista, el 12 de marzo reiteró su propuesta de formación de “un gabinete cívico-militar”. El senador radical Eduardo Angeloz, con sutil imprecisión arengaba: “Alguien tiene que dar la orden…alguien tiene que decir basta de sangre en la República Argentina”. Como si la guerra civil y el desgobierno fueran insuficientes, los números económicos se desplomaban y la hiperinflación (según informe de FIEL) arrojaba una proyección anual del 17.000% para 1976. Durante los días previos al 24 de marzo, las declaraciones de personalidades y las notas de los diarios reflejaban el clima de terror y el desgarrador pedido de cambio de gobierno. La Opinión publicaba: “Un muerto cada cinco horas, una bomba cada tres” (19/03/76). El 23, nuevamente el diario socialista La Opinión titulaba: “Una Argentina inerme ante la matanza”, y agregaba: “Desde el comienzo de marzo hasta ayer, las bandas extremistas asesinaron a 56 personas”; esa fecha, La Razón redundaba: “Es inminente el final. Todo está dicho”. Pero la expresión más clara de lo que la clase política podía dar fue del diputado Molinari: “¿Qué podemos hacer? Yo no tengo ninguna clase de respuesta”. En efecto, la hipocresía de los que ahora cuentan la historia oficial a base de aforismos humanísticos ocultan que “la inmensa mayoría de los argentinos rogaba casi por favor que las Fuerzas Armadas tomaran el poder. Todos nosotros deseábamos que se terminara ese vergonzoso gobierno de mafiosos”, textuales palabras dirigidas a la revista alemana “Geo” en 1978 por el escritor Ernesto Sábato: el mismo tránsfuga que después presidió la Conadep y prologó el libro “Nunca Más” financiado por el inconcluso gobierno de Raúl Alfonsín. Pero el apoyo generalizado a los militares de los mismos sectores que hoy repudian a los “genocidas” no se limitó al 24 de marzo. Una vez constituidas las nuevas autoridades, estos no sólo respaldaron al flamante gobierno sino que se sumaron al mismo ejerciendo diferentes cargos en la función pública. Tanto es así que el 25 de marzo de 1979, el diario La Nación detallaba que de las 1.697 intendencias vigentes en la gestión del Presidente Jorge Rafael Videla, solo el 10% de ellas eran comandadas por miembros de las FF.AA.; el 90% restante, estaba conformado por civiles repartidos del siguiente modo: el 38% de los intendentes eran personalidades ajenas al ámbito castrense de reconocida trayectoria en sus respectivas comunas, y el 52% de los municipios era comandado por los partidos tradicionales en el siguiente orden: la UCR contaba con 310 intendentes en el país, secundada por el PJ (partido presuntamente “derrocado”) con 192 intendentes; en tercer lugar se encontraban los demoprogresistas con 109, el MID con 94, Fuerza Federalista Popular con 78, los democristianos con 16, el izquierdista Partido Intransigente con 4 y el socialismo gobernaba la ciudad de Mar del Plata. En otras áreas gubernamentales, el socialista Américo Ghioldi se constituía en embajador en Portugal; en Venezuela, el radical Héctor Hidalgo Solá haría lo propio, Rubén Blanco en el Vaticano y Tomás de Anchorena en Francia; el demoprogresista Rafael Martínez Raymonda en Italia, el desarrollista Oscar Camilión en Brasil y el demócrata mendocino Francisco Moyano en Colombia. Asimismo, el Partido Comunista emitió proclamas de apoyo al gobierno, tanto es así que ésta fue la primera gestión cívico-militar que no prohibió ni declaró ilegal al polémico partido. Pero nada de todo esto será mencionado en este 24 de marzo en los respectivos carnavales de la memoria que se tienen previstos. Por supuesto que lo que hoy más molesta a los vendedores de relatos no ha sido “el golpe” en sí, puesto que en la Argentina golpes hubo a borbotones y nadie se encarga de recordarlos: empezando por los golpes en los que participó el fundador del principal partido de la Argentina, Juan Perón, quien no sólo participó en la sublevación de 1930´ sino también en el de 1943´ y en este último gobierno militar Perón ejerció el cargo de VicePresidente de la Nación. En rigor de verdad, lo que molesta a los reescribidores de historietas es que los militares hayan impedido a la guerrilla liderada por Mario Firmenich (Montoneros) y Mario Roberto Santucho (ERP) tomar el poder del Estado e instaurar una dictadura comunista. Por supuesto que el gobierno militar del Proceso de Reorganización Nacional cometió errores y horrores en el marco de la guerra civil desatada por el terrorismo marxista, pero en absoluto estos fueron en la proporción ni en la dimensión que pretenden endilgarles sus indecorosos enemigos. Tanto es así que hasta el propio Firmenich en torno al fenómeno de los “desaparecidos” le confesó y reconoció el periodista Jesús Quinteros (en nota publicada en Página 12, el 17 de marzo de 1991) que durante la guerra antiterrorista, el margen de error o daños colaterales de los militares fueron mínimos: “Habrá alguno que otro desaparecido que no tenía nada que ver, pero la inmensa mayoría era militante y la inmensa mayoría eran montoneros (…) A mí me hubiera molestado muchísimo que mi muerte fuera utilizada en el sentido de que un pobrecito dirigente fue llevado a la muerte”. Como vemos, el saldo de aquella guerra fue demasiado triste como para que hoy sea usado por los empresarios de los derechos humanos como fetiche proselitista o negocio rentístico: 8000 muertos entre caídos y desaparecidos por un lado más 1500 asesinados por la guerrilla por el otro es el doloroso legado de aquel largo y violento conflicto interno. Se va otro 24 de marzo, el número 40´, y otra vez nos estamos perdiendo una renovada oportunidad de discutir y repensar en serio el pasado reciente, dejando atrás la ideologizada parcialidad de la memoria y abrevando en la historia, que es la única ciencia que nos puede facilitar armar de manera completa el rompecabezas setentistas y así arribar a una verdad integral lo más fiel y próxima cuanto sea posible, y con ello de superar los enconos del ayer, solucionar los problemas del presente y encarar un futuro con mejores perspectivas.

