lunes, 28 de octubre de 2019

Mario Caponnetto recuerda a Jordán Bruno Genta "pensador católico asesinado hace 45 años"

Por Jorge Martinez – La Prensa - En el autor de "El filósofo y los sofistas" se combinaban una mente especulativa, un docente y un político. La secularización de Occidente y la crisis de la metafísica fueron dos de los fenómenos que supo anticipar. Hace hoy 45 años un integrante del EL-22, uno de los tantos grupos guerrilleros de la izquierda setentista, asesinaba al filósofo y profesor Jordán B. Genta cuando salía de su casa para ir a misa. Fue una muerte plena de significado, martirial. Durante décadas Genta (1909-1974) había sido uno de los principales pensadores del nacionalismo católico argentino y por eso mismo una figura incómoda: no había sido peronista, el antiperonismo liberal no lo representaba y mucho menos podía adherir a la ebullición marxista que se había apoderado del país desde fines de la década de 1960. El profesor Genta había avisado sobre ese último peligro con llamativa claridad. Advertía que detrás de la guerra revolucionaria había un conflicto mucho más profundo, de raíz teológica, que excedía el marco engañoso de las ideologías y las acciones armadas. Dedicó libros, conferencias e innumerables clases en su "cátedra privada" a explicar el carácter de la contienda, en un país que nunca lo comprendió del todo. Y que sigue sin comprenderlo. Con motivo de un nuevo aniversario del asesinato, La Prensa conversó por correo electrónico con el médico y profesor Mario Caponnetto, discípulo y yerno de Genta, para mejor calibrar la importancia de su obra y de su ejemplo. -Genta fue durante mucho tiempo un referente cultural del nacionalismo católico. ¿Qué papel cree que tiene hoy su figura? ¿Está presente o ha caído en el olvido? -Ante todo muchas gracias por esta entrevista. Creo que Genta sigue siendo al día de hoy un referente del nacionalismo católico y también de ciertos círculos donde lo religioso y lo patriótico son fuertemente afirmados. La ejemplaridad y el valor de su muerte -junto, desde luego, con su dilatada trayectoria intelectual y política- es lo que le ha dado y le sigue dando vigencia a su pensamiento de cara, particularmente, a determinados hechos y situaciones de nuestra vida nacional y de ciertos acontecimientos mundiales. Entre los primeros, tenemos la Guerra de Malvinas: fueron los mismos ingleses quienes reconocieron la influencia decisiva de la prédica de Genta en los pilotos de nuestra Fuerza Aérea que asombraron al mundo con sus hazañas (lo llamaron "el factor Genta"). Me consta personalmente que, al día de hoy, no son pocos los oficiales jóvenes de esa Fuerza que leen sus libros o los buscan y se interesan por su obra. Entre los segundos, cabe mencionar la profundización del fenómeno de la globalización con su carga de marcado secularismo y progresiva descristianización de las naciones. Genta, junto con Julio Meinvielle y otros autores, previó muchas de las cosas que hoy suceden a este respecto. Por eso cada vez que la Patria y el Occidente parecen a punto de sucumbir se lo recuerda a Genta, se evoca la lucidez de sus predicciones y la fuerza arrolladora de su esperanza que fue signo distintivo de su cátedra, sus conferencias, sus libros. El docente -¿Cuál puede decirse que fue el mayor aporte intelectual de Genta desde su conversión y hasta su muerte? -Genta fue un hombre de varios registros por decirlo así. Fue, sin duda y ante todo, una mente especulativa, contemplativa; pero también, un educador de raza, un docente en sentido pleno; y, por cierto, un político en el sentido clásico del término, del polites, del hombre que vela sobre la Ciudad. En cada uno de estos "registros" hizo su aporte. Así, como filósofo, entiendo que su mayor aporte es haber entrevisto, como pocos, la crisis de la metafísica en el mundo occidental: esto que hoy se conoce como "pensamiento débil" lo entrevió de alguna manera, incluso, en sus escritos juveniles. Como docente, su gran aporte, a mi juicio, es su pedagogía de los arquetipos expuesta en varias de sus obras. Como polites, su mayor lección sin duda fue su muerte, socrática y cristiana. -Entre la obra escrita, ¿cuál cree que es el mejor de sus libros? ¿Y cuál recomendaría a un lector virgen para empezar a conocerlo como escritor? -Sin duda, el mejor de sus libros es El filósofo y los sofistas. Un texto claro, profundo, una auténtica introducción al filosofar antes que a la filosofía. En una carta que le dirigiera Coriolano Alberini, tras la primera edición, en 1949, le decía refiriéndose a este libro: "Está bellamente escrito y con enérgica claridad. Ya ve usted que se puede ser profundo sin dejar de ser trasparente. Así se debe filosofar". Ahora en cuanto a qué libro recomendar a un lector virgen, depende: a los muy jóvenes les daría a leer algunos opúsculos históricos y la Guerra Contrarrevolucionaria que es un texto de iniciación y un clásico para entender la historia argentina reciente. A los más avanzados, por decir así, el ya mencionado El filósofo y los sofistas. -De Genta nos quedan muchos libros pero también su ejemplo como maestro, como formador de mentes y almas. ¿En cuál de esas dos vertientes entiende usted que dejó una huella más profunda? -Decididamente en la segunda. Genta tuvo el don de la fecundidad intelectual. Como dije, fue un maestro en el sentido más pleno del término, un educador en toda la extensión de la palabra. Ahora bien, la educación es como una segunda generación: el maestro verdadero es el que, en cierto modo, engendra en la sabiduría a sus discípulos. Además, como maestro supo imprimir un estilo amical a su enseñanza: los discípulos se hacían amigos y los amigos se hacían discípulos. Quienes tuvimos la gracia de asistir a sus clases somos testigos de esto que digo. -Genta tuvo muchos alumnos en su cátedra privada de filosofía. ¿Quiénes cree usted que han sido sus mejores discípulos, o al menos los más fieles y consecuentes? -A partir de su cesantía en 1945, Genta mantuvo dos cátedras privadas, una en su casa de Buenos Aires y otra en la Ciudad de La Plata; esta última funcionó sucesivamente en casa de amigos y discípulos muy queridos: la de la familia Galarreta, la del Dr. Belisario Arana y la del Dr. París. En cuanto a la de Buenos Aires, fueron muchos los discípulos y resulta difícil hacer nombres por temor a omitir a alguno. De la "vieja guardia" destacaría, entre todos, a Carlos Alberto Schiuma, largamente profesor en la Escuela Superior de Guerra. De los de mi generación, a Edmundo Gelonch Villarino, ya fallecido, quien fue su heredero en la formación de los cuadros de la Fuerza Aérea, a Miguel De Lorenzo, médico y periodista y al que luego sería el Padre Alberto Ezcurra. Hay otros que pueden decirse sus discípulos aunque no hayan asistido regularmente a sus cursos: es el caso, por ejemplo, de mi hermano Antonio Caponnetto. -Por esas clases pasaron varios personajes de nota. ¿Podría recordar a algunos? -¿Personajes de nota? En La Plata, algunos se quedaron allí e hicieron obra como el matrimonio Alonso; otros estuvieron de paso y regresaron a sus provincias como Enrique Díaz Araujo, entre los que ahora me vienen a la memoria. También, sin ser propiamente discípulos, antes bien como amigos, pasaron por la casa personalidades como José Ignacio Olmedo, Gustavo Martínez Zuviría, Manuel Fresco, Fray Mario Pinto, Plinio Correa de Oliveira, numerosos militares de todas las fuerzas (algunos de ellos tuvieron después actuación relevante) y varias generaciones de curas sobre todo del mejor clero entrerriano que lo habían conocido a Genta, aún antes de su conversión, en su paso por Paraná. También pasaron en algunos casos por las clases numerosos miembros de las colectividades de los países sojuzgados por el comunismo exiliados en Argentina: rusos, eslovacos, croatas, rumanos. Recuerdo entre éstos a Nicolás Kazansew y a Emilio Lefter, uno de los fundadores del movimiento liderado en Rumania por Codreanu, el Capitán. Pero, repito, son sólo algunos nombres, no quisiera caer en omisiones injustas. Un detalle que me parece digno de mención: con frecuencia Genta solía ceder su cátedra a algunos amigos aunque no pensaran exactamente como él. Recuerdo, por ejemplo, al dirigente y senador radical Santiago Fassi con quien mantuvo hasta su muerte una gran amistad. -Hoy en ciertos ambientes católicos -y no sólo católicos- se debaten temas como la escuela en casa, la "opción benedictina", la participación o no en elecciones y otras respuestas frente a una estructura legal, política y económica que es netamente hostil al orden cristiano tradicional. ¿Qué cree que habría aconsejado Genta al respecto? -Son varios temas. De la escuela en casa me animo a suponer que no la aconsejaría: era un firme partidario de la escuela como ámbito de contemplación y formación integral de la persona. En un caso extremo, quizás; pero estos temas solía consultarlos con su esposa y ella tampoco era partidaria de la escuela en la casa. En cuanto a la opción benedictina, el punto es delicado. Genta mantuvo siempre una total y absoluta fidelidad al Papado y a la Jerarquía. No es que no advirtiera las falencias de los hombres pero decía siempre que había que respetar las investiduras aun cuando los propios pastores, lamentablemente, no la respetasen. Poco antes de morir recibió el Premio San Alberto Magno, "por su fidelidad a la Cátedra de Pedro"; y esto ocurría en un momento particularmente difícil de la Iglesia, en los años inmediatamente posteriores al cierre del Concilio Vaticano II. Ahora, ¿qué haría hoy ante la situación eclesial actual? No me animo a imaginar una respuesta; pero estoy seguro de que nos confirmaría en la esperanza cristiana. Genta fue siempre un hombre de esperanza. En cuanto a la participación en el sistema partidocrático su posición fue invariable: se opuso férrea y sistemáticamente a ese sistema al que consideraba incompatible con un recto orden político. Sin lugar a dudas, creo que hoy mantendría más firmemente que nunca esa oposición. -Desde una mirada crítica actual se suele acusar a Genta de "antisemita" o incluso de "nazi". ¿Cómo interpreta esas acusaciones a la luz de la vida y la obra del profesor? -Como radicalmente falsas, fruto de la incomprensión o tergiversación de algunos hechos, la ignorancia o la mala fe. Genta fue un cristiano y todo en su pensamiento, en su vida, pública y privada, está signado a radice por la Fe. Ninguna ideología anticristiana podía contar con su asentimiento. No el nazismo, ciertamente; pero tampoco podía asentir, ni asintió, a la alianza de las democracias con el comunismo -los vencedores de la Segunda Guerra- gracias a la cual, tras los pactos de Yalta y Postdam, la mitad de la Europa cristiana fue entregada al comunismo y la Unión Soviética consolidó su poderío y su expansión en la posguerra. Recuerdo, por otra parte, con qué insistencia solía leernos en sus clases la Encíclica de Pío XI, Mit brennender sorge, contra el nacionalsocialismo, sobre todo aquel pasaje en el que el Papa Ratti manifestaba su esperanza en una purificación y redención del pueblo alemán tras la trágica experiencia del nazismo. Cosa muy distinta, desde luego, fue su admiración a Oliveira Salazar y su compromiso total con la Cruzada Española que fue un hito decisivo en su camino político. -¿De qué modo resumiría el recuerdo personal que usted tiene de él, como familiar y como maestro? -En dos cosas. Una, ya mencionada, su esperanza, inasequible al desaliento. Una esperanza cristiana que es todo lo opuesto a las utopías. La otra, su alegría, una alegría cálida, expresada en su risa contagiosa aun en medio de las mayores tribulaciones, tanto las de la vida pública como las que tuvo que enfrentar en el ámbito familiar. Si me permite resumir todo esto en una sola palabra: lo que recuerdo de Genta es su santidad.

domingo, 20 de octubre de 2019

Defensa y Seguridad - Seguridad humana: un concepto que interpela a las Fuerzas Armadas

