viernes, 22 de diciembre de 2017

Saludo navideño de UPMAC al cual se adhiere Retirados de las FFAA - Tucumàn

Estimados camaradas en actividad y retirados, pensionistas y familiares y amigos: Llevamos transitados años difíciles, lo sabemos. Nuestras esperanzas parecen desvanecerse y los objetivos más lejos de lo que quisiéramos, pero no los abandonamos, y estamos convencidos de alcanzarlos, con esfuerzo, y con el infaltable apoyo de todos ustedes. Pidamos al Señor, en esta Navidad, nos dé la paz, la serenidad y el tesón necesarios para enfrentar todos los obstáculos que nos pone la vida, superándolos sin perder el rumbo, en la certeza de que anhelamos para todos un futuro mejor. Y para quienes sufren injusta privación de su libertad por haber defendido a la Patria y sus instituciones, el ánimo y la templanza que mitiguen su sufrimiento. ¡ FELIZ NAVIDAD y un PRÓSPERO 2018 !

jueves, 21 de diciembre de 2017

La reuniòn del G20 en Argentina - Las FARC, el Foro de San Paulo y Compañía, van por toda Latinoamérica

(Por María Celsa Rodriguez)- El grupo terrorista FARC de Colombia y otros grupos peligrosos de la región latinoamericana, luego de la reunión del Foro de Sao Paulo en Europa, parecen haber modificado su estrategia para tomar el poder en toda la región por medio de la violencia, y esta vez lo harán fortalecidos con dinero del Islam radical. De acuerdo a recientes informaciones recibidas, sabemos que las FARC colombianas estarían operando en la cordillera patagónica, a través del puente de acuerdo tendido con la comunidad Mapuche, buscando sembrar el terror al tiempo que dicen “atacar al capitalismo”, con el supuesto objetivo de recuperar su territorio en la Patagonia mediante la expulsión de los actuales propietarios de esas tierras y de las empresas transnacionales allí instaladas. Desde hace varios años se sabe que en la zona de La Araucanía, en Chile, donde reside un grupo de la etnia mapuche, que también se encuentran diseminados en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut en Argentina, estaría siendo entrenado por miembros de las FARC. Es más, la Cámara de Diputados chilena creó una comisión especial para investigar la inseguridad en la región de La Araucanía, donde se estaban dando focos delictivos de carácter terrorista (incendios forestales, destrucción de inmuebles, etc.) y la vinculación de ciudadanos chilenos en actividades paramilitares y su entrenamiento por parte de las fuerzas terroristas colombianas. La cordillera patagónica es un ambiente ideal para el entrenamiento militar de alto impacto, ya que cuenta con bosques y montañas similares a las de la geografía colombiana, y en materia fronteriza, se sabe que Argentina tiene un nulo control en los cruces de frontera, lo que lo hace altamente propicio para sus propósitos. ¿Cuál es el propósito de esta nueva alianza? Las FARC buscan extender sus territorios para desarrollar actividades terroristas, donde el tráfico de drogas ilegales constituye la mejor forma de financiarse. De manera similar a la que operan sus aliados del narcoestado de Bolivia que financian su “revolución masista” con la cocaína e impulsan el enfermizo ideal de un “Evo eterno”. La droga de las FARC se distribuye a través de las rutas ecuatorianas y va con destino a España, Nicaragua, Estados Unidos, Japón y Singapur, con bases en México y Venezuela. Algunas de estas rutas son de las FARC y otras son de otros carteles de narcotraficantes y se paga un “impuesto” para usarlas. Siendo Tumaco (en Colombia) la sede central más grande de la droga. Los guerrilleros son entrenados para manejar el negocio del narcotráfico, la venta de armas, y para encargarse de administrar de manera efectiva “los cristalizaderos”, donde se trabaja la pasta base de cocaína para convertirla en cocaína pura de máxima calidad, y luego poder distribuirla por distintas partes del mundo, siguiendo distintas rutas de Latinoamérica, por eso necesitan asentarse en puntos claves del territorio, para instalar depósitos fraccionadores para su posterior exportación. Por eso es tan importante para ellos lograr el control territorial, y el acuerdo de “paz” decretado por el Presidente Juan Manuel Santos, evidencia un propósito aún más oculto para el público en general, que es el de perpetuarse en el poder en Colombia. Desde los años 60 hay una búsqueda constante de las FARC de establecer “zonas de reservas campesinas”, para controlar el cultivo de la hoja de coca utilizando el discurso socialista como una estrategia de convencimiento popular para obtener más poder. Ahora, buscan utilizar a los mapuches con ese objetivo, y Argentina y Chile se convertirán así en su centro de operaciones. Actualmente, las