El silencio de los docentes decentes

La historia se repite hasta el cansancio. Cuando alguien cuestiona la labor de los educadores, un sinfín de personajes, en una actitud indisimulablemente corporativa, se sienten tocados y reaccionan desaforadamente desplegando una secuencia interminable de slogans. La educación, como cualquier otro asunto, merece ser revisado y analizado permanentemente, no es un ámbito inmaculado, ni tampoco sagrado, lo que no puede ser objetado con sentido crítico es imposible de mejorar. El sistema ha colapsado hace tiempo: es caro e ineficaz, adoctrina y no educa, ha quedado definitivamente atrapado dentro de sus propias estructuras, la burocracia, la necedad y la inoperancia vienen triunfando. Es evidente que algunos pretenden que nadie se anime a cambiar el status quo, paradójicamente, los que se enorgullecen de ser revolucionarios son los más conservadores, su idea es, justamente esa, que todo siga igual. Nada debe alterarse, salvo sus propios salarios, desde su perversa perspectiva solo es imprescindible aumentar sus sueldos, el resto de los asuntos son totalmente irrelevantes, para ellos, el porvenir de la educación depende exclusivamente del presupuesto previsto para sus remuneraciones. Es interesante, y al mismo tiempo triste, ver la escasa ecuanimidad de sus justificaciones, los que reclaman se definen a ellos mismos como héroes, gente comprometida, pilares del sistema educativo, custodios de los valores democráticos, luchadores incorruptibles y esforzados trabajadores y suenan arrogantes y son irrespetuosos cuando se elogian sin pudor alguno. Sería bueno que esa opinión tan positiva la sostengan otros individuos, habría que escuchar que opinan honestamente quienes supervisan su labor. También valdría conocer la visión de sus beneficiarios directos e indirectos; los alumnos y sus familias probablemente no coincidan linealmente con esa épica mirada tan piadosa que tienen ellos mismos sobre su faena. La sociedad disfruta de los buenos docentes pero también sufre las consecuencias de los irresponsables que no asumen su rol con integridad. Claro que siempre es peligroso caer en la generalización porque obviamente no todos son iguales, habrá que decir que los manifestantes no aceptan esa regla cuando son ellos los cuestionados, pero si usan esa lógica cuando se trata de juzgar a quienes declaran abiertamente como sus adversarios. Muchos de los que se erigen ahora como los defensores de la educación pública y del futuro de las próximas generaciones se opusieron a ser evaluados cuando se anunciaron relevamientos, sabían que los números desnudarían sus inocultables falencias y por ello ofrecieron resistencia. Las cifras de la educación hablan por sí mismas, todos han fracasado, nadie puede tirar la primera piedra: gobiernos nacionales y provinciales, políticos de un color y de otro, gremialistas de todos los tiempos y obviamente también los docentes deberían rendir cuentas frente al aberrante testimonio que ofrecen las evidencias empíricas de este presente. Los dirigentes sindicales no merecen demasiadas consideraciones adicionales porque solo hacen su juego, trabajan por un sueldo que financian todos los educadores a los que religiosamente les descuentan sus aportes sindicales. Cuando piden aumentos, solo tratan de incrementar las arcas de sus organizaciones, las propias y las de sus colaboradores más cercanos, esos que luego encabezan las marchas con tanto sospechoso entusiasmo y más allá del descarado sesgo político, ideológico y partidario de la inmensa mayoría de los gremialistas, sus intereses son demasiado evidentes y tanto sus declaraciones, como su accionar, quedan burdamente deslegitimados. La extorsión no es un método digno para reclamar nada, se debe poder argumentar planteando razones y hasta seduciendo con ideas superadoras, cuando el único recurso para conseguir algo consiste en el chantaje, significa que el autoritarismo le ha ganado a la sensatez y a la cordura pero nada de todo esto sorprende, es el más lamentable hábito nacional; un conjunto de vanidosos sindicalistas que especulan políticamente arengan a un grupo de coléricos aprovechándose de miles de incautos que se dejan manipular en función de sus circunstanciales necesidades económicas. Del otro lado del mostrador están los gobernantes que no tienen las agallas suficientes para liderar las reformas necesarias y que prefieren quedarse en la anécdota, observando como sucede todo sin operar con seriedad sobre la realidad de un modo decidido, en definitiva mas de los mismo!. Los energúmenos que se movilizan efusivamente, promoviendo ampulosas consignas y amedrentando a los que no piensan igual, no representan a los verdaderos docentes, a esos que tienen la pasión y vocación de enseñar. Lo que debe preocupar es la actitud pasiva de tantos otros docentes y los ciudadanos esperan con ansiedad que los que se esmeran ejerciendo su trabajo en el aula con tanto ahínco, los que jamás encuentran excusas para hacer lo correcto, se animen a defender su visión sin eufemismos. Es vital que los gobiernos tengan el valor de hacer lo apropiado y dejen de recitar frases hechas y vacías, nada de eso es conducente para modificar la realidad que precisa de acciones potentes y no del maquillaje insustancial que forma parte de su acostumbrado arsenal de rutina, pero también se necesita de la valentía de esos que todos los días honran con mayúsculas a los educadores y que son la última reserva moral de un sistema que languidece y que debe ser profundamente reformulado y los cambios precisan de coraje. Es clave abandonar la cómoda postura de siempre!. Los gobiernos deben hacer su parte, los ciudadanos tienen que involucrarse dejando de lado la corrección política, pero es indispensable también que quede atrás el indeseable silencio de los docentes decentes.

domingo, 5 de marzo de 2017

La política de defensa pierde ímpetu

El interrogante de por qué un país mediano debe tener Fuerzas Armadas en el siglo XXI podría responderse con la sola respuesta de que la tensión global que ha generado la irrupción de Donald Trump produce un aumento del riesgo estratégico global cuyas consecuencias son impredecibles, no sólo para las potencias globales y su entorno, sino para todos lo países, sean grandes, medianos o chicos. En la Argentina, la pregunta puede comenzar a responderse con la mirada cotidiana de lo ocurrido desde que empezó 2017: buques de la Armada detectan 250 barcos extranjeros pescando en el límite del mar argentino y ello subraya la importancia económica que tiene el Atlántico Sur, que algunos estudios caracterizan como la "Pampa Azul" del país por su potencialidad económica; tiene lugar el relevo periódico de los cuatro integrantes de la Armada que custodian la isla de los Estados en el extremo sur; la Canciller Susana Malcorra, desde el transporte de la Armada Bahía San Blas, lanza la campaña antártica 2017, la que se relanzará con los medios de las tres Fuerzas Armadas y que exigirá un esfuerzo excepcional para los aviones de Transporte de la Fuerza Aérea. Vale también tener en cuenta que tanto en los incendios en los campos que han tenido lugar en varias provincias argentinas, como en las inundaciones, ha tenido lugar participación de personal militar para atenuar los efectos de las catástrofes; más de 300 hombres del Ejército, se encuentran cruzando los Andes por los pasos que utilizó San Martín hace doscientos años, recreando los combates históricos y convergiendo con efectivos similares en la cuesta de Chacabuco, donde los presidentes de Chile y Argentina, conmemorarán el bicentenario de la decisiva batalla que inició la liberación de Chile; tras casi una década de estar fuera de servicio el buque polar Almirante Irizar a quedado listo para