Por Patricia Fernández Mainardi – Infobae - Desde Naciones Unidas, un nuevo paradigma busca entender las principales preocupaciones de la humanidad y obliga a las Fuerzas Armadas a anticiparse al futuro. ¿Cuáles son las consecuencias y los alcances de las problemáticas actuales? El concepto de seguridad ha variado con el paso de los años y, ante nuevos contextos, la estrategia militar se ve obligada a revisar los cambiantes escenarios y sus paradigmas. ¿Qué desafíos representa analizar estas realidades? Para comprender las nuevas amenazas que afectan a los individuos, la Fundación Criteria brindó una charla sobre “Seguridad Humana” en la Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas. “Con el fin de la Guerra Fría, se comienza a rediscutir esto que antes tenía una connotación básicamente militar y luego tuvo una concepción más policial, vinculada a la seguridad ciudadana”, sostiene Alejandro Corbacho, coordinador de la Diplomatura en Seguridad Humana para el Desarrollo Sostenible de la Universidad del CEMA. Corbacho explica que esos eran los modelos de seguridades que las personas percibían y agrega que las nociones fueron resignificadas: “La seguridad es un estado en el que uno se siente libre de amenazas, pero, poco a poco, se fueron incorporando nuevas formas que socavan la libertad”. Siguiendo la misma línea, Carlos Nogueira, exsecretario general del Ejército –y hoy asesor de Criteria–, insistió en la imperiosa obligación de comprender los nuevos escenarios en materia de estrategia militar. “La seguridad es un término polisémico que fue cambiando de acuerdo a la legislación y a la necesidad de cada país. Hoy, la seguridad humana nos impone límites; en el presente, se evitan los daños colaterales porque no se acepta la muerte de civiles indefensos”, explicó. Nadie goza de sus derechos hasta que no los reclama Durante la jornada en la Escuela de Guerra Conjunta, se hizo hincapié en la necesidad de entender la seguridad humana a partir del “Discurso de las cuatro libertades”, pronunciado por Franklin D. Roosevelt el 6 de enero de 1941. Para el extitular de la Casa Blanca, Estados Unidos lograría tener preminencia mundial solo si lograba llevar adelante las cuatro libertades fundamentales para el ser humano: la de culto, de expresión, de miseria y de miedo. Como explicó Nogueira, estas últimas dos libertades sentaron las bases para la “Carta del Atlántico”, emitida por Roosevelt y por el primer ministro inglés Winston Churchill, que dio origen a una estrategia de paz que, luego, condensaría la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “En 1994, la ONU habló por primera vez de seguridad humana en el informe sobre desarrollo humano. Además de introducir el concepto, se generó una agenda programática que se denominó ‘Objetivos del Milenio’”, expresó el asesor de Criteria. Luego del año 2000, los objetivos sobre los que trabaja la ONU buscan ser concretados hacia el año 2030. “Cuando el foco de atención pasa de estar en el Estado a centrarse en la persona, cambia nuestra cosmovisión y se generan hechos como los actuales”, reflexiona Nogueira sobre la razón de ser de la seguridad humana: la dignidad. Las Naciones Unidas trabajan en la solución de este flagelo mediante una agenda programática con 17 objetivos de desarrollo sostenible. El impacto del concepto de seguridad humana en las Fuerzas Armadas “En todo el siglo xx, la amenaza tenía color verde militar. En los 90, hubo un cambio sustantivo y los progresismos en las capitales empezaron a diseñar la disputa entre seguridad y defensa. Entonces, llegaron las nuevas amenazas: pobreza extrema, VIH y migraciones masivas, entre otras. Por esto, empezamos a diseñar un traje a medida de nuevos tipos de respuestas”, cuenta Mauricio Fernández Funes, director ejecutivo de Fundación Criteria, y agrega que, por ejemplo, para los pequeños Estados insulares, el tema más dramático en el ámbito de su defensa es la temporada de ciclones. Fernández Funes sostuvo que, para entender la seguridad humana, se debe hablar del empoderamiento del hombre por fuera del Estado. “Quiero recordarles que, hace poco tiempo, una niña de 16 años se puso de pie en el principal foro de la humanidad para hacer una interpelación extraordinaria a todas las potencias y los gobiernos del mundo”, resaltó el veterano de la Guerra de Malvinas. En sintonía, Carlos Nogueira señaló que la estrategia militar debe estar siempre presente para prevenir y brindar soluciones: “El desafío a futuro es repensar las misiones subsidiarias y evaluar si las amenazas a la seguridad humana deben generar diseño militar”. Para concluir su participación, explicó que las amenazas por enfrentar deben encontrarse dentro de la misión principal. Estamos en una circunstancia dramática para la humanidad. Me voy a referir a un elemento con enorme significación: el cambio climático impacta tanto en el mundo que ningún dirigente puede ignorarlo”, agregó Fernandez Funes y puso énfasis en que los nuevos liderazgos no pueden dejar de tener en cuenta la percepción global. “Los militares tenemos que ir ganando lenguaje y percibir cómo se está desplazando el poder, porque somos especialistas en el diseño del poder militar. Tenemos que anticiparnos a lo que va a venir, ya que mucho de lo que ocurre en el mundo va a tener impacto sobre las Fuerzas Armadas”, finalizó.

martes, 15 de octubre de 2019

"Hay una preocupación cívica, republicana, mayor que antes"

Por Carlos E. Hartmann - La Prensa - Para mucha gente, es incómodo votar en contra de la corriente, o quedar en minoría. Hay como una empatía que se crea a favor del ganador, manifestó a La Prensa el politólogo y ensayista. "La política ha perdido prestigio, hay escepticismo y mucho desapego", sentencia el sociólogo Vicente Palermo, ex presidente del Club Político Argentino. Según sus palabras, "afortunadamente", finalizó su ciclo tras cuatro años (dos períodos) al frente de la entidad, en marzo de 2019. - ¿Existe en la actualidad mayor compromiso cívico, o participación política en la Argentina? - Si uno piensa en compromiso cívico, ese compromiso puede tener varios componentes, pero como mínimo, dos. Uno de ellos podría ser la disposición cívica, en el sentido de participar. O sea, la clásicamente llamada "participación política". Consiste en tomar parte, ocuparse, o tener disposición para la política. Esa es una dimensión. Y la otra tiene que ver con los valores cívicos. O sea, valores más vinculados con lo republicano, el gobierno de la ley o a la virtud política. También valores que propenden al pluralismo, a una actitud orientada a la responsabilidad pública, a defender la división de poderes y la autonomía ciudadana. Si uno piensa en compromiso cívico, éste es un concepto o una moneda que tiene aquellas dos caras. - ¿Qué vasos comunicantes existen entre ese concepto y aquél otro fenómeno del cual usted habló públicamente, relacionado con la identificación del votante con el candidato? - Históricamente, la Argentina ha sido un país de gran compromiso y poco civismo. La vida política argentina tiene esos rasgos. Más politizada y más comprometida que en otros países de un mismo nivel de desarrollo que nosotros, y al mismo tiempo con un civismo relativamente escaso. Lo que ha sucedido en la actualidad, y con eso podemos ir al tema de la identificación del votante con el candidato, es que en sistemas políticos que no tienen partidos, o cuyos partidos, como es el caso argentino, son más formales que otra cosa, la identificación tiene que ver con las personas. No es con un partido, sino con un candidato. Los partidos han perdido la sustancia, el carácter fuertemente representativo que tenían en el pasado, y están muy deshechos, deshilvanados. - La política, como ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, ¿ha perdido prestigio y capacidad de convocatoria? - Quizás, las generaciones jóvenes participan menos, tienen menos compromiso o actúan menos en política, salvo los que se especializan, los militantes, pero hay bastante desafección, mucho desapego. Una suerte de darle la espalda a la política. En efecto, hay escepticismo, la política ha perdido prestigio, capacidad de convocatoria, y el ciclo kirchnerista en ese sentido parecía una cosa, pero terminó siendo otra. Ahora bien: en términos de civismo, vamos a ver. Creo que se progresó. Hay una preocupación cívica, republicana, mayor que antes. - ¿En qué lo percibe? - Con sus altibajos, hay mayor preocupación por el tema de la corrupción. Y una vigilancia mayor por parte de muchas instancias en relación con el tema de la Justicia o de que la clase política no debe tener privilegios, que debe rendir cuentas. Hay un mayor control. Entonces, por un lado, yo diría que se perdió bastante en participación, y por otro lado se ganó un poco, y ojalá se siga ganando, en civismo. El tiempo dirá. Y esto se relaciona con lo anterior, por cuanto en todos esos cambios de la política, uno de ellos ha sido la crisis de lo representativo, o de la representación. Entonces la gente está en una actitud un poco ambigua respecto a la política. Por un lado espera, y por el otro lado ni da ni sabe a quién pedirle algo. Pronósticos - Varias encuestadoras ya dieron sus pronósticos para octubre y coinciden en que la fórmula Fernández-Fernández ganaría en primera vuelta... - No lo sé. Cuando uno tiene un resultado, la explicación "ex post" (después del hecho) es fácil. Además, supongamos que se agrande la brecha: al día siguiente va a ser fácil encontrarle una explicación, o dos. Una por lo menos resulta universal, y es el triunfalismo. Para mucha gente, es incómodo votar en contra de la corriente, o quedar en minoría. Hay como una empatía que se crea a favor del ganador. Eso es universal. No lo estoy prediciendo. Solo digo que si se agranda la brecha, esa sería una explicación, pero yo no sé si se va a agrandar la brecha o no. La verdad, es que no lo sé. Es muy difícil hacer predicciones. No creo en las encuestas políticas en general. - Entre las críticas al gobierno de Macri, se señala el aumento de la pobreza, la caída de los índices de producción y la inflación de más del 50%. Usted, como votante del macrismo, ¿qué opina? - Yo podría hacer una crítica más bien política, y no económica, pero muchos economistas hacen críticas bien fundadas en cuanto a los errores de la gestión de la macroeconomía. Me parece que es claro que se equivocaron mucho en macroeconomía. El tiempo permitirá que dilucidemos por qué, exactamente, se equivocaron así. Cuánto tiene que ver con la herencia anterior y cuánto tiene que ver con la obcecación de Mauricio Macri o de Marcos Peña, o con la ceguera para darse cuenta que había algunas cosas que no se podían hacer al mismo tiempo. O con tanta inocencia o tanta ingenuidad (por ejemplo, la ilusión de las inversiones). Por ese lado hubo un campo de errores. Y por el lado político es difícil saber que hubiese sucedido de haber elegido ellos otro camino. Por las dudas yo hubiese probado otro camino: el de coaliciones políticas de gobierno, y no solamente parlamentarias. - Existe la inquietud de desarrollar un gran acuerdo social para salir de la crisis. ¿Es viable la idea de un pacto social? - No, yo no creo en eso. Pero aparentemente Alberto Fernández lo va a ensayar, y ojalá le vaya bien. - ¿Cuáles son a su juicio los mayores daños ocasionados en la época K? - Se pueden criticar muchos aspectos. Lo principal es haber identificado política y corrupción como prácticamente una sola cosa. La política era básicamente corrupción, y la corrupción era básicamente una forma de hacer política. Una cosa es ser corrupto, lo cual no está bien, por supuesto. Y otra cosa es creer que la política y la corrupción son una misma cosa. El político corrupto tradicional tiene, aunque sea intuitivamente, una idea de que la corrupción es corrupción, y que la política es política. Pero creer que la política y corrupción son una misma cosa... - Si partimos de la premisa de que el capitalismo, o post capitalismo, es el mecanismo social más adecuado para generar más prosperidad, ¿cómo se corrige en los hechos la desigualdad social? - Hace 30 o 40 años, le hubiera podido decir con más certeza las respuestas que ahora, porque había algunos modelos. Por ejemplo, el demócrata europeo. Pero en la actualidad no es así. Es una historia larga, pero uno de los motivos es la revolución tecnológica, y otro de los motivos que se combina es el de la liberalización financiera desde los años 70 en adelante, especialmente con el neoconsevadurismo de Ronald Reagan, Margaret Thatcher, etc. O sea la liberalización financiera global. Tenemos una doble globalización. Una globalización tecnológica y una globalización financiera. En ese mundo tan distinto al que era hace 30 ó 40 años, el capitalismo sigue siendo capaz de crear prosperidad, y de sacar gente de la pobreza. Ahora, por otro lado, la desigualdad es horrible, y cada vez mayor. Y está alcanzando niveles absolutamente absurdos, pero no hay una receta clara acerca de cómo combatirla. - ¿Los debates presidenciales son ilustrativos y orientadores para la población? - No lo creo. Podrán ser ilustrativos sí, pero orientadores no. Yo no recuerdo un solo debate que haya cambiado nada. Tampoco hay cómo medirlo. El único debate que se me viene a la cabeza es el realizado entre John Kennedy y Richard Nixon, en 1960. Situación social - Garavano habló de la utilización política de la protesta social por parte de la oposición. ¿Coincide? - Eso es una constante y los dirigentes sociales negocian. Ellos hacen utilización política. No todos los dirigentes, pero muchos sí. - ¿Qué opina de la prórroga de la Emergencia Alimentaria? - No tengo mucho para decir. Es un paliativo indispensable. Apenas eso. - ¿Cómo interpreta lo expresado por el arzobispo de Salta, Mario Cargnello, sobre la pobreza? - El arzobispo explota políticamente la pobreza. Muchos sacerdotes lo hacen. Si no hubiera pobres no sabrían qué hacer. Los necesitan pobres para siempre.