bandas criminales (Bacrim) que operan en el territorio colombiano con aliados estratégicos como el ELN y las FARC, son los que están manejando el negocio. Pero se sabe que también hay otros grupos guerrilleros disidentes de las FARC apoyándolos. También están Los Rastrojos, el Clan Úsuga y los grupos disidentes del ERPAC y desprendimientos de los cárteles de México que se asociaron para transportar drogas ilegales hacia los Estados Unidos. El narcotráfico hoy está ligado al mundo empresarial con sus propias ramas de operadores, especialistas y asesores que manejan esta multinacional del delito que mueve miles de millones de dólares por día, gracias a sus sucursales en toda Latinoamérica, y la complicidad de sus representantes políticos dentro de los gobiernos del socialismo del Siglo XXI. En Argentina fue el gobierno de los Kirchner, asociado con Cuba y Venezuela, los que dieron las llaves para que la droga colombiana ingrese al país para consumo interno y exportación. Las zonas calientes son la Provincia de Buenos Aires, Rosario y el norte del país, donde cuentan con centro de aterrizaje, campos de fraccionamiento, concentración y depósito desde donde se exporta la droga. Por otro lado “los jefes disidentes de las FARC que fueron expulsados de esa guerrilla por no asumir sus directrices, formaron una alianza con la banda criminal de origen paramilitar llamada Clan del Golfo para proteger sus rutas de narcotráfico”, se sabe que “cuentan con al menos 300 guerrilleros de las FARC en sus filas” y mantiene relación con el Cartel de los Soles, de Venezuela, operando en las fronteras de este país y de Ecuador, y su modo cruel de operación es reclutar jóvenes y mujeres, bajo amenaza y extorsión. Fuentes especializadas estiman que las guerrillas activas, cuentan con más de 13.000 integrantes diseminados en toda Latinoamérica. Una de las evidencias más fuerte, es la que hace el abogado Felipe Silva entrevistado por la Revista “Que Pasa” donde expone “un informe sobre un “documento de más de 400 páginas que le entregó el edecán del entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos -hoy presidente de Colombia- y que acusa un vínculo de las FARC y grupos mapuches, y de los lazos que el grupo guerrillero mantuvo con el Partido Comunista (PC)”. Pero Santos decidió no hacer nada al respecto, y hoy decidió unilateralmente rendir a su país ante las actividades extorsivas de los grupos terroristas.“La cantidad de ataques, el orden con que actúan, la logística, la capacidad para hacer daño y replegarse evidentemente corresponden a personas que recibieron instrucción armada. Y aquí no se hizo nada”, dice el abogado. “Un conjunto de correos electrónicos encontrados en el computador de Raúl Reyes, el segundo hombre más importante de las FARC, y el encargado de la propaganda internacional del grupo terrorista, abatido en marzo de 2008– y cuyo contenido íntegro siempre se mantuvo bajo total confidencialidad” ¿Por qué? “Si bien nunca se hizo público el contenido completo de la carpeta, el conflicto político fue evidente: varios de los ministros de entonces acusaron a Piñera y Espina de “ser parte de una operación política y personas que pusieron temas de política exterior y seguridad nacional como temas de política interna”. Muchos, incluso, pusieron en duda la veracidad del informe y lo tildaron de “montaje”. Asimismo “la justicia consideró que los correos electrónicos no eran una prueba legal, al haber sido incautados en territorio ecuatoriano, sin las autoridades de ese país. Arias afirma que efectuaron una investigación “profunda y exhaustiva”. Y que si bien, pudieron probar la vinculación del PC con las FARC, las conductas no eran constitutivas de delito en Chile. Lo que sí comprobó es que una decena de mapuches viajaron a campamentos colombianos, y que luego estuvieron vinculados a actos criminales en Chile. “Hubo presos, pero la mayor parte de ellos salió en libertad”. “Creo -piensa el abogado- que hay un desaprovechamiento de esta información para calificar estos delitos como corresponde: asociación ilícita o que se haya aplicado la Ley de Seguridad Interior del Estado para tipificarlos de alguna forma. El tema es que no lograron judicialmente solucionar el problema. Los cabecillas después de seis años siguen intocables, los daños se están multiplicando, las zonas de conflicto se han ampliado y la capacidad que tiene el Estado de reaccionar es nula”. Seguramente no se hizo nada porque Santos y las FARC mantienen un acuerdo oculto. Porque Juan Manuel Santos, a quien han apodado “el sastre de las FARC”, esconde oscuros negocios con ellos, que a la larga convertirán a Colombia en un país expuesto al narcotráfico peor