navegar, recuperando la Argentina su instrumento más relevante para la política antártica; en los próximos días Argentina conmemorará el 113 aniversario de su primera presencia soberana en la Antártida, que fue militar, establecida el 22 de febrero de 1904 en la segunda Presidencia de Julio A. Roca. No se trata de un momento excepcional sino un simple recuento de hechos de los cuales han sido protagonistas las Fuerzas Armadas en lo que va de 2017 y no son los únicos. En el mundo se suele explicar la necesidad del gasto militar con la inversión en seguros. ¿Son gasto o inversión? La realidad es que cuando una familia contrata un seguro de vida para el sostén de ella, para caso de incendio de la casa o para el automotor, está pagando para algo que posiblemente no va a suceder,- por lo menos en el corto plazo,- y que desde ya no quiere que suceda. Pero en caso que así sea y aunque se trate de algo improbable, tendrá como solventar los daños. Algo similar sucede con la inversión en Defensa: se realiza para compensar un daño que es un riesgo, aunque no se lo desea y posiblemente no sucederá. La administración Macri inició su gestión en el área militar con una política clara y contundente. Fue así como en los primeros siete meses de 2016 las señales fueron elocuentes: el 29 de mayo día del Ejército propuso como misiones de las Fuerzas Armadas ser instrumento de la política exterior (fuerzas de paz), proteger el medio ambiente y la lucha contra el terrorismo que amenaza la paz global. Un mes más tarde, en la comida de camaradería de las Fuerzas Armadas, agregó como misiones cooperar en la protección de las fronteras y la lucha contra el narcotráfico y participar en emergencias sociales. Simultáneamente, se dio a las Fuerzas Armadas un rol relevante en la conmemoración del Bicentenario de la Independencia con el desfile y el festival de bandas; se decidió iniciar un plan gradual de reequipamiento tras décadas de desatención del tema y se firmó un acta de actualización salarial que implica en tres años (2017, 2018 y 2019), una recuperación salarial del sector militar que estaba postergado y que implica equiparar los salarios con el de las Fuerzas de Seguridad Federales, "blanquear" los suplementos que se pagan sin aportes y en consecuencia una actualización para los retiros de personal retirado. El Presidente asistió a diversos actos militares, como el aniversario del Regimentó de Granaderos a Caballo, la recepción de la Fragata Libertad de regreso de su viaje de instrucción anual y estuvo presente en la partida del nuevo contingente para la fuerza de paz de Haití. En este marco, se recibió el pedido de la UN para participar en la Fuerza de Paz en la República Centro-Africana y el Ministerio de Defensa firmó un acuerdo con la Guardia Nacional del estado de Georgia de los EEUU para cooperar en diversos ámbitos y adquirir material. Pero entre fines de 2016 y comienzos de 2017, esta política perece haber perdido. El inicio del reequipamiento se fue demorando. En lo simbólico, el Presidente todavía no ha entregado los sables a los generales, almirantes y brigadieres recién ascendidos, como si lo hecho con sus análogos de las fuerzas de seguridad. El acuerdo de recuperación salarial que debía haberse cumplido y está firmado, ha tenido demoras. El decreto modificando la reglamentación de la ley de defensa, para permitir la ejecución de las nuevas misiones fijadas por el Presidente, se sigue dilatando. Podrá decirse que la prioridad del año electoral llevó a relegar la política de Defensa que comenzó con tanto ímpetu. También que al no ser un sector que realiza paros y protestas callejeras no tiene la capacidad de amenaza que tienen otros que si obtienen reclamos y concesiones. Puede argumentarse que si bien el voto militar en la segunda vuelta fue favorable a Macri, por quien optó el 84% de acuerdo casos "testigo" como las mesas de la Antártida, este voto no tiene opción pese a que la política de defensa ha perdido impulso. La política de Defensa debe retomar el impulso inicial. ¡No hacerlo es desaprovechar la oportunidad de que la Argentina resuelva una asignatura pendiente del período democrático: dar a las Fuerzas Armadas un rol operativo dentro del Estado y los medios para hacerlo!. Por Rosendo Fraga

Pintar la carta!!!

Al Sr Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y Presidente de la Nación Argentina por el Grl Heriberto Justo Auel - Febrero de 2017 "La memoria salva el alma de un pueblo de aquello o de aquellos que quieren dominarlo, o utilizarlo para sus propios intereses." Papa Francisco 1. Todo está…como era entonces. 2. Porqué llegó la hora de pintar la carta. 3. El “rompecabezas global” y el de los iberoamericanos. 4. El “rompecabezas” de los argentinos Desarrollo 1. Todo está…como era entonces. En los últimos años, con insistencia -y ya acumulamos más de tres décadas-, el IEEBA – Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires - ha venido advirtiendo que nuestra querida Patria Argentina no debía continuar con la absoluta situación de inseguridad nacional -inseguridad pública e inseguridad estratégica-, como consecuencia de la perversa y absurda legislación que la originó y continúa agravando, sin pausa, acumulando progresivamente una mayor cantidad de bajas y una mayor probabilidad de nuevos riesgos terroristas-revolucionarios. Hemos leído un artículo de fecha 17 Ene2017, que nos lleva a escribir el presente, su título:“Un Ministerio de Defensa ausente”, de Mariano González Lacroix, que cinco días antes había publicado un anticipo:“Ministerio de Defensa: entre el lobby y la pasividad”. El autor, editor de “Zona Militar”, es sin duda un obsesivo y entusiasta periodista dedicado a temas que hacen a la Seguridad Nacional, temas que son de la mayor preocupación de la ciudadanía pero, que a pesar de ello, no son prioridad del actual gobierno. González Lacroix hace una crónica cruda y objetiva de lo que observa. En el artículo del 12 Ene2017, concluye: “El horizonte actual para el sistema de defensa nacional no se aleja de la crisis heredada. En algunos aspectos el enfoque actual parecería profundizar la problemática que tiene este país con sus instituciones de defensa. Por lo pronto, el Ministerio de Defensa tambalea entre los lobby y su propia pasividad”. Y en el último, del día 17 Ene2017, insiste: “Hoy por hoy parecería que la política de defensa sigue siendo un tema tabú. El Ministerio encargado de esta área no tiene peso especifico al lado de otros ministerios y en función de esto, la posibilidad de un verdadero cambio evolutivo y positivo en el sector parece sumamente lejano”. González Lacroix, sin ser un académico de la Polemología, acierta, por aquello que “todos los caminos llevan a Roma”, una real Política de Defensa hoy no existe, porque las “leyes de inseguridad” vigentes lo impiden y ha sido reemplazada por la Política de Derechos Humanos desde 1988, transformando a ésta en una intocable vaca sagrada, cuya vestal actual es el Secretario Avruj, desde el Ministerio de Justicia. La Seguridad Nacional es un temido “tabú” para la clase política y además la expresión misma es “políticamente incorrecta”, jamás la pronuncian; por ello nuestro autor agrega: “Lejos quedaría que el sector militar y el civil aúnen esfuerzos en tratar una Ley de Financiamiento de las Fuerzas Armadas o incluso una reformulación de la Ley de Defensa Nacional, que se ate a las necesidades y desafíos que posee el sistema de defensa nacional de cara al futuro”. Es en éste párrafo donde el cronista deja de serlo, para ingresar -aunque tangencialmente- a lo esencial, al enorme desafío que tiene el nuevo Presidente para “superar el muro más alto” que ha heredado el 10 Dic2015. La inseguridad nacional argentina es responsabilidad