domingo, 13 de octubre de 2019

Defensa y Seguridad - Las Fuerzas Armadas y la protección de la soberanía aérea

Por Mariano Roca – Infobae - En mundo cada vez más complejo, la defensa integral del territorio es clave. El brigadier Alejandro Moresi analiza los desafíos que enfrenta la Fuerza Aérea Argentina, su equipamiento y su modernización “Los países son, por definición, tridimensionales; es decir, tienen un largo y un ancho, pero también una altitud sobre la cual ejercen su soberanía y que tiene la particularidad de ser intangible”, señala el brigadier Alejandro Moresi, excomandante aeroespacial del Estado Mayor Conjunto de las FF. AA. con una larga carrera militar y una vasta trayectoria académica en temas de defensa. Este especialista precisa: “Para mantener la soberanía sobre su frontera aeroespacial, un país necesita contar con una Fuerza Aérea bien equipada. La misión principal de la Fuerza Aérea en tiempos de paz no es salir a derribar aviones que hayan ingresado ilegalmente al espacio aéreo soberano, sino que su tarea esencial es vigilar y controlar”. -¿Qué es lo que está fallando en la Argentina? -En la Argentina, lo que falla es el concepto de estrategia. Lo primero que tenemos que hacer es integrar esfuerzos, con un concepto interagencial. Es muy interesante el ejemplo de Colombia: yo tuve la oportunidad de conversar con la gente de la Fuerza Aérea y a ellos les costó mucho, pero hoy el país trabaja en forma interagencial. Muchas veces, nosotros creemos que tener información y no compartirla nos da poder. Eso es en parte cierto: podemos tener el poder hoy, pero lo vamos perdiendo en el tiempo, porque el que pierde es el Estado como ente rector del proceso político. -Usted plantea la necesidad de discutir una Ley de Ejercicio de la Soberanía Aeroespacial en la Argentina. ¿Por qué? -Argentina ha tenido, a lo largo de su historia, resultados muy fructíferos en el desarrollo de la cuestión aeroespacial. En los años 40, ya contábamos con la Fábrica Militar de Aviones y con una Secretaría de Aeronáutica muy prolífica, no solo a nivel interno sino también internacional. Desde un inicio, participamos de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) y tenemos nuestro Código Aeronáutico, una muy buena ley, pero que debe ser actualizada. En el Código Aeronáutico, hay únicamente dos artículos que hablan de “defensa aérea” y que plantean que solo debe ponerse en marcha en caso de guerra. Recién en 2004, cuando se dictó el decreto de radarización y se creó el Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvica), comenzamos a producir radares y ubicarlos. Ahí empezamos a darnos cuenta de que teníamos un problema real en el norte del país. Nosotros proponemos una ley, con 14 capítulos y 56 artículos, que aborda la problemática en su complejidad y que sería el complemento del Código Aeronáutico. Hoy por hoy, la Aeronáutica en la Argentina está atomizada en más de 11 agencias. Nuestro proyecto de ley apunta a atender el trabajo interagencial, a resolver el problema del financiamiento del sistema a través de un Programa de la Defensa Nacional para la Protección del Espacio Aéreo y, finalmente, a reglamentar la situación del famoso “derribo”. -¿Qué importancia tiene la llamada “ley de derribo”? -En tiempos de paz, el derribo es la opción menos probable en el ejercicio de la soberanía aérea. Incluso en el caso extremo de un país como Colombia, envuelto en una situación de guerra interior contra el narcotráfico, en diez años solo hubo un derribo. Las interceptaciones requieren de una serie de alertas, que, de no ser atendidas por el piloto de la aeronave, permiten dar paso a un conjunto de respuestas. Si el piloto desatiende las alertas, el avión se convierte en un peligro. Entonces, ¿cuál sería el procedimiento si el piloto desatiende las alertas? -En ese punto, se despeja toda el área y se le advierte al piloto que la aeronave ha perdido su condición de “avión civil”. Entonces, empiezan a activarse otras medidas, como puede ser un disparo al aire o un acercamiento al avión para que el piloto se avenga a cumplir con las normas y directivas; si, eventualmente, se convierte en un peligro para la vida y la libertad de los habitantes, como último recurso se puede llegar al derribo. Es importante aclarar que esa ley no eximiría de responsabilidad por el derribo, ya que siempre que se produce un incidente, debe haber una investigación a cargo de la Justicia, que es la que determina si se cumplió la normativa. En la situación actual, hay un decreto vigente (Decreto 1054/2018), pero aún no contamos con una ley del Congreso, que implicaría el entendimiento de todos los representantes del pueblo argentino respecto de cómo ejercer la soberanía sobre nuestro espacio aéreo. -¿Cuál es el tipo de avión que necesita nuestra Fuerza Aérea? -Nosotros necesitamos un caza pesado, como puede ser el Gripen. La Fuerza Aérea Argentina calcula que el costo para la sociedad sería de 3000 millones de dólares. Para solucionar este problema, se habló de tener un caza de transición. En 2012, conseguimos la autorización del Congreso para hacer una inversión plurianual. Tuvimos una muy buena oferta de Israeli Aerospace Industries (IAI) para adquirir los Kfir, pero el contrato no se firmó. Desde 2016, estamos trabajando en la posibilidad de incorporar el FA-50, de Korean Aerospace Industries (KAI), que tiene las particularidades de ser supersónico, con una carga portante de 3700 kilogramos y una norma instalada con herramientas inteligentes, algo que nunca hubo en la Argentina. Las versiones que nos están proponiendo tienen reabastecimiento en vuelo y gran parte de sus componentes se fabrican en EE. UU. Además, cierra el financiamiento: el precio es adecuado y nos ofrecen un crédito a diez años, con dos años de gracia. Y lo más importante es que este avión no está terminando su ciclo de vida, sino que recién lo está iniciando. Podríamos ir comprando dos aviones por año, hasta tener una flota consistente. ¿Qué rol debería tener la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA)? -La industria aeronáutica es estratégica. Nosotros carecemos de una visión de largo plazo. Lamentablemente, se dio a FAdeA un uso político, se la “partidizó” y ese ha sido uno de los grandes errores del Estado argentino. Yo no cuestiono la buena intención de la actual gestión de la fábrica, pero la estrategia ha sido pésima. En lugar de anunciar que cada año se van a fabricar tres aviones Pampa, habría que haber dicho: “Vamos a construir 30 Pampas en diez años”. De esa forma, se asegura a los contratistas un horizonte de largo plazo. El negocio se abre cuando se encara la construcción de flotas de un tamaño razonable. Por otro lado, FAdeA tiene un problema histórico: siempre vivió del Estado y la Fuerza Aérea es un cliente cautivo. Hoy FAdeA no tiene una necesidad de sobrevivir, si bien el Gobierno le ha empezado a hacer sentir que tiene que adaptarse y ser competitiva. Hay muchos millones de dólares perdidos de anteriores gestiones, que no sabemos dónde están. El dinero se entregó y no se consiguieron los resultados esperados. No fue el caso de INVAP, donde se hizo un plan y hoy los radares están y los hemos desarrollado acá. ¿Cuáles han sido los avances y retrocesos de nuestro país en materia aeroespacial? -La cuestión más importante es el acceso al espacio y Argentina trabajó durante muchos años con ese objetivo. Ya en diciembre de 1969, nuestro país había puesto en órbita al Mono Juan, que fue al espacio y volvió vivo. Lamentablemente, esa política se terminó en la década del 90, con el desmantelamiento del proyecto Cóndor, que asociaba dos cuestiones: la posibilidad de llegar al espacio y la oportunidad de contar con un vector con capacidad de transportar explosivos. Hasta ese momento, nuestros desarrollos estaban basados en lo que se denomina “combustibles sólidos”. Cuando se creó la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), en 1991, se propuso un acceso al espacio basado en combustibles líquidos. Eso ha retrasado mucho nuestro acceso al espacio, ya que para ello se necesita contar con un vector que pueda poner un satélite en órbita. -¿Existen alternativas para acceder al espacio? -Un militar siempre tiene que buscar alternativas. Puede suceder que la Argentina se quede sin acceso al espacio, pero, dada la superficie de su territorio, siempre va a necesitar los servicios satelitales. A raíz de los avances tecnológicos, allá por 2007 comenzamos a trabajar en el concepto de “vehículo estratosférico no orbital”. Se trata de un dron de grandes dimensiones, que deberíamos poner en la estratósfera para que haga las veces de satélite. Teniendo una red de estos vehículos estratosféricos no orbitales, podríamos hacer lo mismo que hacen las constelaciones de satélites. Tengamos en cuenta que, cuando empiecen las guerras en el espacio, lo primero que van a destruir son los satélites de baja órbita. Estos vehículos, en cambio, no van a ser destruidos y nos permitirían desarrollar las mismas actividades que hoy hacen los satélites. Es un proyecto integrador de las capacidades de ciencia y tecnología del país. Desde el punto de vista aeroespacial, Argentina siempre ha venido haciendo lo que hacen los demás y eso nos pone a la cola del negocio. Lo que tenemos que hacer es ponernos por delante de esa ola tecnológica y esperar que llegue para montarnos a ella. Nos permitiría contar con una capacidad tecnológica en la que, hoy por hoy, solo están trabajando cuatro o cinco países.

miércoles, 9 de octubre de 2019

Ex soldados “Manchaleros” piden a Macri un desagravio en su visita a Salta

Por Agustín De Beitia – La Prensa - Después del homenaje a los héroes de Formosa, los bravos “manchaleros” reclaman ser reconocidos. El peronismo los envío en 1975 a Tucumán como parte de la Operación Independencia y debieron soportar un feroz asedio del ERP. Cuarenta años después se los trató de genocidas y se los quiso asociar al gobierno militar. El presidente Mauricio Macri tendrá la ocasión de darle continuidad al homenaje que rindió la semana pasada a los héroes de Formosa cuando visite mañana la ciudad de Salta. Nueve de los soldados salteños que libraron en 1975 el "Combate de Manchalá" contra una fuerza del ERP mucho más numerosa le piden ahora a Macri que los reciba, luego de años de tratos deshonrosos de la administración kirchnerista, que intentó borrar su gesta de la memoria, demolió un monumento en su honor y llegó al extremo de tacharlos de "genocidas". En una carta abierta que se conoció en las últimas horas, los soldados dicen esperar "un desagravio" que consideran "justo", luego de haber "defendido a sangre y fuego el territorio nacional, el estado de derecho y la sociedad en su conjunto de las bandas subversivas ERP y Montoneros". La carta, fechada el pasado domingo, está firmada por Marcelo Zubelsa, Luis Arce, Osvaldo Alcalá, Aldo Parada, Dardo Rojas, Luis Peñaranda, Rodolfo Demayo, Roberto Mamaní y José Romero, y por las viudas de otros dos soldados: Ester Alvarez, por Jesús Roque Pucapuca, y Juana Valdivielso, por Oscar Oñativia. Todos ellos solicitan un encuentro con el jefe de Estado en el solar del monumento al Combate de Manchalá que fue vuelto a erigir en la ciudad de Salta. Los autores formaron parte de un grupo integrado por media docena de suboficiales y una veintena de soldados que el 28 de mayo de 1975 derrotaron a una fuerza de 120 guerrilleros que se dirigía a la ciudad tucumana de Famaillá con el objeto de tomarla. El enfrentamiento tuvo lugar en el marco de la Operación Independencia ordenada por el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón para combatir la guerrilla en esa provincia. Los soldados salteños pertenecían a una sección del Batallón de Ingenieros de Montaña 5. Ese día se encontraban en ese paraje tucumano, cercano a la localidad de Río Colorado, pintando una escuela rural, una de las tareas que el Ejército realizaba en el marco de un plan de acción cívica. "Quiso el destino -dice la carta de los ex combatientes- que en pos de su objetivo (los guerrilleros) pasaran por la escuela de Manchalá, donde se libró el feroz y desigual combate". Los guerrilleros sometieron a un encarnizado asedio de siete horas a los soldados, que mantuvieron la posición con fiereza, hasta que los atacantes finalmente se replegaron de noche ante la llegada de refuerzos a gran escala para los sitiados. "El resultado -subrayan los autores de la carta- constituyó un golpe letal al terrorismo subversivo". Los manchaleros expresan en su misiva que el Estado argentino, "como un reconocimiento a su actuación", erigió el monumento "Al combate de Manchalá" en Salta. "Dicho monumento -continúan- permaneció allí desde la segunda mitad de la década del '70 hasta el año 2013, fecha en que fue demolido por el gobierno de Cristina Kirchner con falaces y ridículos argumentos, tales como que se trataba de un homenaje al Plan Cóndor y no al combate de Manchalá". Entre otros agravios, los autores de la carta recuerdan que "se tildó de genocidas a los soldados que fuimos atacados en dicha acción" y que también "se inscribió al combate dentro de la figura de crimen de lesa humanidad". Los soldados le reconocen a Macri con regocijo que "durante su actual gestión como presidente de la Nación otro monumento al Combate de Manchalá se levantó sobre las ruinas del anterior". Sin embargo, agregan, "sentimos que el Estado nacional aún no ha reparado expresamente el agravio que nos hiciera en 2013 por el gobierno anterior. Hemos sido tildados de genocidas y criminales de lesa humanidad y ninguno de los tres poderes nacionales y/o provinciales ha considerado lavar esa afrenta gratuita que se nos ha hecho". Solo lo hizo el Concejo Deliberante de Salta, años después. El pedido de los ex combatientes a Macri es que "repare públicamente esa deuda de honor que el Estado tiene con nosotros" y que "canalice alguna solución pertinente para aquellos de nosotros que se encuentran en difícil situación". Es "obscenamente injusto", concluyen, que quienes "combatimos por la patria" estemos "pidiendo que no nos tachen de genocidas", "mientras los terroristas que la atacaron reciban honores, pensiones y todo tipo de prebendas"