de lo que es hoy Venezuela. Santos ha traicionado a los colombianos y a la Constitución y detrás de su imagen de Premio Nobel de la Paz, hay un guerrillero discípulo del finado Fidel Castro. Mientras tanto, la Ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich aún no ha entendido la magnitud del problema, y no creemos que está en condiciones ejecutables de solucionarlo, porque no tiene ni la capacidad ni los hombres con el entrenamiento, el conocimiento y la estrategia para hacer frente a la problemática del narcotráfico y la fortaleza delictiva de la guerrilla colombiana. Como dijo el ex Presidente Uribe: “Las FARC han tenido dos triunfos que nunca habían esperado y que los concedió Santos: uno es el reconocimiento por parte de Estados Unidos y de Europa a pesar de que es el cartel narcoterrorista más grande del mundo. Ahora quieren imponer, a través de los acuerdos, un camino marxista leninista […] Nosotros tenemos que defender nuestra democracia contra eso” Y Álvaro Uribe sabe como defender Colombia. Quizás él es el camino. El mal es el Foro de Sao Paulo A mediados de diciembre pasado se reunieron en Berlín, Alemania, el Partido de la Izquierda Europea, el Foro de Sao Paulo y los cabecillas del Islam radical con sus petrodólares. Allí supuestamente analizaron el proceso de desarrollo del socialismo en Cuba, qué pasará después de la muerte de Fidel Castro, y cómo reorganizarse. La realidad es que se reorganizaron para exportar a toda América Latina su ideología de muerte y miseria, como ya lo han hecho efectivamente en Cuba y Venezuela. La reorganización y el crecimiento de estos frentes violentos nos debe preocupar a todos, ya que buscan infiltrarse con crudeza en todos los espacios de poder y en la toma de decisiones de las agendas políticas y económicas con el propósito de vitaminizar las políticas populistas, debilitar y quebrar las ideas liberales y republicanas de occidente, donde la familia es el núcleo principal de la sociedad. Operando a través de movimientos “sociales”, sindicatos, partidos políticos, centros de estudios y ONGs, impulsan sus peligrosas ideas, atacando el libre comercio, la propiedad privada y la libertad individual, reemplazándolos con narcotráfico, corrupción, ignorancia, resentimiento y pobreza para toda Latinoamérica.

Vuelve la polémica sobre el papel de las Fuerzas Armadas

(Por Fabiàn Callè) - Resulta llamativo que casi ningún país de la región y del mundo, con gobiernos de izquierda o derecha, se haya dado cuenta de la viabilidad de no tener Fuerzas Armadas. ¡La Argentina siempre a la vanguardia! El pasado 7 de diciembre el multipremiado escritor Martín Caparrós publicaba en la versión de habla hispana del The New York Times una polémica y aguda nota titulada "Cuarenta y cinco muertes argentinas y el futuro de las fuerzas armadas". A lo largo de su dilatada carrera, el autor no se ha especializado en temas ligados a la defensa nacional y cuestiones de estrategia, si bien no dejan de estar presentes en parte de la monumental obra La Voluntad, en donde, junto con Eduardo Anguita, abordaron la violencia política en los setenta. Leyendo sus páginas y habiendo transitado la pasada década argentina, uno no puede dejar de recordar a Marx cuando advertía que la historia suele darse primero como tragedia y luego farsa. Caparrós y Anguita ponen en blanco y negro la fase de tragedia. No obstante, allá por fines del 2009 Caparrós le dedicó un par de artículos a la temática de la utilidad y el papel de las Fuerzas Armadas argentinas, con una línea argumental que la reciente nota en el Times solo continúa y refuerza. De más está decir que la tragedia del submarino “San Juan” y sus 44 tripulantes actuó seguramente como disparador para volver a la carga con el tema, que se combina con la muerte de un ciudadano argentino de origen mapuche durante una operación de las fuerzas de seguridad siguiendo una orden judicial para poner fin a una ocupación ilegal, en la que aun los partidarios mediáticos y políticos de los infractores admiten que se procedió a lanzar piedras y boleadoras a los prefectos. La Justicia deberá determinar si también hubo intercambio de disparos de armas de fuego, con la dificultad adicional del paso de numerosos días entre el hecho mencionado y cuando se logró que los poderes constituidos de nuestro país pudieron ingresar a la zona para inspeccionarla. En este punto y poniendo al joven argentino muerto en esa situación en nuestra Patagonia como el muerto 45, Caparrós desarrolla una línea argumental irónica, fina y contundente que seguramente irritó a la izquierda champagne o a los denominados "nacionales y populares", que paradójicamente tienden a ver con buenos