directa de las leyes que la desorganizan y pervierten. Dejando de lado la exigencia constitucional de “idoneidad” para ocupar los Ministerios del ramo -lejos estamos de ello- la mayor parte de las personas que ocupan los más altos cargos en Seguridad y Defensa provienen de la sementera que elaboró la legislación vigente, que responde más a la ideología que anida en las trincheras que hoy los argentinos seguimos enfrentando, que a la que identifica públicamente a “Cambiemos”, son los riesgos de las coaliciones y sus “límites” internos, por cierto muy bien encubiertos, pero inocultables. La creación del Ministerio de Seguridad -Interior-, hijo dilecto de los exabruptos legislativos, fue una clarísima demostración de carencia de los mínimos conocimientos estratégicos contemporáneos de sus promotores, recordemos que la creación se origina en el enfrentamiento entre la ex-presidente con el entonces Jefe de Gobierno de la CABA, por los tres muertos en Villa Soldati, en esa oportunidad la mandataria nacional dijo: "Han querido hacernos aparecer como que como (sic) creemos en los derechos humanos no nos importa la seguridad, como (sic) si las dos cosas no estuvieran íntimamente ligadas. Cada vez que se ha violado un derecho humano se ha creado más inseguridad y más violencia. Derechos humanos y seguridad son los términos de la misma ecuación que nos permite vivir en democracia". El resultado de éste pensamiento es la inseguridad e indefensión que vivimos, aún hoy, pues la política de derechos humanos continúa, pero hay más; la ex-presidente confunde derechos humanos con política de derechos humanos, que es la que ella ha conducido como instrumento revolucionario discursivo y pantalla de sus latrocinios. El Ministerio fue creado a fines del año 2010, ya había transcurrido una década desde el comienzo de la nueva guerra mundial, que en el 2017 continúa y se agrava -el 08 Feb2017, Rusia movilizó a la totalidad de su Fuerza Aérea; los estrategas teóricos ya habían elaborado -después del 11S2001- las teorías de las guerras de cuarta y quinta generación y la característica central de ellas es la síntesis unitiva de la seguridad estratégica con la seguridad pública. En consecuencia la reorganización imprescindible del Estado Institucional -para atender y entender a los nuevos desafíos- no era seguir transitando caminos paralelos, sino incardinados. Se hizo todo lo contrario!. Ha llegado el momento de crear el Ministerio de Seguridad Nacional y, dependiendo de él, las Secretarías de Defensa y de Seguridad Pública. Es la fórmula para alcanzar una Gran Estrategia y no tomar -una a una- medidas operativas reactivas, sin plan, sin coherencia y siempre reactivas. Es el fin el que exige qué organizaciones y qué medios son necesarios y no a la inversa, como se continúa haciendo, guiados por la inercia de situaciones e ideologías totalmente superadas. 2. Porqué llegó la hora de pintar la carta? El 23 Ene2017, el programa televisivo “Desde el llano” recibió como invitado al Sub-Jefe de Gabinete, Lic Mario Quintana; sobre el final de su intervención dijo que el Gobierno Nacional persigue ocho objetivos “prioritarios”; logró describir los cuatro primeros, referidos a economía, a finanzas y a problemas sociales. La seguridad Nacional, debemos deducir, se encuentra entre los cuatro últimos, que quedaron en el tintero. Se confirmaría así lo expresado más arriba: la Seguridad Nacional no es prioridad para el actual gobierno, pero sigue siendo la principal preocupación de una gran mayoría de ciudadanos. Ello indica que lo dicho por el lúcido sub-jefe de gabinete al prologar sus palabras: “gobernamos escuchando lo que desea la gente”, reconoce una grave hipoacusia o bien el poder ejecutivo carece del nivel de poder para “superar el muro” heredado, como lo venimos repitiendo. Nos inclinamos por esto último, que González Lacroix expresa diciendo: “por ahora la República Argentina se tiene que acostumbrar a un Ministerio de Defensa ausente”. El pacto social entre el electorado y el Estado Nación, desde el momento mismo de su aparición en la Alta Edad Media y hasta hoy, establece que el ciudadano de a pie paga sus impuestos y el Estado Nación le asegura la Paz, es decir la Seguridad Nacional, como su primera e insoslayable obligación constitucional. Pretender desarrollar una economía estable sin seguridad es absolutamente inviable; si se busca “confianza” y “credibilidad” interna e internacional -como lo expresara reiteradamente Quintana- debe asegurarse la existencia de una eficiente Seguridad Nacional; nadie confía ni cree en quien no se defiende y la Argentina ha dejado de hacerlo, hace más de treinta años. Hemos dicho con anterioridad que “desde el 10 Dic2015 la Argentina es la vanguardia contra-revolucionaria en Iberoamérica” y ello nos pone en alto riesgo, pero también hemos afirmado reiteradamente que el Presidente carece de la fuerza política necesaria para terminar con “el curro” y restablecer una política de defensa actualizada. Si alguna duda quedara, allí están para demostrarlo la “rectificación” del feriado del 24 de marzo o las vergonzosas declaraciones del Secretario Avruj ante los dichos de Gómez Centurión. La “pseudo-revolución” está en retirada pero no está muerta y sigue infiltrada en las instituciones. Con Ene2017 llegó la hora de pintar la carta en la Sala de Situación del Comandante en Jefe FFAA argentinas, porque ya no es posible retener la crítica situación provocada por el desarme unilateral que se inició en 1984 y su consecuencia: la creciente inseguridad nacional. El 20 Ene2017 se inició el trazado de un nuevo mapa político-estratégico mundial y no solo porque asumió Trump, estamos frente a un nuevo escenario geopolítico global, altamente complejo y nuestra frágil Argentina padece una situación general sumamente riesgosa: intenta recuperarse del “tsunami K” sin planeamiento estratégico, desarmada, endeudada, en recesión y conducida por una coalición gobernante débil, frente a una “resistencia” regional e interna organizada y centralmente conducida por el Foro de San Pablo y el comunismo local, en sus diversas expresiones. En la declaración final de su último encuentro en Rosario, el 22 Ene2017, el comunismo ha expresado: “Hace un siglo la Revolución bolchevique empujaba a los trabajadores organizados como clase, a enfrentar al capital y luchar por el poder proletario, por una sociedad de seres libres e iguales, sin fronteras, sin estado, sin explotación del hombre por el hombre y sin miseria. Hoy, debido a la derrota (momentánea en términos históricos) y a la acción de las corrientes oportunistas, posibilistas, los llamados progresismos que lo único que hacen es asegurarle los privilegios a los explotadores del mundo, la clase trabajadora lucha por modelos “menos inhumanos” de explotación, muy a pesar de que la riqueza social alcanza y sobra para que los sueños revolucionarios sean posibles. Es cuestión de reemprender el camino”. Sin embargo, estos estalinistas dispuestos a “reemprender el camino” de la violencia armada deberían reconocer que esos “llamados progresistas” de diferentes pelajes, son sus socios-aliados en el Foro de San Pablo y han sido los que produjeron en los últimos años el mayor debilitamiento de las tradiciones republicanas, licuaron las instituciones del Estado y destrozaron la cultura occidental heredada, en la UE, en Iberoamérica y en particular en nuestra Patria desde 1984, allanando el camino que confirma el comunismo en el encuentro de Rosario. Carlos Escudé, que no puede ser considerado un guerrerista conservador de extrema derecha o fascista, ha publicado un documento de trabajo titulado “Un experimento pacifista: las políticas exteriores y de seguridad de Argentina, en el siglo XXI”. En su Resumen, dice: “Después de la crisis 2001-02 y a pesar de los fuertes gastos militares y compras de armamentos de sus vecinos Chile y Brasil, la Argentina acentuó una política de desarme unilateral que había comenzado en los ´90. El registro histórico sudamericano demuestra que la región es menos propensa a la guerra que Europa, Asia y África y los sucesivos gobiernos argentinos no han demostrado una preocupación especial frente a la creciente asimetría en capacidades militares. El escenario se aproxima a una situación experimental. ¿La historia falseará o consolidará la hipótesis de que un país sudamericano como Argentina pueda desatender su defensa frente a sus vecinos, sin arriesgar su integridad territorial? O puesto en los términos inversos, para el caso sudamericano, ¿la historia falseará o consolidará la hipótesis del realismo clásico, que supone que el equilibrio del poder militar no puede desatenderse, sin graves consecuencias para la seguridad del Estado? Y Escudé concluye diciendo:“Ésta es también -la política de desarme unilateral- una ruleta rusa en la que se juegan la integridad territorial, la vida y la muerte” -de los argentinos-. Nuestros intelectuales que revistan -como Escudé- en la “progresía liberal”, tienen en común con la numerosa “progresía neo-marxista”, omitir hipócritamente que hemos sufrido una guerra civil contrarrevolucionaria durante treinta años y que ésta aun está abierta como “estado de guerra”. El “documento de trabajo” solo señala como única y eventual guerra futura a la convencional, “frente a sus vecinos”. Escudé se conduce con “corrección política”. No considera a la situación que nos envuelve, sino que acepta y se subordina a la perversa legislación “de inseguridad” vigente, que así lo establece. Por ley, los legisladores sentenciaron que la Argentina solo tendrá guerras “exteriores”. En el “interior” no habría riesgos estratégicos. Como investigador y profesor en el área de las ciencias sociales, Escudé no puede ignorar que desde el final de la guerra fría -1989/1991- en adelante, el 99,5 % de las guerras que se produjeron en el mundo o las que están en pleno desarrollo, son internas y no convencionales. Son guerras civiles. La peor especie de las guerras, en el amplio espectro de la violencia socio-política universal. Tampoco puede ignorar el investigador-profesor de la UCEMA, que ésta negación ideologizada acerca de la existencia de la guerra civil contrarrevolucionaria, es la que nos ha llevado a la “situación experimental” que claramente describe, pero a la que pareciera no encontrarle origen, es decir, sus causales centrales. Desde nuestro humilde Instituto le proponemos al Dr. Escudé dejar de jugar a la “ruleta rusa”. El “realismo clásico” le permitiría resolver el interrogante planteado en su hipótesis de trabajo. Mantener esa confusión y continuar induciéndola en la opinión pública, colabora en la autodestrucción de nuestra sufrida Argentina. Llegó la hora de pintar la carta, con realismo y dejar de “experimentar” con la vida de los argentinos. 3. El “rompecabezas global” y el de los iberoamericanos. La impronta de la nueva carta de situación internacional ha sido llamada por Sergio Berenztein -como lo expresamos en el subtítulo- “rompecabezas global”, es una expresión muy gráfica, ajustada a lo que objetivamente sucede. El listado de los hechos internacionales que lo componen -los más importantes- puede sintetizarse así: -Los excesos del multiculturalismo. Trajeron como consecuencia el chauvinismo, el racismo, la xenofobia y un deterioro casi irreversible de las bases culturales del occidente-cristiano, -El Brexit, en desmedro de la UE, -Los atentados macro-terroristas del islamismo radical, -La crisis de los refugiados, con la consecuente crisis socio-política de la UE culturalmente debilitada y hoy afectada por el terror islamista. -La elección de Trump, como desafío inédito que impacta al planeta, ya sea en el campo de la seguridad cuanto en el del comercio internacional, -Xi Jinping, que consolida su liderazgo en China, -Japón, que somatiza el fracaso del acuerdo Trans-Pacífico, -Corea del Sur, que continua sin resolver su inestabilidad y Corea del Norte, que continúa siendo una amenaza nuclear. -Rusia -que regresó a sus aspiraciones imperiales- ocupó Crimea, intervino en Ucrania y en Siria provocando que la OTAN despliegue tropas en Polonia y en los Países Bálticos. Cabe agregar la intromisión de hackers rusos en las elecciones de EEUU. El “rompecabezas” de los iberoamericanos Como ya lo señaláramos, la pseudo-revolución del “socialismo siglo XXI”, continúa en retirada, provocada principalmente por su corrupción. -El proceso de Paz en Colombia podría transferir a las FARC la nueva sede territorial “revolucionaria”, en reemplazo de la Venezuela de Chávez-Maduro-, pues la guerrilla estalinista retiene el enorme poder que le otorga el nuevo Premio Nobel de la Paz, al concederle continuar operando como poderoso cartel de la cocaína. -La muerte de Fidel, el anunciado retiro de Raúl y la promesa de Trump de retrotraer la política de acercamiento -de Obama- a Cuba comunista, preanuncian la llegada de un liderazgo joven a La Habana, probablemente el Grl. Castro -hijo de Raúl-, para reconducir el proceso revolucionario, ahora inexorablemente relacionado con la “diáspora” del ISIS. -El Foro de San Pablo está imposibilitado -desde la caída de Dilma- para pasar a una pretendida contraofensiva revolucionaria. En su “XXII Encuentro” de Jun2016, en El Salvador, ha ordenado la “resistencia generalizada” en Iberoamérica, para luego “reemprender el camino”. -El presidente Morales, legalmente imposibilitado para presentarse como candidato en La Paz, ha prometido ingresar en desobediencia constitucional, siguiendo los pasos de Maduro. -PPK, recién llegado a la presidencia en Lima, está amenazado por el juicio político como consecuencia de las actividades de Odebrecht en Perú, cuando era Ministro del gobierno de Toledo. -Bachelet, en Chile, está cosechando los frutos de sus despropósitos en casi todos los frentes, asegurándole así a la oposición -Piñera (un eventual) casi asegurado- triunfo en las próximas elecciones. -Correa, en Ecuador, ha perdido las elecciones de medio tiempo y no tiene reelección. Propuso -sin éxito- una reforma constitucional para lograr la reelección indefinida, ante la alta probabilidad de un cambio. -Maduro, en Venezuela, ha abandonado a la Constitución “bolivariana”, militarizó el poder y provocó crisis sociales extremas. Los cubanos exhiben hoy su poder en Caracas, a la luz del día. 4. El “rompecabezas” de los argentinos La creciente situación de inseguridad que aflige a nuestros conciudadanos, ameritó a que el principal matutino de la CABA le haya dedicado recientemente varias editoriales que, como hemos dicho más arriba, es tema “tabú” para la gran mayoría de la dirigencia política, temen a la “incorrección política”, que tiene como fiscales a revolucionarios de cartón, caraduras y “chorras”. Cabe agregar que días después de una de ellas, el 04 Feb2017 Rosendo Fraga publicó “La política de Defensa de Macri pierde ímpetu”, en éste artículo se hace un inventario de “reivindicaciones” que el nuevo presidente otorgó a las FFAA, pues el gobierno anterior las había colocado en el fondo de las jerarquías institucionales pero, advierte que en el año 2017 esa tendencia se ha detenido. No llega a denunciar que el “relegamiento” que descubre es impulsado por un sector de la coalición gobernante -el social-demócrata-. Lo objetivamos en los oportunos “mensajes” por TV que sus representantes recordaron -con sus viejas consignas- y que la Dra. Villarruel respondió, apabullándolos. El gobierno Macri no tiene “política de defensa” como le llama Fraga -en el título de su artículo- a un mero