La Iglesia explicó su rol en el anuncio del plan de Fernández para combatir el hambre

Por Mariano de Vedia – La Nación - El titular de Cáritas le dio un respaldo institucional a la iniciativa de campaña; con una presencia institucional, marcada por el obispo de Quilmes y presidente de Cáritas, Carlos Tissera, la Iglesia acompañó el lanzamiento del programa contra el hambre, presentado por el candidato presidencial Alberto Fernández. El compromiso con la urgencia alimentaria se completó con el acompañamiento de curas villeros porteños y otros sacerdotes que trabajan en barrios populares del conurbano. "No fue una adhesión política, ni un respaldo de campaña. La Iglesia fue convocada como otras organizaciones que trabajan en la asistencia alimentaria", explicaron a LA NACION voceros del Episcopado, al interpretar el alcance de la presencia eclesiástica en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Al margen del significado institucional, cerca del candidato del Frente de Todos valoraron la presencia del titular de Cáritas, según pudo saber LA NACION. La iniciativa de Fernández contempla la creación de un Consejo Federal contra el Hambre, al que serán invitados representantes de distintas confesiones religiosas, universidades, sindicatos, cámaras empresariales y organizaciones sociales. "Lanzamos ahora los lineamientos generales para ponerlo en marcha a partir del 10 de diciembre. En la Argentina se quebró una línea y hay hambre y malnutrición. Hubo un aumento permanente en el costo de los alimentos y un fuerte endeudamiento familiar ", explicó a LA NACION Daniel Arroyo, vocero de Fernández en políticas sociales. Y estimó que no solo la Iglesia Católica se preocupa por el tema, sino también líderes evangélicos y de otros cultos. Al acto de Agronomía se sumaron referentes de los curas villeros, como el padre Pepe Di Paola. Varios de ellos habían compartido un encuentro con Fernández hace tres semanas en el santuario de San Cayetano, donde conversaron sobre el hambre como "cuestión urgente y prioritaria", así como la importancia de distribuir alimentos de calidad entre los sectores más postergados. Otro tema de esa reunión celebrada en Liniers, a la que concurrieron los curas villeros Pedro Baya Casal, Nicolás Angelotti, Lorenzo de Vedia y Basilicio Britez, junto con el obispo Gustavo Carrara, fue la integración social y urbana de las villas. Acompañaron ese día al candidato presidencial los dirigentes Santiago Cafiero y Fernando Navarro. Por otra parte, estuvieron en Agronomía otros sacerdotes alineados con corrientes comprometidas con el kirchnerismo, como el padre Paco Olveira, que estuvo varios años en la Isla Maciel y reside desde hace meses en la diócesis de Merlo-Moreno. Al margen de la situación social, en la Iglesia hay voces que insisten en priorizar la exteriorización de gestos de unidad. El domingo pasado, al cerrar la peregrinación de miles de jóvenes a Luján, el obispo de Morón, Jorge Vázquez, dijo que el pueblo argentino está "sediento de paz y hambriento de justicia, no quiere ningún tipo de grieta y enfrentamiento estéril, y está cansado de divisiones". Pobreza en alza Monseñor Tissera conduce desde 2011 la diócesis de Quilmes, la sede del recordado obispo Jorge Novak, y -como su predecesor- mantiene un fuerte compromiso con los derechos humanos y el combate contra la pobreza. La semana pasada, al conocerse los últimos datos del Indec, declaró que el 35,4% de pobreza, que afecta a 14,4 millones de argentinos, "refleja la realidad que vemos en los comedores, merenderos y centros comunitarios, en el conurbano bonaerense y las grandes ciudades del interior". Frente al crecimiento de la pobreza, el presidente de Cáritas advirtió que a ese preocupante registro se suma el "cierre de las fuentes de empleo y el aumento en la atención de jóvenes, familias y adultos mayores", además de alertar que "la jubilación mínima no alcanza a cubrir la canasta básica, ni medicamentos". En la visión de Tissera, nacido en Río Cuarto hace 68 años, la Iglesia habla de pobres y no de pobreza. "Son personas que sufren y ven limitado su progreso. Muchos jóvenes se ven frustrados a temprana edad, por la rotura de los lazos familiares, la falta de proyectos y de contención afectiva", declaró recientemente. Y le preocupa que "queden expuestos a problemáticas profundas, como las adicciones, la trata de personas, el trabajo esclavo y la violencia doméstica". Ayer, además, en un seminario realizado en la Universidad Católica Argentina (UCA), se debatió sobre los desafíos de la inclusión social y laboral en el país. Entre otros expositores, estuvieron el exministro Gustavo Beliz, que había acompañado el día anterior a Fernández en el lanzamiento del programa contra el hambre y cuyo nombre circula como probable integrante de un eventual gabinete, y el obispo Carrara, vicario episcopal para las villas de emergencia y una de las voces de mayor predicamento entre los curas villeros. También intervino, entre otros, el sociólogo Agustín Salvia, que dirige el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA desde su creación, dispuesta en 2008 por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, cuando las estadísticas del Indec kirchnerista no eran confiables para nadie. Las últimas cifras del Indec muestran un fuerte crecimiento de los índices de pobreza, de casi siete puntos, entre 2017 y 2019. Una temperatura que agita especialmente el termómetro en la carrera electoral. Falta de equidad social El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, también se mostró en las últimas horas preocupado por la situación de pobreza en el país y en su jurisdicción. "Hay más de 100.000 personas en nuestra ciudad que viven en asentamientos", dijo, al describir un problema que se concentra en las grandes ciudades, en las que "a lo largo del tiempo se ha generado una situación de marginalidad". "Lo que más nos falta es la equidad social y el trabajo digno. Todos somos responsables", dijo el arzobispo, al describir una deuda que se arrastra desde la recuperación de la democracia.

Ministro Germán Garavano: "La Corte Suprema parece opositora"

Por Política – La Nación - El ministro de Justicia, Germán Garavano, cuestionó con dureza a la Corte Suprema, luego de varios fallos adversos del máximo tribunal que sufrió el gobierno de Mauricio Macri. En una entrevista que concedió a Radio La Red, el funcionario dijo que el máximo tribunal "parece opositor". "Quiero creer que es una Corte independiente, tan independiente que parece opositora", sostuvo al ser consultado sobre si una mayoría peronista domina al máximo tribunal. "Pero recordemos también que los jueces que la integran también fueron designados por el oficialismo", remarcó el ministro. Garavano pidió hoy "no leer los fallos de la Corte Suprema de Justicia como contrarios al Gobierno" en los casos en los que no van en línea con el oficialismo. Dijo que las decisiones del mayor tribunal del país impactan "en el Estado y por ende sobre el futuro de todos los argentinos". "Los fallos no hay que leerlos como que son contra el Gobierno, porque esta diferencia la va a pagar el Estado, la vamos a pagar todos con nuestros impuestos", apuntó. Los últimos fallos Ayer, la Corte Suprema de Justicia le dio otro golpe al bolsillo del Gobierno. Determinó que los exiliados durante la dictadura militar deben cobrar la misma indemnización que los que estuvieron detenidos durante el Gobierno de facto. La decisión lleva la firma de los jueces Elena Highton, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti. Es decir, de todos los miembros del cuerpo excepto la de su presidente, Carlos Rosenkrantz. Los magistrados declararon inconstitucional una resolución del Ministerio de Justicia de 2016 que había establecido que los exiliados forzados a irse del país durante la dictadura debían cobrar el 25% de lo que percibían los presos por cada día en que estuvieron detenidos a disposición del Poder Ejecutivo El Gobierno había dictado esa norma porque dijo que se había configurado "una desproporción presupuestaria" al aplicar la ley. La semana pasada, el máximo tribunal falló a favor de un grupo de provincias y dictó una serie de medidas cautelares que frenan dos decretos de Macri que afectaron fondos coparticipables. Liberación de presos K Garavano dijo que no se "animaría a decir si hay una música distinta o una situación" diferente en el caso de las prisiones preventivas, luego de que los empresarios Cristóbal López y Fabián De Souza fueran excarcerlados ayer tras haber estado detenidos dos años. "En todo caso haría referencia a los juicios orales y la velocidad que tiene el sistema de justicia para llegar a esta instancia", aseguró Garavano. "Yo siempre he dicho que la privación de la libertad es algo muy fuerte", añadió. Acerca de si los fallos pueden cambiar según los resultados electorales, respondió: "Si fuera así sería peligroso porque sí podría anticipar impunidad sobre hechos de corrupción que todos vimos".

martes, 8 de octubre de 2019

Derechos humanos - Fallo de la Corte: los exiliados de la dictadura volverán a cobrar la misma indemnización que los detenidos en el país

Por Política – Clarin - El máximo tribunal declaró inconstitucional la resolución del Ministerio de Justicia que 2016 redujo al 25% el monto para los casos de exilio forzoso. La Corte Suprema de Justicia dispuso que los exiliados durante la última dictadura militar perciban la misma indemnización que quienes estuvieron detenidos en el país a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. El máximo tribunal lo hizo al declarar inconstitucional la resolución del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que dispuso que las personas que tuvieron que exiliarse forzosamente reciban una indemnización reducida. En 2016, el Gobierno decidió fijar el valor de la indemnización por exilio forzado en la cuarta parte –un 25%- del establecido para aquellos que estuvieron en situación de detenidos-desaparecidos. Hasta aquel momento, se venía otorgando el mismo beneficio indemnizatorio en los casos de detención y en los de exilio forzado: un día de detención era igual que un día de exilio. Ese monto era de 1.019 pesos por día (el cálculo surgía de la Ley 24.043 para ex detenidos, que establece un beneficio por cada día de la treintava parte de la remuneración mensual asignada a la categoría superior del escalafón para el personal civil de la administración pública nacional). Aquella equiparación entre los resarcimientos por detención y exilio llamó la atención de Garavano cuando asumió en Justicia, y ordenó producir un informe en base al cual firmó la resolución que considera que hay una “violación de los principios de igualdad y razonabilidad” en la reparación, y que “reconocer una indemnización completa por cada día pasado en el exterior, excede la finalidad indemnizatoria” que tuvieron los legisladores al sancionar las leyes reparatorias. Cuando Justicia decidió diferenciar los cálculos para las dos indemnizaciones, el “impacto presupuestario” también fue determinante. Con 5.800 expedientes en trámite en 2016 por exilio forzado, si todas las resoluciones hubieran sido favorables el Estado hubiese tenido que pagar $9.495 millones (unos u$s 633 millones de ese momento). Para Garavano, había una “desproporción presupuestaria” que implicaría destinar a los exiliados casi 800% más de lo que el Presupuesto 2016 asignó para cumplir con las 5 leyes reparatorias existentes. Ninguno de esos argumentos fue compartido por la Corte. El fallo de este martes, que fue firmado por los Jueces Elena Highton, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti, es la respuesta al recurso extraordinario interpuesto por María Cristina Fernández, quien debió exiliarse en México entre 1975 y 1983. Fernández reclamó la indemnización establecida para las personas que hubieran sido puestas a disposición del Poder Ejecutivo Nacional durante la vigencia del estado de sitio, o siendo civiles hubiesen sufrido detención en virtud de actos emanados de tribunales militares (ley 24.043). En su decisión, la Corte recordó que en la causa “Yofre de Vaca Narvaja”, resuelta en 2004, estableció que el beneficio otorgado por aquella ley también podía ser reclamado en los casos de exilio forzoso, criterio que fue aplicado en numerosas causas posteriores. Observó que el art. 4° de la ley establece una única manera de determinar el monto del beneficio para todos los supuestos a los que se aplica. El Tribunal sostuvo que el Ministerio no tenía "facultades suficientes" para dictar esa resolución.