ojos el debilitamiento del Estado frente a grupos y fracciones. Nacionalistas raros. Y ni que decir de la amnesia histórica que representa olvidar que el general Perón puso el nombre de su camarada de armas, el general Julio Argentino Roca, a la línea de trenes que recorre el sur argentino. Sin olvidar la contundencia de las políticas de otro icono de lo nacional y popular como fue Hipólito Yrigoyen durante la agitación en la Patagonia. Volviendo a los artículos de Caparrós, allá por el 2009 escribí una respuesta que en gran medida sigue plenamente vigente. En la casi década transcurrida, la situación presupuestaria y organizacional de nuestro instrumento defensivo solo tendió a deteriorarse más y más. Todo ello en un contexto de indiferencia de las élites políticas y sociales. Por ello, recordemos qué decíamos en noviembre de 2009 en una nota titulada "El rol de las FFAA y la provocación fallida". "En el mes de octubre pasado, el periodista y escritor Martín Caparrós publicó dos artículos en el diario Crítica donde se interrogaba acerca de la razón de ser o la utilidad real de las Fuerzas Armadas argentinas. Luego de hacer un recorrido sobre el papel histórico que según él mismo han tenido los militares como mastines de los sectores acomodados y poderosos de nuestro país, la derrota de Malvinas, la ausencia de hipótesis de conflictos regionales, sus falencias materiales que los hace impotentes frente a ataques de vecinos y potencias extrarregionales, etcétera, llega a la conclusión de que lo mejor sería terminar con estas instituciones y utilizar su presupuesto en otras áreas como la salud, la educación, etcétera. También considera un contrasentido que nuestros conciudadanos que tienen como profesión y vocación lo militar puedan defender los recursos naturales y estratégicos de la Argentina. Tanto por su falta de equipamiento como por pertenecer a instituciones no ligadas a los grandes intereses populares sino al capital concentrado y transnacional. Asimismo, reconoce que el mayor proceso de desguace de las FFAA se dio durante el gobierno neoliberal y pro Estados Unidos de Carlos Menem. Paradoja que es rápidamente compensada mediante la idea que si bien las élites capitalistas argentinas y foráneas han abandonado y descuidado a sus viejos aliados militares, sería mejor que estos últimos ya no existiesen por las dudas de que el verdadero poder en la Argentina en algún momento los convoque para reprimir al pueblo y las demandas legítimas de la ciudadanía. La lectura de ambos artículos me llevó a pensar en un primer momento que se iniciaba un debate en donde desde los más diversos sectores políticos e ideológicos se desencadenaría una catarata de argumentaciones y datos descalificándolos o ponderándolos. Ergo, estaban terminando dos décadas de absoluto descuido de la cuestión de la defensa como política de Estado y luego de tanto tiempo podríamos comenzar a pensar estos temas sin la omnipresencia de los horrores que vivió la Argentina décadas atrás. Sumaba a ello la paradoja de que el disparador de un debate de esta naturaleza no haya sido activado por gente centrista o de derecha, sino una persona que es usualmente identificada con la izquierda del espectro político y no ligado históricamente al análisis y la reflexión sobre este tipo de temas. Con el correr de los días, me di cuenta de que nada de esto sería así. Ningún funcionario, salvo una salida radiofónica de un secretario de Estado, puso el tema en perspectiva, refutando clara y contundentemente los argumentos del autor de esta propuesta. Los medios de prensa y formadores de opinión que usualmente son encasillados, con o sin razón, como ligados al establishment político y económico tampoco le dieron mayor trascendencia al tema. Ni que decir marchas, cacerolazos, apagones y cortes de calles que son desde hace una década un instrumento tan caro a los sentimientos argentinos frente a temas como aumentos tarifarios, corralitos bancarios, disputas por retenciones agropecuarias, internas sindicales o piqueteras, despidos en fábricas, etcétera. Desde ya que esto no lo esperé ni en el primer momento, pero uno ya tiene el reflejo de que cualquier malestar individual o sectorial se transforma rápidamente en un espectáculo y un drama televisivo para llegar a influir sobre, como diría Giovanni Sartori, "homo videns" y de paso tomar a los otros un rato corto o largo como rehenes. Por todo ello; a la aislada voz de Martín Caparrós, con una línea argumental que respeto pero que no comparto, sumo otras reflexiones de otra voz aislada. En este caso, la mía y con un sentido contrapuesto. - Cabría agradecerle al autor por poner el tema de la defensa nacional en el