programa administrativo para las FFAA. El título del editorial de La Nación; “Violencia mapuche en Chubut”, nos está diciendo que éste grave problema, de carácter estratégico, no fue enfocado desde esta perspectiva dentro del “rompecabezas argentino”, sino que el editorialista lo consideró, inductivamente, como un caso policial aislado, dejando de lado a su compleja circunstancia conflictiva continental. A continuación, con una visión estratégica, desarrollaremos brevemente el fenómeno socio-político novedoso y complejo que involucra al indigenismo radical revolucionario con el narco-terrorismo, señalaremos su categoría y nivel, describiéndolo integralmente, pues cumple con la caracterización propia de las guerras híbridas, en acto en el siglo XXI en diversos frentes internacionales, conformando redes. Vayamos del todo a las partes, enumerando a los acontecimientos recientes: -Hace pocas semanas, a mediados del mes de Dic2016 -en Berlín, Alemania-, se reunieron los dirigentes del PIE Partido de la Izquierda Europea, del FSP -Foro de San Pablo- y los cabecillas del islamismo radical. -Allí se establecieron las bases del “plan de acción revolucionario” posterior a la muerte de Fidel, la reorganización de las estructuras que exige la nueva situación en el Gran Medio Oriente y en Iberoamérica para dar continuidad al proceso de infiltración, descomposición cultural y dominación de la comunicación social, a través de los movimientos sociales, de los sindicatos y periodistas adictos, de centros de estudios y ONGs, para expandir las ideas del igualitarismo, atacar al libre comercio, a la propiedad privada y a la libertad individual. -Se acordaron los siguientes objetivos de corto plazo: ampliar” la expansión del narcotráfico, de la corrupción, de la ignorancia, del resentimiento y de la pobreza. -Con posterioridad a la reunión de Berlín, las FARC y el FSP iniciaron la reformulación de sus estrategias, contando ahora con el apoyo de fondos del islam radical. -Las FARC -luego de la firma del Tratado de Paz-, reimpulsaron su accionar violento en la Patagonia argentina y chilena, en acuerdo con la comunidad araucana -mapuche- bajo sigiloso control británico, con el objeto de provocar el terror de sus actuales ocupantes -incendios provocados, ataques a puesteros, destrucción de la infraestructura-, que obligue al abandono del territorio por parte de sus actuales propietarios y de los trabajadores de la misma etnia, allí afincados. Para ello emplean grupos ya instruidos -desde hace años- por las FARC, al igual que las formaciones de la Tupac-Amaru de Milagro Sala en las provincias del N. y el EPP -Ejército del Pueblo Paraguayo-, en la frontera Norte del Paraguay. Cuentan también con la colaboración de la ETA del País Vasco. -En el Sur patagónico andino los favorece una geografía similar a la colombiana y un nulo control argentino en numerosos pasos fronterizos de Chubut, Río Negro y Neuquén. Desde el Cuartel General narcoterrorista de Tumaco, en Colombia, se conduce la creación de “santuarios” bajo control “mapuche” que sirvan para establecer grandes depósitos de tránsito, “cocinas” o “cristalizaderos” de la cocaína colombiana. El narco dólar es imprescindible (actualmente) para el sostén revolucionario internacional, en crisis y en dispersión, a los efectos de obtener consenso social se utiliza el discurso socialista en la búsqueda del apoyo popular reivindicativo y de la construcción de poder en la “zona recuperada”. -Las FARC no están solas en éstas maniobras, cuentan con la alianza estratégica del ELN -Ejército de Liberación Nacional- colombiano, con el apoyo de “Los Rastrojos”, del “Clan Úsuga”, de grupos disidentes del ERPAC -Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia- y desprendimientos de carteles mejicanos. -Estas redes están en conexión con las zonas calientes de la droga en la Pcia de Buenos Aires, en Rosario y en el norte argentino. -Hay fuertes versiones acerca de un acuerdo oculto entre la guerrilla castrista y el presidente Santos -apodado el “sastre de las FARC”-. La oposición lo considera un discípulo de Fidel. -El ex-presidente Uribe ha dicho: “Las FARC han tenido dos triunfos que nunca habían esperado y que se los concedió Santos: uno es el reconocimiento de EEUU y de la UE, a pesar de que es el cartel narcoterrorista más grande del mundo. Ahora quieren imponer, a través de acuerdos, un camino marxista leninista…”. -También existe otra posibilidad: que Santos cuente con “una carta en la manga” para lograr el desarme y cortar la logística al cartel “revolucionario”. Si se diera esta alternativa, existiría un mayor impulso a la “dispersión controlada revolucionaria” sobre los espacios blandos patagónicos. -Hace unos días -el 21 Ene2017- el diario Clarín publicó un artículo titulado “Facundo Jones Huala, el mapuche violento que le declaró la guerra a la Argentina y a Chile”. En él se transcriben palabras del gobernador Das Neves: “¿Cómo puede ser que un tipo diga, después de ser liberado, ‘si quieren sangre va a haber sangre´. Hay que proteger a la gente, a los trabajadores. Ya pedimos que echen al juez que liberó a éste tipo, que es un guerrillero”. ¡Qué casualidad!, la abogada de Facundo Jones Huala es Elizabeth Gómez Alcorta, la misma que defiende a Milagrito Sala. -¿Quién es el juez federal de Esquel al que se le pidió juicio político? Se trata del Dr. Guillermo Otranto, que no solo dictó la falta de mérito al “guerrillero” por los delitos cometidos en la Argentina, sino que declaró nulo el pedido de extradición de Chile, que lo acusa de terrorismo, tenencia de arma de fuego, incendio de propiedades ocupadas por sus habitantes y violación de la ley de extranjería. Si “al bicho se lo conoce por la pisada”¿qué duda hay de que Otranto es uno más de nuestros jueces federales abolicionistas del derecho penal y protectores del terrorismo revolucionario?. -¿Quién es Facundo Jones Huala? Argentino, nacido en Bariloche, de padre inglés y madre mapuche: el mestizaje perfecto para la misión a cumplir. Tiene 31 años. Formado en el “indigenismo del despojo”, se auto referencia como “guerrero”, enemigo de los “blancos capitalistas”. -El colectivo mapuche de la región rechaza sus métodos violentos y anárquicos. Ha organizado la Resistencia Ancestral Mapuche -RAM-, para fundar la nación mapuche en ambas Patagonias y ataca blancos aislados en la meseta o en las rutas que controla. Ha cortado el funcionamiento del FC conocido como “La Trochita” durante semanas, ante la pasividad de la justicia, con sede política central en Bristol -RU- y bajo control operativo de Tumaco, “el guerrillero” incursiona permanentemente sobre las propiedades de Benetton y Lewis. -Hace unas semanas fue encontrado un bulto con explosivos muy cerca de una represa. Oscar Parrilli -el “b…” de Cristina- oriundo de San Martín de los Andes, ha proporcionado apoyo político y financiero al indigenismo de la “resistencia” a través del Instituto de Asuntos Indígenas y de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. -Han logrado levantar un mástil -igual al de la bandera argentina- en la plaza principal de San Martín de los Andes, para enarbolar la bandera mapuche y la legislatura neuquina les otorgó, en la provincia, un espacio de soberanía tribal exclusiva. -Un complemento sorprendente a estas actividades revolucionarias en la Patagonia, ha sido el Acuerdo sobre la Antártida firmado por el RU con su histórico aliado estratégico Chile, el 17 Ene2017, sin la participación argentina, aunque los sectores pretendidos en el Continente Blanco se superpongan. No olvidemos la actitud chilena en la guerra de 1982, el origen en Oxford del borrador del Decreto 158/83 y su instrumentación a través de la maniobra judicial (estalinista-social-demócrata-británica), que