Testimonio de la violencia olvidada

Por Agustín De Beitia – La Prensa - Sandro Rojas Filártiga regresa a los Años "70 con “Memorias de un combate". El cineasta, que ya exploró el tema con un documental, reconstruye en un libro de próxima aparición la épica resistencia de un puñado de soldados al ataque de Montoneros contra un regimiento formoseño en octubre de 1975. Todo se cuenta en primera persona. Sandro Rojas Filártiga es un director y productor de cine atípico en nuestro país. En su filmografía se destacan, además de dos documentales sobre Malvinas, otros dos en los que examinó la violencia desatada en nuestro país en la década del setenta, con el foco puesto en la heroica resistencia que presentaron simples soldados ante ataques a gran escala de la guerrilla izquierdista. Un ángulo muy pocas veces transitado por una industria que suele navegar en las aguas de la corrección política. Uno de esos filmes, exhibidos fuera del circuito comercial, y por lo tanto, poco conocido, es Los valientes de Formosa (2013), relato coral de la gesta protagonizada por un puñado de soldados que defendieron el Regimiento de Infantería de Monte 29 (RIM 29), de Formosa, frente a una violenta incursión de Montoneros el domingo 5 de octubre de 1975. Un golpe perpetrado durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Ese día, unos 60 guerrilleros, que buscaban apoderarse de armamentos, y que habían secuestrado un avión de línea para facilitar su huida, se encontraron con una resistencia inesperada. En el enfrentamiento perdieron la vida 26 personas, entre ellos 10 soldados conscriptos, un sargento y un subteniente, además de un agente de policía que fue asesinado en el aeropuerto provincial. Rojas Filártiga, que también es periodista, aunque no ejerce el oficio, se encargó en aquel momento de la investigación y las entrevistas para la película, un material que ahora vuelca en Memorias de un combate (Ediciones El Húsar), que se publicará en noviembre próximo. -El título Memorias de un combate da la pauta de que será un libro testimonial. ¿Podría darnos un anticipo? ¿Qué encontraremos en él? -Efectivamente, Memorias de un combate es un libro testimonial, en el que los soldados que combatieron aquella tórrida tarde de domingo, hace ya 44 años, dan testimonio de lo que vivieron. El libro constará de 49 capítulos, 36 con testimonios de los combatientes y 13 en homenaje a los héroes que entregaron su vida el 5 de octubre de 1975. En esos 13 capítulos hablan madres, hermanas/os, hijos/as de los muertos en combate. Diferencias -¿Por qué cree que el libro se diferenciará de otros que se escribieron sobre el tema? -En realidad, aunque resulte paradójico, no hay mucho escrito sobre el tema. En este libro no abordo específicamente la cuestión política. Me centré en el relato en primera persona de los participantes, palabras que no admiten controversias y que aclaran varios mitos que rondan sobre este hecho. La portada de cada capítulo será una foto personal del soldado que brindó testimonio y una pequeña ficha personal para poder acercarse al hombre. Además de estas fotos, habrá otras varias que ilustran los sitios de combates, junto a otras que son más personales, de la época y actuales. Este año fue mi decimoprimera participación consecutiva en el acto recordatorio. Atesoro más de 3.000 fotos captadas a lo largo de estos últimos 11 años. Por último, se podrán ver croquis del desarrollo del combate. Para esta tarea, le solicité a los ex soldados que dibujen sobre un papel cómo fueron sus movimientos en los 25 minutos que se prolongó el ataque y la defensa el RIM 29. -¿Qué fue lo que más le impresionó de esos testimonios? - Lo que más me impresionó fue la mirada de ellos: la franqueza, el dolor, la tristeza, el orgullo. Todo se trasluce en la mirada de estos valientes formoseños, gente simple, no común, pero con valores difíciles de encontrar hoy en día. Nadie, ninguno de los que dieron testimonio, expresó una palabra de odio o venganza. Sí reclaman Justicia y Memoria. Durante las entrevistas viví innumerables situaciones. La emoción permanente de la mayoría fue una constante. Muchos se han quebrado de dolor e impotencia. Recuerdo hoy a uno de ellos, Simeón Colman, que el día que se sentó frente al grabador me dijo: "es la primera vez en 43 años que voy a contar lo viví aquel día. Es la primera vez también que alguien me pregunta por el 5 de octubre". -El ataque cobró una renovada actualidad en los últimos meses por la denuncia penal que presentó Jovina Luna, hermana del soldado asesinado Hermindo Luna, por el presunto pago de indemnizaciones millonarias a los familiares de 9 de los atacantes. Pero es posible que aun así el caso no sea muy conocido. ¿Por qué cree que vale la pena conocerlo? ¿Qué es lo que más le impactó? -Estoy seguro de que esta épica defensa del Regimiento 29 es una, sino la más grande, gesta del Ejército Argentino. En 2008 pude conocer, durante mi primera visita a la provincia de Formosa, de boca directa de dos de sus soldados defensores, cómo sucedieron los hechos. En ese mismo momento les aseguré que haría un documental. Me llevó 5 años estrenarlo. La defensa del regimiento me conmueve a diario. La injusticia que vienen padeciendo desde hace 44 años estos hombres es indignante e insultante. Cabe aclarar que el ataque se produjo durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, que había asumido la presidencia luego de la muerte del General Perón el 1 de julio de 1974. La fórmula Perón-Perón había triunfado con el 63% de los votos. Es decir que la "excusa" de los que intentaban quebrar el orden institucional carecía de lógica. -Usted dirigió en 2013 Los valientes de Formosa, un filme sobre el tema en el que, además de la dirección, se ocupó de la investigación periodística y de las entrevistas. Siendo director de cine, ¿por qué eligió dar el salto a este otro formato escrito? -En aquel momento realicé 20 entrevistas. El material crudo, en video, llegaba a las 30 horas, y hubo que recortarlo para la película, que tiene una hora y media de duración. Quedó mucho material afuera del documental. Sentía que era inaceptable. -¿Es su primer libro? -Si, es mi primer libro y cometí una ingenuidad o quizás un pecado de soberbia. Creía que era mucho más sencillo escribir un libro que producir y dirigir un documental. Gran error de mi parte. Una lección más que aprendí. La complejidad de escribir o transcribir y darle sentido a un texto, es muy grande. -¿Por qué? ¿Podría explayarse? -La complicación fue pasar a texto la palabra de los combatientes o de las familias de los caidos. Los testimonios fueron vertidos en un grabador o ante una cámara. Uno no escribe como habla. Y manejar la sintaxis fue todo un desafío. Sobre todo teniendo en cuenta que respeté absolutamente la palabra de los protagonistas. -¿Cuánto tiempo le llevó escribirlo y cuál es el balance de la experiencia? -La idea de escribir sobre este suceso comenzó hace 3 años y medio. El balance es excelente, más allá de la complejidad a la que hice mención anteriormente. Contracorriente -Usted tiene otro documental sobre los setenta, La escuelita de Manchalá, que cuenta el feroz asedio que soportaron durante siete horas una decena de soldados y dos suboficiales en una escuela rural de Tucumán de parte de una columna completa del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Un filme que fue producido por el Centro de Estudios Salta. -Sí, en febrero de 2014 comenzamos a producir La escuelita de Manchalá, documental que se estrenó en la Ciudad de Salta el 28 de mayo de 2015, exactamente el día que se cumplían 40 años del combate. Con la mirada puesta al día de hoy, esta experiencia resultó ser muy enriquecedora ya que fue la primera vez que realicé una trabajo que me fue propuesto y no sobre una idea propia. - Su rescate de estos combates, donde se destaca la actuación de simples soldados y la derrota de la guerrilla, va en contra del discurso predominante sobre la década del 70. ¿Por qué se interesó por estos temas? - Porque es doloroso que a más de 40 años de aquellos hechos aún se cuestionen cómo, cuándo y dónde. Es insultante que, al día de hoy, algún trasnochado todavía intente hacer callar a las voces que queremos contar toda la historia, y esos mismos trasnochados son los que arremeten con chicanas propias de ignorantes para silenciarnos. La historia es una, guste a quien le guste, y si no mencionamos los atroces crímenes de las organizaciones armadas que asolaban a nuestro país en la década del "70 la historia estará incompleta. -Después de publicar Memorias de un combate, ¿tiene en vista otro proyecto, ya sea fílmico o escrito? -Estoy en pleno rodaje de Operación Rosario, la recuperación de Malvinas. Para este film cuento con testimonios del coronel Mohamed Alí Seineldín y del almirante Carlos Busser, comandante de la flota, que atesoro en mi archivo personal. Además de entrevistas que estoy realizando a participantes de aquel glorioso 2 de abril de 1982. En materia de escritura estoy abocado a dos proyectos más.

viernes, 4 de octubre de 2019

“¡Acá no se rinde nadie, mierda!”