tapete. Paradójicamente, la ayuda para pensar y debatir sobre estos temas claves para cualquier país viene del sector menos esperado, lo que debería en cierta medida avergonzar a los que estamos o nos sentimos con un pensamiento ligado a visiones más convencionales del mundo. O sea, personas como Lula da Silva, que ha lanzado el más importante programa de reequipamiento militar del último medio siglo en Brasil; Michelle Bachelet, que ha continuado con la potenciación de las capacidades bélicas de Chile (luego de haber estudiado temas estratégico-militares en Chile y en los EEUU, haber perdido a su padre en manos de la represión y haber padecido ella misma sus efectos); Tabaré Vázquez, que decidió adquirir cuatro mil fusiles de asalto austríacos de última generación y material bélico ruso y estadounidense. En otros continentes, el propio Nelson Mandela impulsó como presidente una potenciación de las FFAA sudafricanas y de su industria de defensa. Ni que decir de los bolivarianos Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, que han incrementado los gastos en defensa y buscan potencia militar en puestos claves del gobierno y de las empresas estatales. – Resulta llamativo que casi ningún país de la región y del mundo, con gobiernos de izquierda o derecha, se haya dado cuenta de la viabilidad de no tener FFAA ¡La Argentina siempre a la vanguardia! - Son el mismo Ejército y la Marina los que dieron a figuras como Enrique Mosconi, Manuel Savio y Perón. Ideas y proyectos que no parecieron seguir los dictados de poderes foráneos. Una revisión de los libros y los estudios británicos sobre la guerra de Malvinas no refleja un paseo ni mucho menos. Más de 250 muertos, seis buques hundidos, media decena averiados de consideración. Recientemente, la prensa británica afirmaba que en menos de dos meses de operaciones en Malvinas hubo más muertos y heridos británicos que en casi una década de enfrentamientos en Irak. El plan de recuperación, elaborado en 1977, preveía la ocupación y el retiro de casi todas las fuerzas para dejar solamente un pequeño contingente. En otras palabras, generar un hecho político diplomático que forzara las negociaciones y metiera a los EEUU como articulador de un acuerdo. Como de hecho lo intentó Washington hasta el 24 de abril, con la propuesta de las tres banderas. Luego Leopoldo Galtieri y su Junta cambiaron sobre la marcha. Las unidades más aptas quedaron en Patagonia por la posibilidad cierta de guerra con Chile. Cabe recordar el debate que se dio entre el almirante Merino y el general Augusto Pinochet sobre la conveniencia o no de entrar en guerra total con la Argentina aprovechando la llegada del Reino Unido al Atlántico sur. Un Chile inmerso en una gran crisis económica y social como la existente en 1982-1983, un Perú firmemente aliado a nuestro país y el peso decisivo de Pinochet llevaron a que se optara por un apoyo indirecto de Santiago a Londres. Un reciente documental producido por los EEUU y dado en el canal History Chanell sobre la guerra aérea en Malvinas no da la sensación de mostrar ineptos en los militares argentinos. – Cabe conocer o hablar con oficiales y suboficiales de las FFAA para ver gente profesional, con múltiples misiones en el exterior y valorados por su trabajo en Chipre, Haití, Kosovo, la frontera entre Ecuador y Perú. Al desfile militar en La Matanza, en el 2004, fueron centenares de miles de personas. Tal vez por eso mismo se discontinuó esta práctica. También son masivas las concurrencias a las jornadas de puertas abiertas que organizan la Armada en el Apostadero Naval o la Fuerza Aérea en el Palomar. – Algunos de los mayores reequipamientos militares los han hecho presidentes democráticos como Alvear, en la década del veinte y Perón, en 1974. - Gracias por poner el tema en el tapete e intentar, lamentablemente de manera fallida, provocar a los sectores centristas y derechistas que tendrían que ser más amistosos hacia las FFAA. Gracias! Piense mal o bien de la utilidad y el papel de la defensa nacional, ojalá otros con igual o distintas ideas lo imiten. Los dos artículos han permitido, por omisión y estruendoso silencio posterior, sacar una radiografía, o mejor una tomografía, de la desidia y el desinterés de muchos que dicen valorar el papel de las FFAA en el destino del país. Estas provocaciones por izquierda han desnudado las grandes contradicciones de nuestra dirigencia o "los que mandan", como decía José Luis de Imaz, política y social. En especial, de aquellos que, cuando charlan cara a cara con militares, dicen tener un gran interés en su futuro y el de la defensa de la patria".

lunes, 11 de diciembre de 2017

“La paz duerme a la sombra de las espadas”.