ha tenido como pivote a Horacio Verbitsky. Es la colusión operativa de quienes fueron enemigos de la Nación Argentina en las guerras que peleamos en el siglo XX 15) y que han logrado en las posguerras el desarme argentino, espiritual y físico. Tardamos quince años para darnos cuenta que sufríamos una “invasión cubana revolucionaria” por los valles del Norte desde 1959/60, como lo expresa Juan B. Yofre en su reciente libro “Fue Cuba”. Durante quince años se le dio a esa “invasión” categoría policial, fue considerada como un mero problema de seguridad pública, no relacionado con la guerra fría, y allí está, en esas confusiones, la razón del drama de los argentinos, la carencia de un Estado Institucional moderno y los atrasos conceptuales de su dirigencia. Cuando la sangre y las bombas llegaron a las ciudades, aterrorizando a la sociedad, el poder político constitucional ordenó la intervención militar para “aniquilar” al terrorismo de inmediato, “para mañana”, improvisando la apertura de operaciones militares “de cualquier manera”, iniciado así -con gravísimas omisiones agonales- una desconocida guerra “asimétrica”, no convencional, sin doctrina, sin conocimientos o experiencias recientes, sin inteligencia estratégica por carencia de planificación y sin organizaciones ajustadas a la naturaleza de la agresión, en un ambiente mundial QBN desde 1945. Los años ´70 aun están en debate público entre diletantes. Todavía hoy escuchamos a personajes legos, muy conocidos, o bien a jovencitos adoctrinados desde la escuela primaria en el “pensamiento único”, expresar “gansadas” propias de quienes no han leído ni siquiera el manual más elemental de Polemología o Estrategia Contemporánea. Se repiten las falsas consignas acuñadas hace tres décadas, transformadas hoy en postulados que no pueden dar lugar a dudas, quien saliere de ese andarivel, será reo de apología del delito. Expresar públicamente -por parte de un ex juez- cuarenta años después de los hechos, que todo se reduce a “dictadura o democracia”, colocando a los militares en la dictadura y a los guerrilleros en la democracia, es de una caradurez sin igual. Al golpe de estado -la dictadura- lo pidieron, lo planificaron y lo administraron mayoritariamente los correligionarios del letrado de marras. Otros señalan que el “mal eterno” de los argentinos es el “permanente enfrentamiento de los militares con los comunistas”, reduccionismo homólogo al anterior, producido por un formador de opinión, permanente invitado en programas políticos radiales y televisivos. Se trata de candidatos a Juez de la Corte o a legisladores nacionales. ¿Ignorancia o hipocresía? Esta es la realidad deprimente de un sector de nuestra dirigencia sectaria, culturalmente débil, que se auto-justifica y proyecta sus propias responsabilidades incumplidas a otros, ojalá ese otro fuere un reconocido héroe de guerra que por naturaleza no miente, no se esconde y asume sus responsabilidades...pero…hay un pero: viste uniforme. ¿Vamos en camino a repetir los graves errores de un sangriento pasado no asimilado, que nos lleva a la autodestrucción? Se quiere retener el “estado de guerra”, arrastrando a las nuevas generaciones cada vez más descreídas, sin futuro y evadidos de la realidad, a un nihilismo caótico. Algunos críticos del “relato K” son los verdaderos fundadores del mismo y cuando la verdad aparece se rasgan las vestiduras, apelando al lenguaje simbólico, sacralizado y único. El odio social y los resentimientos personales de estos “militantes” son inocultables y consecuencia directa de la guerra civil revolucionaria, el “relato” de sus continuadores de laboratorio, oculta a la verdad completa y niegan la existencia misma de la guerra revolucionaria, llamándole genocidio. Somos conscientes que “La Política de Derechos Humanos es el muro más alto a superar por el actual gobierno” 26). Esa política de derechos humanos, reemplazó -desde 1983- a la Política de defensa Nacional, nos trajo una inseguridad galopante que cosecha diariamente más y más víctimas, pero también es el trampolín para la contraofensiva revolucionaria en ciernes, que se anuncia desde diversas organizaciones y se ejercita frente a los ojos perplejos de los argentinos de hoy. Si no se restablece la cordura y la verdad, si no se quiebra a la falaz narrativa que es la viga maestra de la política de derechos humanos instrumentada por vía jurídica, a través la inconsciente Justicia Federal, creada y conducida -en colusión- por los enemigos que enfrentamos desde 1959/1989 y en 1982 y, si por el contrario se la retiene como hasta hoy, repetiremos la experiencia ya vivida y no entendida. Si tratáramos en los medios de comunicación temas económicos, convocaríamos a economistas reconocidos, si el tema fuere sobre la salud, a prestigiosos médicos. ¿Por qué para tratar a los problemas derivados de nuestras guerras no se convocan a los especialistas, sino a comentaristas de café o a personas que somatizan emocionalmente sus dramas personales? ¿Qué propósitos se persiguen con el anecdotario de tirios y troyanos, sin llegar al hueso, a la profundidad del drama? Si como sociedad no cambiamos de actitud, volveremos a improvisar frente a los hechos e indicios que debería registrar la Sala de Situación de la Defensa Nacional, pero sabemos que no existe, por imposición de…!!!la Ley de Defensa¡¡¡, su reglamentación lamentable y ¡¡¡la Ley de Seguridad Interior!!!. Las guerras evolucionan con la dinámica civilización y, en el pasaje de una etapa de la civilización a otra, siempre hay un mojón: una guerra mundial. Estamos viviendo el décimo sexto año de la guerra mundial “contraterrorista global” que corresponde al pasaje de la civilización industrial a la posindustrial en el ámbito de una globalización planetaria posguerra fría y en ambiente QBN, pero esta vez sin disuasión posible. Recordemos que durante la última guerra mundial, la guerra fría -l947/ 1989/91- la Paz en el Hemisferio Norte fue posible por la “mutua disuasión asegurada”, en esa “Paz del terror nuclear”, confrontaban Estados. Había respeto a normas agonales. En la presente guerra mundial -que nuestros dirigentes ignoran- esta disuasión no existe, pues los Estados enfrentan a un “enemigo sin rostro”, un complejo “crimen organizado internacional mafioso”, fundamentalistas que se inmolan, asociados en Iberoamérica con los remanentes revolucionarios radicalizados de los ’70 y partidos de la izquierda neo-marxista, convertidos en mafias. La Argentina está en el planeta y ésta guerra es universal. Sin embargo la legislación vigente impide considerarla. Quien lo haga delinque. Decíamos en el 2015, al conceptualizar a las guerras híbridas, lo siguiente: “Señala Raymond Aron en “Pensar la Guerra”1, que al final de sus días Clausewitz comenzó una revisión de su monumental obra2 puesto que descubrió, en el plano del concepto, lo que jamás había comprobado en el campo de batalla. Ese descubrimiento giraba en torno a una modalidad de combate distinta a la que él había reducido abstractamente como “duelo”, es decir, el enfrentamiento por aniquilamiento entre dos ejércitos pertenecientes a sendos estados nacionales. El descubrimiento giraba en torno de lo que hoy se denomina “guerra asimétrica”. Quedaba sobrepasado el conflicto del “fuerte contra el fuerte” y emergía -con toda su crudeza- la posibilidad del enfrentamiento entre un fuerte (defensivo) y un débil (ofensivo)”. Han pasado más de un siglo y hay quienes no lo entienden, o no lo quieren entender. “Éste tipo de amenazas ha proliferado como consecuencia del desplome del sistema bipolar de la guerra fría y el ingreso a una nueva etapa de la civilización. Los combatientes de antiguos bandos revolucionarios han devenido en bandas criminales, equipadas con elementos de tecnología satelital que les permiten constituirse en nodo de una red mayor, en la que circulan las diversas actividades del nihilismo posmoderno: guerrilla, narcotráfico, tráfico de armas, guerra en la infosfera, contrabando, tráfico de órganos, tráfico de niños, esclavismo, secuestros extorsivos, tráfico de animales exóticos, tráfico de piedras preciosas, terrorismo islámico, etnicismo genocida, etc.”