El último grito del soldado Hermindo Luna, ametrallado a sangre fría por los montoneros: “¡Acá no se rinde nadie, mierda!” - Por Adrián Pignatelli – Infobae - Como conscripto fue uno de los defensores del ataque al Regimiento de Infantería 29 de Formosa, el 5 de octubre de 1975, donde murieron 12 soldados. Se negó a rendirse y a balazos partieron su cuerpo en dos. Su coraje define al formoseño, criado en el esfuerzo diario por salir de una pobreza que golpeaba duro. Hoy muchos conocen como murió pero son pocos saben cómo vivió Un tirón de orejas por mi cumpleaños”, contó a Infobae Jovina Luna, sobre lo último que recuerda de su hermano Hermindo Luna, diez años mayor que ella. En septiembre de ese fatídico 1975 Jovina -que cumplía 11 años el mismo día que mataron a su hermano- le había pedido a su padre, Jesús Esteban, como regalo un viaje en tren, ya que no lo conocía. Convinieron en ir a visitar a Hermindo, que estaba en el cuartel. Ese 1 de octubre le dieron una grata sorpresa. Estuvieron juntos un rato y cuando se despidieron el chico le dio a Jovina ese tirón de orejas típico de los que cumplen años. “Que lo pases bien -le deseó- y decile a mi viejita que pronto voy a ir a verla”. Su papá y su hermana serían los últimos de la familia que lo vieron con vida. Trabajar en el campo Los Luna eran una familia humilde. En un principio vivían en el Paraje Lamadrid, del departamento Patiño, a 30 kilómetros de Las Lomitas, muy cerca de la frontera con Paraguay. Era un punto perdido en el mapa de dos o tres casas precarias donde ni había luz. El padre albañil se las arreglaba con changas, mientras que la madre, Secundina Vázquez, era ama un casa que amasaba panes para vender por la zona. Así criaron a 13 hijos -10 varones y 3 mujeres- que a medida que crecían ayudaban en la economía familiar. Hermindo había nacido el 26 de junio de 1954 y creció sintiendo amor por el campo: lo que más le gustaba era trabajar con los animales. Aprendió a ser hábil para manejarse en el monte y, ya en su infancia, forjó una fortaleza que sorprendía. Con el tiempo, los Luna se mudaron a Las Lomitas, donde también colaboraba en sembrar para el sustento familiar. Cuando creció, con dos de sus hermanos mayores, Nicasio y Mario, construyeron un horno de ladrillos. En uno de los momentos de descanso, se dieron el gusto y se tomaron una foto. Se lo ve a Hermindo, sonriente, el primero desde la izquierda, con pantalones claros. Es una de las pocas fotos que guarda su familia. No había podido ir a la escuela, ya que donde había nacido en un paraje donde no había ningún establecimiento educativo cerca. Además, el trabajo estaba primero. Sin embargo, se esforzó por estudiar y a los 18 pudo terminar la primaria en la nocturna de Las Lomitas. Le gustaba ir al cine a ver películas de acción y en sus ratos libres se sentaba a dibujar y pintar, en cualquier papel que encontraba. “Lo hacía muy bien. Cuando yo era chica con mis hermanos veíamos esos dibujos y los rompíamos, de puro traviesos que éramos. Qué arrepentida estoy de no haberlos conservado”, se lamenta Jovita. Sin embargo, aunque le rompían los dibujos, Hermindo nunca se enojaba con sus hermanos, “era muy compinche”, recuerdan. Le gustaba el fútbol y era hincha de River, pero no tanto por fanatismo sino porque ese era el cuadro de su madre, por quien tenía devoción. Su padre y hermanos eran de Independiente, pero nunca lograron torcer su amor por la camiseta de los millonarios. No tenía demasiados amigos, pero todos eran muy unidos. También tenía una novia, a quien no veía demasiado, por culpa de las tareas del campo y porque el horno de ladrillos estaba lejos de su casa, cerca de un espejo de agua indispensable para la elaboración de ladrillos. Al servicio militar Cuando llegó el día del sorteo del servicio militar, Hermindo tenía la ansiedad a flor de piel. Toda la familia rodeó la radio. Por el número que salió, supo que le correspondía Ejército. Estaba nervioso de que lo destinaran a otra provincia como le había ocurrido a uno de sus hermanos, que debió hacer la colimba en la Marina, en la lejanísima ciudad de Buenos Aires. Cuando le avisaron que su destino sería el Regimiento 29 de Formosa, se alegró. Se quedaría en sus pagos. El día que partía para incorporarse al Ejército, toda la familia se levantó más temprano que de costumbre. Lo acompañaron hasta la estación del tren y lo despidieron. Lo recuerdan feliz agitando su mano por fuera de la ventanilla. En junio tuvo unos días de licencia, que aprovechó para visitarlos. Y luego, nuevamente, partió hacia el cuartel. Sus superiores lo evocan como una persona siempre dispuesta y que disfrutaba atender la caballeriza, ya que le permitía estar en contacto con los animales. El ataque Ese domingo 5 de octubre de 1975, después de almorzar, los conscriptos habían jugado un partido de fútbol y se encaminaban a las duchas. Entre ellos estaba Marcelino Torales, albañil, un chico humilde y peronista que soñaba con ser cantante como Sandro. Pero también, entre ellos, había un traidor: Luis Mayol, un santafecino que estudiaba Derecho y que era un militante montonero. Fue el que le abriría el portón de entrada a 5 camionetas con una treintena de montoneros que llegaban dispuestos, a sangre y fuego, a tomar el Regimiento. Era la Operación Primicia, el bautismo de fuego del Ejército Montonero en pleno gobierno democrático de Isabel Perón. Los montoneros también asesinaron a Edmundo Sosa, un joven que había cedido su franco a otro soldado porque su compañero necesitaba viajar a Clorinda para ganarse unos pesos acarreando bolsas de harina. El destino lo convirtió en una víctima del horror. Los terroristas abatieron al sargento Víctor Zanabria que intentaba operar la radio para dar la alerta. Otro grupo asesinó a sangre fría a 5 conscriptos que dormían. Cuando se dirigieron a otra de las cuadras donde descansaban soldados, se toparon con Hermindo Luna, que a sus 21 años hizo frente a 5 montoneros. Hermindo los ve armados con sus FAL. Le gritan con furia: “Rendite, dame el arma, que la cosa no es con vos”. Luna se pone en alerta y lanza la frase en la que deja grabada todo su valor y amor por la Patria: “¡Acá no se rinde nadie, mierda!”. Una ráfaga de ametralladora lo partió en dos. Cayó muerto sin soltar su fusil. Los disparos alertaron a sus compañeros que hasta ese momento dormían una plácida siesta, Algunos soldados intentaron refugiarse en los baños y los montoneros les arrojaron granadas por las ventanas. El soldado Mayol guió a los atacantes hasta el depósito de armas, ya que el objetivo del ataque era robarlas, pero encontraron una tenaz resistencia de conscriptos. Luego de hacerse con 18 FAL y un FAP –un número increíblemente bajo- emprendieron la retirada, temiendo que los refuerzos no demorarían en llegar. Los montoneros sufrieron varias bajas, producto del fuego de una ametralladora que los soldados habían dispuesto cerca del mástil. Uno de los muertos sería el propio Mayol, a quien su fusil se le había trabado al intentar matar al subteniente Massaferro. Escaparon en un Boing 737 y aterrizarían en un campo por Rafaela, y en un Cessna 182 con rumbo a Corrientes. En el regimiento quedaron 24 muertos, 12 por cada lado. Fallecieron el subteniente Ricardo Massaferro, el sargento Víctor Zanabria, que dejó una esposa y dos hijos, y los soldados Antonio Arrieta, Heriberto Ávalos, José Coronel, Dante Salvatierra, Ismael Sánchez, Tomás Sánchez, Edmundo Sosa, Marcelino Torantes, Alberto Villalba y Hermindo Luna. También murieron tres civiles, ajenos a la acción. “Un día que nunca olvidaré” Ese mismo día, en la casa de los Luna, era todo alegría. La familia se había reunido para festejarle los cumpleaños del padre, que había sido el día 1, y a Jovina, que los cumplía ese día. Comieron empanadas y asaron un chivito. La noticia la recibirían al día siguiente. En el pueblo no había teléfono y el único enlace eran los radioaficionados, que solían contactarse con el puesto local de Gendarmería. “Fue un día que nunca más olvidaré”, nos dice Jovina. Fue su hermano Remigio quien recibió, en su trabajo, el telegrama que comunicaba del fallecimiento de Hermindo. A los tres días el cuerpo llegó a Las Lomitas. Lo velaron en la casa, a cajón cerrado. En el pueblo no existían las casas fúnebres. No pudieron verlo por última vez y la familia debió consolarse con abrazar el féretro. Su hermana aún recuerda como si fuera hoy la cantidad de gente que se acercó, así como la fila interminable que los acompañó hasta el cementerio. Su padre Jesús fallecería en 2003 y su madre Secundina, tres años después. Uno de sus tantos sobrinos lleva su nombre, y a uno de sus hijos Jovina siempre le dice “cómo te parecés a tu tío”. Porque todos saben cómo murió Hermindo, pero también deben saber cómo vivió.

44 años pasaron para el justo homenaje a los héroes del "29 de Formosa"

Por Silvia Mercado - Infobae - Macri anunció subsidios para los familiares de los héroes asesinados en el ataque montonero al cuartel de Formosa El jefe de Estado encabezó un acto en donde rindió homenaje a las 13 víctimas del atentado perpetrado durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. “Es una responsabilidad con la historia”, aseguró Agrupación Defensores del Regimiento de Infantería de Monte 29, buen día”, dijo Mauricio Macri para abrir la ceremonia. “Buen día, señor Presideeeen-TE”, contestaron los soldados. Y se dispusieron a cantar el Himno Nacional Argentino con esa energía distintiva con que lo hacen las formaciones militares. Gran expectativa causó en la familia militar la presencia de Mauricio Macri en el Regimiento Patricios para realizar el primer homenaje de un presidente a los soldados caídos en el ataque montonero al cuartel de Infantería de Monte 29, perpetrado el 5 de octubre de 1975. En su discurso, el presidente Mauricio Macri indicó que su presencia era para “rendir homenaje a los trece héroes asesinados” en el operativo montonero durante el “gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón”, y reconoció a los fallecidos como “vidas entregadas en cumplimiento del deber”. "Nos lo debíamos como sociedad. Durante mucho tiempo el Estado guardó silencio frente a las víctimas, silencio que duele. El terror y la violencia de los setenta debe ser recordado como un capítulo de nuestra historia y como un país al que nunca más queremos volver”, afirmó el jefe de Estado. Mauricio Macri hizo un rápido repaso sobre lo que ocurrió en el ataque al cuartel formoseño. La operación incluyó el secuestro de un avión Boeing 737 en Aeroparque, el cual llevaba 102 pasajeros y 6 tripulantes a bordo; el copamiento del Aeropuerto El Pucú para facilitar la huida del lugar; y la fuga también en un Cessna 182. “Tomaron de rehenes a cientos de personas. Asesinaron a Neli Argentino Alegre, que prestaba servicio a la comunidad desde la Policía Provincial, y después atacaron al Regimiento. Doce vidas más se cobró la defensa del cuartel; trece víctimas entregadas al cumplimiento del deber”, afirmó el Presidente, quien anunció que la próxima semana oficializará con un decreto un subsidio extraordinario en concepto de beneficio indemnizatorio. Definitivamente, era una deuda pendiente de la democracia, ya que 44 años después de ese copamiento ejecutado durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, no solo se privó a los oficiales y conscriptos del reconocimiento simbólico, sino que colocó a los familiares de las víctimas en desventaja económica frente a las pensiones que recibieron los familiares de los atacantes. El acto se transformó -además- en un reconocimiento a los oficiales y conscriptos del Ejército que fueron asesinados por organizaciones guerrilleras entre 1973 y 1976. Las circunstancias de su muerte fueron explicadas en cada caso y todos sus familiares fueron especialmente reconocidos. Luego, cada familiar de los 12 soldados caídos en el copamiento de Formosa recibió del Presidente un cuadro con la foto del homenajeado. El Presidente ingresó al gran salón del Regimiento Patricios, en Palermo, donde se tuvo que realizar el acto por la persistente lluvia que cayó sobre la ciudad de Buenos Aires desde muy temprano, acompañado por el ministro de Defensa Oscar Aguad y el titular del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Bari del Valle Sosa y del Ejército Claudio Pasqualini. Antes de que Macri diera su discurso, el jefe del Ejército fue el primero en hablar: “Recordamos a jóvenes hombres que entregaron su vida por la Patria a través de sus familiares que hace tantos años vienen cargando con esta pérdida”. “Las instituciones republicanas funcionaban normalmente, pero fue un tiempo donde la violencia reemplazó el diálogo”, puntualizó Pasqualini y destacó que se trataba de “jóvenes sencillos, que creían en el respeto por la Patria y cayeron en defensa de un gobierno constitucional y democrático, que permanecen anónimos para muchos argentinos”. Finalmente, precisó que eran “hijos de trabajadores argentinos de vida sacrificada y dura que dejaban atrás la adolescencia y se estaban haciendo hombres”. Y sobre Hermindo Luna, el conscripto que fue ametrallado por negarse a entregar su arma (“¡Acá no se rinde nadie, mierda!”), recordó que era “hijo de un albañil, con 11 hermanos, un gran corazón y un profundo patriotismo”. Con la presencia del candidato a vicepresidente, senador Miguel Ángel Pichetto, el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo, de Derechos Humanos Claudio Avruj, de Cultura Pablo Avelluto, de los diputados Jorge Enríquez y Pablo Torello y el candidato a diputado en Formosa y ex ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaille, el evento colmó las instalaciones con un público conmovido y agradecido. Cuando Macri, en su discurso, anunció el subsidio extraordinario a los familiares de los 12 soldados, muchos rompieron en llanto, aunque muchos ni siquiera eran familiares de las víctimas. “Es histórico”, le dijo un oficial retirado a Infobae, y sacó un pañuelo para secarse las lágrimas.

jueves, 3 de octubre de 2019

Porqué no debaten sobre Defensa Nacional los candidatos a presidentes?