(Por Jorge Fernandez Dìaz) El alma de la Argentina está hoy sumergida en el Atlántico, a bordo del submarino “San Juan”, integrante de nuestra gloriosa Armada, y reza a Stella Maris por el ya improbabilísimo rescate o por el eterno descanso en las profundidades de estos cuarenta y cuatro héroes, inevitables víctimas de sucesivas y suicidas políticas sistemáticas de destrucción de nuestras fuerzas armadas, que mantienen al país inerme y de rodillas. Ya desde el gobierno de Raúl Alfonsín, se comenzó a denostar a todo aquél que vistiera el uniforme de la Patria, y Carlos Menem, en nombre del achicamiento del Estado, profundizó el proceso de pauperización en materia de equipamientos de combate, que se fueron convirtiendo en obsoletos e ineficientes, cuando no literalmente inútiles; mientras, se desperdiciaban y perdían algunos notables desarrollos netamente argentinos, como el misil “Martín Pescador”, el tanque TAM y los aviones “Pucará”, “Pampa” e “IA63”, que hoy permitirían proteger nuestras porosas fronteras. El abyecto Congreso de la Nación cometió, a pedido de Néstor Kirchner, un magnicido contra la Constitución Nacional cuando anuló los indultos dispuestos por Menem y cuando sancionó la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final promulgadas en la época de Alfonsín. Mientras él y su viuda conseguían que la izquierda más imbécil los pusiera a salvo de cualquier cuestionamiento, desataron una siniestra campaña de estigmatización y venganza contra quienes, habiendo triunfado militarmente en la guerra contra el terrorismo y evitado así el triunfo comunista que nos hubiera transformado en Cuba, resultaron derrotados en la paz por la cobardía y la estupidez de las cúpulas militares; contaron para ello –y aún lo hacen- con instrumentos tales como jueces canallas, abyectos periodistas y el hipócrita y cómplice silencio de la sociedad: más de dos mil ancianos presos políticos, de los cuales casi quinientos han muerto en cautiverio, son la irrefutable prueba de esta afirmación. La historia reciente de las catástrofes de la Armada – la fragata “Santísima Trinidad”, hundida en puerto - y de la Fuerza Aérea – que carece de aviones por las caídas - y lo que puede haber sucedido con el “ARA San Juan” ameritan un análisis desde puntos de partida diferentes, pero con similares derivaciones. Me refiero, obviamente, a la infamia que significa la negación de todo derecho a esos presos, y al sideral saqueo disfrazado de proyecto político; de éste, las pústulas a la vista me eximen de detallados inventarios. Porque hay una pregunta que queda flotando en el aire: ¿en cuánto coinciden las causas del crimen de Once y del trágico destino del submarino? Las redes, en estos días, viralizaron la filmación de la botadura de la nave en 2014 después de su refacción en el complejo CINAR-Tandanor y el infaltable discurso triunfalista de Cristina Elisabeth Fernández. La negativa a encomendar esa tarea a sus constructores alemanes o a la Armada brasileña, ¿obedeció a la compulsión cleptómana?; las baterías colocadas, ¿estaban en buenas condiciones o sólo se las facturó como tales? Abona estas especulaciones un hecho: la Juez federal de Caleta Olivia caratuló la causa penal ya abierta como “investigación de hecho ilícito”, y ordenó la preservación de toda la documentación referida a las tareas realizadas; cientos de testigos -obreros, técnicos y profesionales del astillero- permitirán iluminar el tema. Si así fuera, deberíamos preguntarnos si no es hora de reimplantar la pena de muerte para aquéllos que resulten condenados por traición a la patria, y comenzar a juzgar ya mismo a la ex Presidente y a sus sucesivos ministros de Defensa, entre los cuales descuellan Agustín Rossi y Nilda Garré, por las responsabilidades directas que hubieran podido tener en este drama que, seguramente, ha costado la vida a 44 jóvenes compatriotas. Para nuestra vergüenza, la última preside la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados; aunque, en realidad, no me explico mi propio asombro, toda vez que Julio de Vido, responsable directo de lo sucedido en materia energética en el país y de las terribles derivaciones sociales y económicas de ese desastre, producido sólo por el afán de robar, presidió hasta su detención la Comisión de Energía de la misma Cámara. Y el otro ángulo tiene que ver con la nula reacción de la sociedad y de la clase política que, salvo contadìsimas excepciones, ha mantenido un inexplicable silencio frente al drama que se vive en el mar; en especial, porque contrasta brutalmente con el escándalo mediático montado alrededor del caso Maldonado, con el cual se pretendió -¡otra vez!