. Carecemos de un periodismo especializado que difunda los conceptos de las amenazas y riesgos estratégicos presentes, que los partidos políticos ignoran o simulan ignorar. Los ministerios del ramo no tienen una política comunicacional de la Seguridad/Defensa. Las amenazas y riesgos estratégicos, que eran considerados en paralelo con el delito común, actualmente deben ser unificados, pues las diversas formas de agresión estratégica han tomado la modalidad operativa de los delitos comunes. Ésta evolución exige que la Seguridad Nacional se desarrolle a través de una Gran Estrategia, que involucre a toda la actividad institucional. Como la agresión no es militar, la respuesta no es el empleo de tropas sobre el terreno, sino el empleo de los instrumentos más idóneos en los múltiples frentes de la acción operativa o táctica. Debemos preguntarnos: ¡¿quién está previendo -planificando- en nuestro país, la nueva agresión derivada de la guerra mundial en curso?! El EMCFFAA lo tiene prohibido por ley y el “esfuerzo nacional de policía” carece de esa capacidad. Esto es lo que debe ser resuelto a la brevedad. Las guerras -de cualquier especie- se planifican para que no lleguen. Esa es la paradoja que no entienden los dirigentes ideologizados. Si hay plan, hay adiestramiento, previsiones logísticas y organizacionales, no habría sorpresas y se administraría la Paz. Si no hay plan estratégico necesariamente habrá -y ya la hay- improvisación, en manos de improvisados. Son las preliminares de una nueva derrota y naturalmente la Ley de Seguridad Interior ha elegido anticipadamente al “cabeza de turco” que se hará cargo del nuevo fracaso sangriento. La Ley determina que ante el fracaso reactivo del “esfuerzo nacional de policía”, se declarará el estado de sitio y se nombrará a un oficial superior de las FFAA para que se haga cargo del seguro fracaso logrado por estas leyes y, para que no queden dudas, también prevén que las FFAA no deben tomar previsión alguna con anterioridad al asegurado fracaso. ¡Recién después de la derrota policial, se podrá prever! Esto es “cerrar la puerta después que escapó el toro”. ¿Encontrará el Cte J FFAA, -con más de mil quinientos cuadros uniformados en las cárceles- a ese Oficial Superior con aptitudes de mago? Sinceramente, lo dudamos. Pero, en el supuesto de que el mago exista, seguramente le solicitará que se le agreguen a su Cuartel General un importante número de fiscales federales para que acompañen en la acción a los jefes de los elementos a empeñar en combate, todos munidos con el Código Penal y el Código de Procedimientos Penal Federal y con un alto adiestramiento en lo que hace a las diversas variantes que autorizan la “legítima defensa” frente al agresor. Ello es lo que surge de lo observado y aprendido en los TTOOFF en los últimos años, cuando la Justicia Federal aniquiló a todos los principios del derecho penal, con el agregado de la eliminación del Código de Justicia Militar y hasta del Código de Honor. Esa es la lógica institucional que nuestros políticos -partidarios de la “política de derechos humanos”- establecieron en la legislación de Seguridad Nacional que desde 1988 reemplaza a una sana Política de Defensa Nacional. No existe país alguno en el mundo que tenga una legislación similar. Esta es otra de las grandes excepcionalidades argentinas, que acompañan y sostienen haber judicializado al fenómeno socio político guerra y haber politizado a la Justicia, a un nivel desconocido en nuestra corta historia, con el agregado de mostrar al despropósito al orbe, como un “¡éxito del coraje cívico de la democracia”!. Las palabras de un héroe de guerra han puesto en superficie, en estos días, a algunos de los responsables de estos desatinos y a sus continuadores irresponsables. Señor Comandante en Jefe de las FFAA.: LLEGÓ LA HORA DE PINTAR LA CARTA!!! Citas: . J. Auel. “El Estado-Nación regional frente a las amenazas estratégicas globalizadas”. Junio 1998. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “Cultura y Civilización. La guerra: continuidad y cambio”. Diciembre de 2001. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “Proyección estratégica del Mercosur: fortalezas y debilidades”. Septiembre de 2002. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “El pensamiento nacional en tiempos de globalización planetaria”. Octubre de 2002. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “El nuevo ordenamiento internacional posterior a la intervención de EEUU y sus aliados en Iraq”. 21 de Mayo de 2003. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “La larga guerra civil argentina y el actual estado de guerra civil-revolucionario”. 09 de Julio de 2013. www.ieeba.com.ar H. j. Auel. “Relaciones cívico-militares, la necesaria reconstrucción del Estado y de imprescindible Seguridad Nacional, Regional y Continental”. Julio de 2013. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “El narcoterrorismo, el Estado Nación, la democracia y las FFAA”. 16 de Abril de 2014. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “¿Cómo salimos de la actual emergencia política y estratégica? Agosto de 2014. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “El pensamiento estratégico militar en el siglo XXI”. 12 de Octubre de 2014. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “La guerra mundial contraterrorista global: ¿híbrida…con derivación QBN?. Abril de 2015. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “La dirigencia argentina frente a los desafíos de la Seguridad Nacional en el siglo XXI”. Agosto de 2015. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “El actual y complejo tablero estratégico del Gran Medio Oriente”. 30 de Octubre de 2015. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “La política de derechos humanos, el muro más alto a superar por el actual gobierno”. 22 de Junio de 2016. www.ieeba.com.ar H. J. Auel. “Estamos en guerra…por partes”. 05 de Agosto de 2016. www.ieeba.com.ar M. González Lacroix. “Un Ministerio de Defensa ausente”. 17 de Enero de 2017. www.zona-militar.com M. González Lacroix. “Ministerio de Defensa: entre el lobby y la pasividad”. 12 de Enero de 2017. www.zona-militar.com H. J. Auel. “Argentina decidió políticamente no tener FFAA ni Política Exterior”. 10 Jun 14. www.canaltlv1.com H. J. Auel. “Ponencia en Santiago de Chile”. 21 Jul 11. www.ieeba.com.ar C. Escudé. “Un experimento pacifista: las políticas exteriores y de seguridad de Argentina, en el siglo XXI”. Jul 10. www.cema.edu.ar/doc_trabajo.html PC. “Declaración del encuentro de comunistas en Rosario”. 23 Ene 17. www.salta21.com S. Berenztein. “Rompecabezas Global”. 20 Ene 17. www.prensa.mrecic.gov.ar. El autor concluye su artículo expresando: “Es hora de superar las dolorosas heridas del pasado para maduramente definir un piso mínimo de recursos destinados a garantizar una Defensa apropiada del territorio y de la soberanía nacional”. Entendemos que en la expresión “soberanía nacional”, estará incluida la agresión revolucionaria. En nuestro país la pseudo-revolución es citada como “populismo” por la “corrección política”. La Nación. “Editorial”. 30 Ene 17. www.lanacion.com.ar M. C. Rodríguez. “Las FARC, el Foro de San Pablo y compañía van por toda Latinoamérica”. 12 Ene 17. www.hacer.org R. Fraga. “La política de Defensa de Macri pierde ímpetu”. Infobae. 04 Feb 17. www.infobae.com