Por Horacio Jaunarena – Clarin - La Defensa de la Nación no fue incluida entre los diez temas que acordaron debatir públicamente los candidatos presidenciales. A diferencia de lo que ocurre en los países desarrollados y en las naciones vecinas, la Defensa no figura en la agenda de la política argentina. Durante las gestiones de sucesivos gobiernos de distinto signo, la Argentina ha comenzado a provocar un desequilibrio por defecto en la región y ha debilitado el control de sus espacios soberanos, ya sean aéreos, marítimos, fluviales o terrestres. Es imposible tener seguridad en un país que no es capaz de controlar su territorio. Frente a esta realidad, el debate electoral podría y debería –independientemente de los encuentros de los candidatos - servir para comenzar a construir consensos en materia de Defensa y Seguridad, como bases de políticas de Estado que, por definición exceden en mucho un mandato electoral. La falta de estos consensos básicos impide la construcción de una política de Defensa que sirva para protegernos. La envergadura de los desafíos que plantean las necesarias alianzas estratégicas, sumado a la aceleración de los cambios tecnológicos, aconsejan algunas medidas inmediatas que den al próximo gobierno –cualquiera sea su signo- el tiempo y el espacio para analizar políticas y acciones que requieren mucho planeamiento y complejas decisiones. Sin pretender acuerdos en ámbitos políticos imposibles de exteriorizar en plena campaña electoral, al presidente Macri se le facilitaría en un eventual nuevo mandato o, de no ser reelecto, dejar una valiosa herencia a Alberto Fernández. Quien de los dos fuese consagrado, podría comenzar a lidiar con la responsabilidad constitucional de Comandante en Jefe, con algunas certidumbres en un mar de incertidumbres. Acuerdos básicos sobre estas cuestiones, no influyen en la competencia electoral y mostrarían un grado de confianza y de previsibilidad sobre nuestro futuro a un mundo que hoy nos mira con curiosidad y desconcierto. La primera de estas medidas inmediatas sería el denominado “blanqueo” de los “suplementos” o sumas no remunerativas que cobran los militares-, que han dado lugar a miles de juicios que seguirá perdiendo el Estado, con el costo añadido que ello significa. Esto implicaría un moderado aumento en las remuneraciones militares, que son bastantes menores que las que perciben los prefectos, gendarmes, policías federales, miembros de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y agentes penitenciarios, conformando una irritante desigualdad. Es urgente, asimismo, la modificación del proyecto de Presupuesto Nacional 2020, pues la asignación de recursos a la Jurisdicción 45 (el Ministerio de Defensa y todo lo que de él depende) no sólo imposibilita el cumplimiento de las responsabilidades que la ley impone a las FF.AA , sino que dificultará hasta la alimentación de los efectivos, con la consiguiente dosis de imprevisibilidad que ello trae aparejado. También es apropiado devolver la conducción del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA) a sus aportantes y beneficiarios naturales, que son Militares, Gendarmes y Prefectos. El poder político durante las dos últimas administraciones arbitró la fusión, que no fue sencilla, pero parece razonable ahora devolver el IOSFA a sus aportantes. Sonaría ilógico que funcionarios políticos condujeran las obras sociales, por ejemplo, de bancarios, docentes o petroleros. El Poder Ejecutivo –el actual y el próximo-- dispone de un instrumento legal muy importante si concreta la reglamentación de la Ley de Reestructuración de las FF.AA, nro.24.948, vigente y no cumplida. El correspondiente decreto oportunamente discutido en profundidad podría contener las medidas básicas para corregir situaciones urgentes, abrir el camino para la modernización de nuestra legislación de Defensa y comenzar la construcción de consensos que deberían, luego, ser llevados al Congreso. Atención especial requiere el proyecto de nuevo Código Penal de la Nación, actualmente en el Senado, uno de cuyos artículos implica una omisión de los militares que puede dar lugar a problemas importantes. El artículo 34 exime de “responsabilidad penal” -puntualiza que “no serán punibles”- a los integrantes de las Fuerzas de Seguridad, policiales o penitenciarias que “en cumplimiento de su deber y uso de sus armas en forma reglamentaria cause lesiones o muerte”. ¿Dónde quedan los militares en igualdad de circunstancias? La omisión implica una grave desigualdad ante la ley, ahora fácilmente corregible, sobre todo en momentos que a hombres de nuestras Fuerzas Armadas se los envía en determinadas misiones que complementan las que realizan nuestras Fuerzas de Seguridad. La debilidad e insuficiencia de una cultura de la Defensa en la Argentina –reduce la cuestión al instrumento militar, a las Fuerzas Armadas, cuando es una necesidad más compleja y abarcativa de otros ámbitos políticos que hoy aparecen poco relacionados. Esta limitación de nuestra realidad, que no tiene solución mágica, pone hoy a nuestros dirigentes frente a la responsabilidad y a la oportunidad de adoptar algunas decisiones adecuadas que permitan construir consensos básicos en materia de Defensa y Seguridad, única manera de garantizar, a nuestros ciudadanos, un ámbito que garantice su libertad, su independencia, la integridad de nuestro territorio, y la defensa de nuestros recursos naturales.

Ay, de los vencidos

Por Vicente Massot – Prensa Republicana - Para el radicalismo fue un triunfo sin fisuras. Mejor, imposible. Para la coalición oficialista a nivel nacional —cuyo futuro es incierto— tuvo un sabor placentero luego de la catástrofe electoral sufrida en las PASO. Para Alfredo Cornejo representó una victoria personal importantísima. Sobre todo, de cara a las pretensiones que abriga de ser uno de los conductores de Cambiemos —o como quiera llamársele— cuando el ciclo macrista toque a su fin. Para Alberto Fernández, en cambio, significó un traspié menor. Su cometido era respaldar con énfasis a la candidata mendocina de Cristina —cosa que hizo— aun a sabiendas de que resultaba una batalla de antemano perdida. Por fin, para Mauricio Macri resultó la confirmación —a esta altura, imposible de obviar— de un fenómeno que anuncia la culminación de su carrera política: aun cuando nadie lo diga en voz alta, nadie desea que haga acto de presencia en los eventos partidarios. Para expresarlo con el idioma propio del tablón, se lo considera un salvavidas de plomo. En otras circunstancias una victoria de semejantes características —en distrito de tanta importancia— podría haber llenado de optimismo a quienes pretenden forjar el próximo 27 una epopeya de esas que luego tienen asegurado un lugar en la historia. Pero, entre el índice de pobreza publicado horas atrás —35,4 %— y la inevitable centralidad del presidente en el camino que falta recorrer hasta que se substancien los comicios, el macrismo se halla condenado a perder. Ello en virtud de dos motivos que conjugados obran un efecto demoledor sobre las de por si remotas posibilidades de forzar el ballotage: una situación social devastadora y un jefe del que la mayoría de sus seguidores —que deben dar pelea en sus respectivos distritos— desea desentenderse. No deja de tener algo de paradojal el hecho de que, en el mismo momento en que Mauricio Macri se ha lanzado de lleno a recorrer el país al conjuro del Sí, se puede, en los territorios bonaerenses que sus intendentes desean salvar de la marea kirchnerista la consigna que se escucha por todos lados sea la de cortar boleta. Néstor Grindetti en Lanús, Nicolás Ducote en Pilar y Diego Valenzuela en 3 de Febrero —para mencionar tres ejemplos significativos— no se han pasado con armas y bagajes al enemigo. En nada se parecen —por cierto— a aquel vergonzoso Borocoto que se vendió al mejor postor. Pero, más allá de la consideración que les merezca el presidente, son conscientes de que la única manera de tener una chance de salir airosos el último domingo de este mes es diferenciándose del nombre que figurará al tope de la boleta partidaria. Tarea difícil —sin duda— aunque no imposible. Ninguno es un traidor. Son realistas y llevan razón, eso es todo. Como quiera que sea, en las tiendas oficialistas el proceso de sucesión no ha comenzado por la sencilla razón de que ninguno de los candidatos con vocación de reemplazar al ex–rey está en condiciones de predecir lo que sucederá en las urnas dentro de cuatro semanas. No sólo eso. Tampoco ninguno acredita el suficiente poder como para hacer valer sus títulos delante de los demás y ser aceptado. La suerte de lo que alguna vez se denominó Cambiemos se juega en los comicios a punto de substanciarse. Cualquiera sabe que en los anchos pliegues de esa alianza conviven radicales, liberales, conservadores, algún que otro peronista, socialistas independientes, demócratas cristianos, demócratas progresistas y anarcocapitalistas, en dosis desiguales. Marcharon juntos en contra del kirchnerismo cuatro años atrás y se encuentran a punto de irse a su casa con la cola entre las patas. Está visto que el miedo al populismo no ha sido suficiente para retener el poder. Lejos de la Casa Rosada, que será ocupada por Alberto Fernández desde mediados de diciembre, queda ahora por ver cuánta fuerza en las dos cámaras del Congreso Nacional tendrán y si Horacio Rodríguez Larreta consigue retener el dominio de la capital federal. Recién cuando estas dos incógnitas se resuelvan habrá un panorama más claro. De momento todo hace suponer que, aun si la musculatura legislativa de Cambiemos fuese considerable y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires permaneciese en sus manos, la que será la principal fuerza opositora tendrá un mando colegiado. Imaginar que en las actuales condiciones Elisa Carrió, Alfredo Cornejo y Horacio Rodríguez Larreta podrán elegir entre ellos un nuevo jefe, es soñar despierto. Y ello en el caso de que decidiesen permanecer unidos. Algo que no resulta seguro ni mucho menos. Como sucede siempre después de una derrota de envergadura como la sufrida en las primarias abiertas del pasado 11 de agosto, no todas los rencillas dentro del macrismo han salido a la luz y los agravios recíprocos —que son muchos— permanecen aún soterrados. Generar un escándalo con unos comicios que están a la vuelta de la esquina no parece conveniente. Pero luego del 27 de octubre o del 10 de diciembre comenzará un pase de facturas impiadoso, del cual sólo se salvarán quienes hayan salido bien parados del trance electoral. Seguramente al presidente, a su mano derecha y a su gurú de cabecera no les irá nada bien. Sobre Macri, Marcos peña y Jaime Duran Barba recaerán todas las culpas sin que les resulte fácil defenderse. Cuando Ítalo Luder cayó derrotado por Raúl Alfonsín en 1983 resultaba fácil predecir que el peronismo —tarde o temprano— recobraría la unidad, perdida debido al porrazo electoral. A su vez, cuando al radicalismo le tocó perder frente a Carlos Menem, a nadie se le ocurrió pensar que el viejo partido de Alem dejaría de existir como consecuencia del desgraciado final alfonsinista. Contrariamente, estaba cantado que la alianza de la UCR y el frente de Chacho Álvarez y Graciela Fernández Meijide no sería capaz de sobreponerse a su huida del gobierno en medio de una situación caótica. ¿Resistirá esta vez intacta la nueva alianza del macrismo, el radicalismo y el Frente Cívico? ¿Podrá capear el temporal y salir a flote o será devorado por efecto de la derrota que sufrirá de manera inevitable en pocos días más? Son preguntas sin respuestas seguras. Eso sí, abandonar a las apuradas el balcón de la Casa Rosada para acomodarse como se pueda en el Congreso Nacional es un cambio que no todos los soportan sin dejar jirones de su integridad en el camino.

El populismo necesita pobreza, ignorancia y fanatismo

Por Félix Lonigro – Clarin - Mucho se habla del populismo y pocas veces se entiende bien el sentido y alcance del término. El populismo no es una forma de gobierno, sino un estilo de gobernar propio de sistemas democráticos cuyos pueblos tienen una escasa cultura cívica. No es que en las autocracias no sea posible la existencia de populismos. En esos regímenes, los gobernantes no necesitan apelar a métodos populistas, ya que gobiernan sin los límites que marca una ley fundamental, o directamente desconociéndolos. Un gobernante populista tiene un objetivo único y principal: perpetuarse en el ejercicio del poder para enriquecerse a costa del erario público, pero haciéndole creer hipócritamente al pueblo que lo ha elegido, que su principal preocupación es verlo feliz. Para construir ese imperio de corrupción, el populista necesita tres ingredientes fundamentales: pobreza, ignorancia y fanatismo. Necesita a los pobres porque se vale de sus necesidades para manipularlos a su antojo por medio de subsidios y prebendas. El secreto del éxito del populista está en evitar que los pobres dejen de serlo, para lograr someterlos mediante la dependencia económica y social, erigiéndose en protector de aquellos y declarándoles falazmente un amor incondicional que no sienten. Por eso jamás hablan en público de los pobres ni dan a conocer cuántos son. El populista también necesita ignorantes, para evitar que la gente descubra la trama del engaño al que se la somete para cumplir sus objetivos. A un pueblo ignorante se lo engaña fácilmente, haciéndole creer que existen enemigos por doquier que desean perjudicarlos, y en ese contexto el populista se erige en una suerte de salvador supremo dispuesto a luchar contra esos supuestos enemigos a los que jamás denuncia ante la Justicia. Y por último, el populista necesita dotar a su pretendida epopeya épica de un relato impregnado de falsedades y sofismas, que se difunde constantemente a través de interminables arengas y discursos emotivos, cuyo objetivo es fanatizar a sus adeptos, quienes a partir de ese fanatismo califican a los opositores de enemigos, provocando grietas sociales insalvables que no sólo aumentan las tensiones sociales, sino que llegan a destruir grupos de amigos, familias, y hasta parejas Es por ello que los populistas tienen un profundo desdén por los límites normativos al ejercicio del poder -justificando sus excesos en la legitimidad popular de su elección- y por el accionar independiente de la Justicia. Creen en la democracia pero no en la república, invocan falazmente que respetan las normas y califican a las denuncias de corrupción en su contra como intentos desestabilizadores provocados por los enemigos cuya existencia invocan permanentemente. Ignorancia, pobreza, fanatismo y corrupción, son los pilares en los que se sustenta el imperio de los gobernantes populistas, tales como lo fueron los Kirchner en la Argentina, los Castro en Cuba, los Correa en Ecuador, los Morales en Bolivia, los Chávez y Maduro en Venezuela, los Ortega en Nicaragua, y también Roussef y Lula en Brasil. No es casual que, derrumbados sus imperios, de a poco vayan pagando las consecuencias de sus fechorías. Mientras tanto, tal como ocurre en Brasil y la Argentina, los vemos despotricar contra jueces “politizados”, que se pronuncian en causas “armadas” por los “enemigos del pueblo”. Contra el flagelo populista, la educación es el único y más efectivo antídoto.