- destruir a la Gendarmería Nacional. ¿Dónde están las manifestaciones en Plaza de Mayo reclamando por los marinos del “San Juan”?, ¿qué dice Estela de Carlotto, que se fotografiaba en París mientras reclamaba internacionalmente por el presunto secuestro y eventual asesinato del hippie tatuador? ¿Dónde están los diputados que se colgaban del cuello su foto, que no aparecieron desde que se perdió contacto con la nave? Hoy, cuando ya no queda duda alguna de que éste simplemente se ahogó en el río y nadie lo “plantó”, su familia y las organizaciones de pseudo derechos humanos – CIDH incluida - siguen insistiendo en la desaparición forzada mientras acompañaba una “pacífica” actividad de los “jóvenes idealistas” mapuches, los mismos que queman viva a la gente, colocan bombas e incendian camiones y estaciones de tren en la Argentina y en Chile. Afirmé hace tiempo que en el sur argentino se registraba la presencia de las bandas guerrilleras más peligrosas de Sudamérica: el Sendero Luminoso peruano, las FARC colombianas, los colectivos chavistas, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez y el MIR chilenos; todo eso ya está probado en las causas judiciales que se instruyen a ambos lados de la cordillera. No me sorprendería que aparecieran también pruebas de vinculaciones con el MTP, esa fracción remanente del ERP que intentó tomar a sangre y fuego el regimiento de La Tablada en enero de 1989, en plena democracia. ¿Seguirán nuestras autoridades rindiendo homenaje y tirando flores a los terroristas “buenos” de los 70’s mientras condenan a los “malos” actuales de Europa y Estados Unidos? ¿Qué piensan de Facundo Jones Huala –y cuándo lo deportarán- y a sus asesinos del RAM?; ¿son “buenos” o “malos”? ¿Considera el Gobierno que la actividad de estos falsos mapuches pone en riesgo la soberanía nacional? Si continúa la persecución a los militares, la Patagonia terminará siendo entregada como “territorio sagrado”. La Argentina está absolutamente indefensa, y tiene fronteras totalmente lábiles, atravesadas por traficantes de personas y de drogas y por terroristas y criminales de todos los colores, incluyendo su plataforma continental, que es permanentemente invadida por pesqueros que saquean nuestros recursos ictícolas. Debemos reflexionar, como pidió Lilita Carrió, acerca de si necesitamos o no de fuerzas armadas y, en caso de respuesta positiva, generar ya mismo una política de Estado tendiente a su reequipamiento progresivo para garantizar la defensa de la soberanía y la integridad del territorio nacional. ¡Hoy, escuchando el toque de silencio, todos deberíamos ser los marinos del “San Juan”!

lunes, 4 de diciembre de 2017

Nadie sabe que hacer con las FFAA y los mapuches

(Por Fernando Laborda La Naciòn)La Argentina de hoy se asemeja a una pequeña embarcación que navega en la mitad del cauce de un ancho río, caudaloso y revuelto. Sus tripulantes saben que en la orilla hacia la que avanzan pueden encontrar el destino de grandeza y previsibilidad que tanto soñaron. Pero ante los riesgos que suponen los no pocos temporales que se avecinan, a veces dudan entre seguir ese rumbo o retornar al punto de partida, desandando lo andado. Entre los factores inhibitorios para avanzar hacia la orilla del futuro, hay una barrera de prejuicios que no sólo anidan en buena parte de la sociedad, sino también en una dirigencia poco dispuesta a dejar una supuesta zona de confort, que no excluye a algunos hombres del propio gobierno de Mauricio Macri. Son esos prejuicios los que impiden, entre otras cosas, debatir con la necesaria madurez cuestiones tales como qué hacer con las Fuerzas Armadas? y qué actitud tomar frente a los muchas veces violentos reclamos de quienes dicen representar a los llamados pueblos originarios?. Otra asignatura pendiente, la reforma de un Estado elefantiásico e ineficiente, también es a menudo presa de uno de los mitos que carcome y, en ocasiones, propicia la inacción de las autoridades: el prejuicio de que Macri sólo gobierna para los ricos. La trágica desaparición del submarino ARA “San Juan” y sus 44 tripulantes evidenció un problema estructural, que arrastramos desde el fin de la guerra de las Malvinas aunque nunca ocupó un lugar privilegiado en la agenda pública: el desmantelamiento de nuestra industria de la defensa y el deterioro material de las Fuerzas Armadas. Al malestar que provocó en las últimas horas la decisión de suspender las tareas de rescate de los tripulantes entre sus familiares, se sumaron denuncias por parte de algunos de estos que pondrían en duda la explicación oficial de que el submarino estaba en perfectas condiciones cuando inició su última misión. Además de las sospechas de negociados que provocaron las reparaciones de