La Corte Suprema sigue prevaricando

Por Alberto Solanet – Prensa Republicana - La Corte Suprema, con el voto en disidencia de su Presidente Dr. Rosenkrantz, el día 25 de septiembre, ratificó una vez más que el beneficio del 2×1 no es aplicable a quienes están acusados de delitos llamados de “lesa humanidad”. Con su decisión por mayoría, la Corte confirmó la inaplicabilidad del principio del derecho penal que impone la aplicación de la norma más benigna a favor del reo, esta decisión afecta a diez detenidos que habían recurrido ante la Corte. La ley 24390, llamada del 2×1 , dictada en la década de los 90, estableció que se rebajaba la mitad del cómputo de la pena de un condenado que hubiera pasado más de dos años en prisión preventiva y sin condena, sin hacer referencia alguna al delito que hubiere cometido. La Corte la empleó al aplicarla al caso “Muiña”, con los votos de Highton de Nolazco, Rosatti y Rosenkrantz. Una semana después, luego de un batifondo armado por los grupos de izquierda de siempre, el gobierno en una infame maniobra, impulsó la sanción de la ley 27362, que fue sancionada con la unanimidad del Congreso, denominada “interpretativa”, que excluyó del beneficio a los imputados por delitos llamados de “lesa humanidad”. Esta ley, verdadero esperpento, no registra antecedentes en la legislación argentina y acredita claramente que tanto el gobierno como la dirigencia política han dispuesto que para esa población no rige ninguna garantía ni derecho del que gozan los argentinos. Son parias, excluidos de la justicia. En diciembre de 2018, el máximo Tribunal, con la única excepción de su Presidente, que mantuvo su voto anterior, determino la inaplicabilidad del beneficio a los casos de  “lesa humanidad” al expedirse en el caso de Rufino Batalla. Tanto Highton como Rosatti, dieron vuelta su voto emitido en el caso Muiña en una demostración de la profunda decadencia en la que está sumida la justicia argentina. Ahora , con el fallo que origina este comentario, la Corte ha cometido un nuevo prevaricato que se inscribe en la demolición del orden jurídico en la Argentina.

miércoles, 2 de octubre de 2019

Guerra antisubversiva - Horacio González pide reivindicar a los asesinos de mi hermano!

Por Jovina Luna (hermana del conscripto Hermindo Luna) – Infobae - A Horacio González: Soy Jovina Luna. Hace unos días usted reclamó “una valoración positiva de la guerrilla de los años 70 y que no se la considere como una elección desviada, peligrosa e inaceptable”. Tal vez lo mueva la culpa y la intención de enmascarar su reconocida incapacidad de convertirse en combatiente. No lo sé. Pero lo cierto es que aún no se han cerrado las heridas de aquella guerra fratricida en la que tanta sangre se derramó y usted les echa sal. Soy hermana del soldado Hermindo Luna, muerto en combate el 5 de Octubre de 1975 cuando un comando guerrillero de Montoneros, en un accionar terrorista que usted pretende sea valorado positivamente, atacó el Regimiento de Infantería 29 de Formosa, para robar armamento y continuar su “lucha armada” contra el gobierno elegido por el pueblo argentino, presidido por María Estela Martínez de Perón. Ese día, los terroristas mataron a mi hermano y a otros nueve ciudadanos argentinos que, como él, cumplían con el Servicio Militar Obligatorio defendiendo la Nación, un Agente de la Policía de Formosa y un Sargento y un Subteniente del Ejército Argentino. En su revista Evita Montonera, la organización guerrillera describió el ataque calificándolo de: “VICTORIA DEL EJÉRCITO MONTONERO”. Señor González, mi hermano fue uno de los que presentó una resistencia que los montoneros calificaron en la citada revista de “suicida” y los hombres de buena fe de heroica. A la intimación a rendirse -“Rendite negro, que con vos no es la cosa”- respondió con el grito imperecedero, salido de sus entrañas: “¡Acá no se rinde nadie, mierda!”. Y ofrendó su vida. Lamentablemente los nombres de los terroristas muertos en ese enfrentamiento fueron colocados en el “Parque de la Memoria”, para homenajearlos, diciéndonos que ”murieron por ideales de justicia y equidad” y sus familiares fueron indemnizados con 7 millones de pesos cada uno. Y el “relato” de los “jóvenes idealistas” se enseña en las escuelas de todo el país. Pero la verdad histórica es que los heroicos soldados defendieron la Nación de la barbarie a la que los terroristas nos querían someter. Héctor Ricardo Leis, ex integrante de Montoneros, la supo sintetizar: “El potencial terrorista de los Montoneros era imposible de prever. Existía un cálculo inconfeso de medio millón de víctimas –entre prisiones y fusilamientos- que serían necesarias luego de tomar el poder para que el socialismo pudiera sobrevivir”. No debemos quedarnos estancados en el pasado, pero un pueblo que no recuerda con respeto y gratitud a quienes ofrendaron su vida por él se encuentra destinado al fracaso y a la repetición de sus tragedias. A 44 años de aquella trágica jornada puedo afirmar que todos los familiares de los soldados caídos ese día estamos muy orgullosos del legado que nos dejaron con su sangre. Entraron en la historia grande del país y forman fila al lado de los mejores soldados que lucharon por nuestra la libertad, los de San Martín, de Belgrano y de Güemes. Sepa, señor González, que el grito de mi hermano va a terminar escuchándose en toda la Argentina que quiere vivir en paz, libertad y democracia, si los violentos, como usted parece proponer, vuelven a amenazar nuestra existencia. Confío en que, con la ayuda de Nuestro Señor, en la Argentina de 2019 se ignore su descabellado pedido. Invito a todo argentino de buena voluntad a que, comprometidos con la verdad, la justicia y la paz, evitemos seguir sembrando nuevos odios.

Guerra antisubversiva - Macri homenajeará a militares caídos en ataque de Montoneros

Por Agustin De Beitía – La Prensa - En plena campaña electoral, la presencia del Presidente será una forma de potenciar los gestos de reconocimiento hacia las FFAA que puso en marcha este gobierno hace dos años. Por primera vez se hará un acto en el Regimiento de Patricios. El presidente Mauricio Macri rendirá homenaje por primera vez a los militares que arriesgaron su vida o murieron en ataques de organizaciones guerrilleras, en un acto que tendrá lugar el próximo viernes en el Regimiento de Infantería 1 "Patricios" (RI1), según fuentes castrenses El acto que encabezará Macri rendirá tributo a los soldados y oficiales asesinados por montoneros el 5 de octubre de 1975 en el intento de copamiento del Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa, y también a otras víctimas de la subversión La ceremonia, decidida en los últimos días a pedido del Ejecutivo, comenzará a las 11.30 y contará con la presencia de autoridades nacionales. Aunque los detalles aún se están ajustando, se espera la asistencia del ministro de Defensa, Oscar Aguad, del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, y del Jefe de Estado Mayor General del Ejército, el teniente general Claudio Pasqualini, indicaron las fuentes En plena campaña electoral, la presencia del Presidente será una forma de potenciar los gestos de reconocimiento hacia las FF.AA. que puso en marcha este gobierno hace dos años, y se producirá tras la polémica que suscitó el reclamo surgido días atrás desde el kirchnerismo de "una valoración positiva" de la guerrilla El acto en Patricios no reemplazará al tradicional homenaje que se rinde en Formosa a los caídos en ese ataque, dentro del propio RIM 29. En el aniversario del año pasado, Avruj viajó a la provincia de Formosa. Fue la primera vez que el Estado participaba del homenaje desde el regreso de la democracia. El general Pasqualini, en aquella ocasión, condecoró a los defensores del cuartel y a los familiares de los caídos Intento de copamiento: el 5 de octubre de 1975, durante el gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón, Montoneros intentó copar el RIM 29 de Formosa en busca de armamento y encontró una inesperada resistencia de los soldados que defendían el cuartel, lo que dio lugar a un intenso combate que causó la muerte de 12 militares, un policía y nueve miembros de la organización guerrillera. Ante la resistencia, los guerrilleros se replegaron y huyeron en un avión comercial de Aerolíneas Argentinas que habían secuestrado y en un avión Cessna de cuatro plazas.Al día siguiente, el entonces presidente provisional Italo Luder, quien estaba a cargo de la presidencia por licencia de la titular, dictó los llamados Decretos de aniquilamiento, 2771/75 y 2772/75, extendiendo a todo el país la orden de "aniquilar el accionar de los elementos subversivos", ya establecida con el Operativo Independencia para la provincia de Tucumán El caso volvió a cobrar relevancia a fines de junio último cuando Jovina Luna, hermana de uno de los conscriptos asesinados aquel día, Hermindo Luna, presentó una denuncia penal para que se investigue el presunto pago de indemnizaciones millonarias a los familiares de los montoneros abatidos en el intento de copamiento del cuartel, cuyos nombres son además honrados por el Estado en el Parque de la Memoria. La denuncia recayó en el juzgado federal de Daniel Rafecas

martes, 1 de octubre de 2019

Santiago Kovadloff “No le creo a Alberto Fernández"

Por La Nación - Lo dijo el escritor, filósofo y ensayista Santiago Kovadloff, en Odisea Argentina, el programa conducido por Carlos Pagni. Allí opinó sobre la coyuntura política a menos de un mes de las elecciones generales. "La impresión que tengo es que el pasado sigue jugando un papel protagónico", comenzó. Para el pensador, ambos candidatos tienen como discurso una promesa republicana. " [Alberto] Fernández en el fondo ofrece lo que ofrecería [Mauricio] Macri: que no vuelva el populismo, que no vuelva Cristina. Pero, ¿quién le cree? Su dificultad es ser verosímil respecto a su pasado y a su porvenir. No le creo porque simplifica su discurso, por ejemplo, cuando dice que el pacto con Irán fue un 'desliz ético', a mí me parece que le está robando complejidad a un problema trágico", opinó Kovadloff. Respecto al análisis sobre el papel protagónico que estaría jugando el pasado en esta elección, el filósofo dijo que se hace referencia constantemente a aquello que se debe "dejar atrás". "Por un lado, el pasado en el oficialismo aparece como "lo que ha sido escuchado" y que va a ser dejado atrás, como errores económicos que ya no se cometerán. En la oposición, representada por el candidato Alberto Fernández, el pasado aparece como aquello que será desoído y será superado a través de una gestión que reúne los atributos del republicanismo", sostuvo. No obstante, dijo respecto al porvenir: "Sin embargo, existe una compleja situación económica financiera que tendrá que enfrentar el que gane". Luego, comparó ambas propuestas políticas. "Macri le ha prometido a su electorado dos cosas: consistencia institucional republicana y una política económica que sustraiga a la clase media del enojo y del desencanto. Lo que no me queda claro es cómo se concilian ambas cosas. ¿Qué procedimientos empleará?", se preguntó. Asimismo, sobre un posible triunfo de Alberto Fernández, cuestionó: "También veo el mismo problema: ¿cómo hará para imponer ideales republicanos en una estructura partidaria tan polifacética y contradictoria como es la que lo ha convertido en candidato? ¿Qué economía es la que llevará adelante, la de un Estado sin recursos, o de un Estado que contradiga las expectativas del kirchnerismo?" "Estamos ante dos candidatos que se enfrentan a la dificultad de prometer verosimilitud y frente a la necesidad de construir una imagen novedosa, que pareciera no terminar de ser verosímil, porque las disputas internas de cada una de estas fuerzas no muestran homogeneidad", sostuvo Kovadloff. Ante un posible triunfo del Frente de Todos, el académico analizó cómo podría continuar la relación diplomática entre la Argentina y Brasil. En esta linea, opinó que no cree que se produzca una fractura entre ambos países. "El sentido común allí puede preponderar. Creo que [Jair] Bolsonaro llegó a la presidencia por motivos similares a los que están pasando en la Argentina. Son figuras sintomáticas, tienen valor temperamental más que político", dijo. Por último, consideró que se está viviendo una "degradación de la política", en relación a una constante caída de la fe en el porvenir. Además, analizó: "Creo que la política argentina en su conjunto ha perdido credibilidad discursiva. Las palabras ya no representan un poder de verosimilitud. Se ha deteriorado el valor de la palabra, o se ha callado lo que era verdad". Y concluyó: "Argentina tiene una enorme facilidad para soñar con la redención, con cambios estructurales que van a sobrevivir, Dios mediante, porque hay quién los lidere. Si no capitalizamos el fracaso, la política se convierte en una ilusión. Tengo la impresión de que estos dos candidatos están enfrentados a una complejidad que están tratando de alguna manera de no llevar al plano del discurso, sino de vivir del miedo ajeno"