la nave durante la gestión kirchnerista, varios parientes de quienes viajaban en el ARA “San Juan” han declarado que este se encontraba en pésimas condiciones y que, en 2014, ya había tenido fallas en su sistema de propulsión, que provo-caron momentos de angustia en la tripulación. A juicio de no pocos especialistas, las Fuerzas Armadas argentinas son una fantasía. Las anécdotas que pueden ilustrar esta situación son muchas. Basta recordar una citada por el diputado de Cambiemos Gastón Roma, integrante de la Comisión de Defensa de la Cámara baja. Contó que una mañana fue llevado junto a una delegación a la base antártica Marambio en un avión que debía pasar a retirarlos por la tarde. La aeronave, un Hércules, no pudo regresar por una falla técnica y los dejó varados en la Antártida durante un mes. Sencillamente, porque no había otro avión. Al deterioro material de las Fuerzas Armadas hay que sumar el deterioro moral de muchos de sus integrantes. En parte, porque cualquier decisión estratégica que apunte a mejorar las condiciones de la defensa nacional es absurdamente equiparada, por sectores de la sociedad y de la dirigencia política, con un intento de reivindicación del terrorismo de Estado. Por otro lado, porque desaparecieron los tribunales de honor y comenzó a aplicarse una cuestionada metodología para los ascensos militares que, en tiempos del kirchnerismo, llevó al Ministerio de Defensa a seleccionar a los oficiales que se promoverían sin importar el orden de mérito de una lista de candidatos elevada por una junta militar superior. De ese modo, muchas veces ascendían los más aceptables políticamente, sin importar sus méritos militares, al tiempo que era habitual la discriminación por portación de apellido hacia oficiales con familiares que hubiesen intervenido en la represión del terrorismo en los años 70. Mientras se profundizaba la degradación de las Fuerzas Armadas, se multiplicaron las sospechas de que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner alentó una reorientación del Ejército hacia tareas de inteligencia interna en su propio beneficio, de la mano del hoy procesado general César Milani, quien terminó manifestando públicamente su adhesión al "proyecto nacional" del kirchnerismo. Una actitud que poco contribuyó a la cohesión del Ejército. Poco antes de la tragedia del submarino ARA “San Juan”, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, anunció un plan para dejar atrás décadas de desinversión. Hasta el momento, sin embargo, poco hizo el gobierno de Macri para revertir un estado de cosas que hacen que, para casi el 60% de la población, el país se encuentre desprotegido ante un eventual conflicto militar con otra nación, y que, para el 79,9%, no se invierta lo suficiente en las Fuerzas Armadas, de acuerdo con una encuesta de Taquion y la Universidad Abierta Interamericana. La mejor prueba de la continuidad de este deterioro es el proyecto de presupuesto para 2018. En el caso de la Armada, nada menos que el 87% de los recursos se destinan a gastos de personal y apenas el 4,5% integra la partida para mantenimiento, reparaciones y bienes de uso. Esta última cae incluso de $ 1180 millones en 2017 a $ 968 millones el año próximo. El presupuesto militar argentino ronda el 0,9% del PBI frente al 1,6% que en promedio destinan los demás países de América del Sur o el 2,5% que tienen las naciones de la OTAN. Pero no sólo se gasta poco en comparación con otros países, sino que se invierte muy mal. El trágico episodio vivido puso de manifiesto cierta hipocresía de parte de una sociedad que se fastidia cuando se habla de aumentar el presupuesto para las Fuerzas Armadas, pero se horroriza ante desgracias que podrían haberse evitado con mejores inversiones. La obtención de la presidencia temporaria del G-20 por la Argentina representa un avance en términos de integración al mundo. Pero demasiadas evidencias sobre el estado del país plantean la duda acerca de si este puede garantizar la seguridad de una veintena de mandatarios extranjeros, cuando las autoridades no están en condiciones de desalojar de un espacio público a un grupo de revoltosos. El conflicto derivado de la ocupación de un terreno en el Parque Nacional Nahuel Huapi por integrantes de una comunidad mapuche y la muerte del joven Rafael Nahuel por efectivos de la Prefectura Naval ha desatado contradicciones entre un sector del gobierno nacional que propició el diálogo con ese grupo y otros funcionarios que ven en cualquier negociación de esa clase una señal de debilidad ante quienes violan la ley. Brotan las mismas dudas que frente a la visión de quienes creen que reprimir piquetes, cortes de rutas y ocupaciones de espacios públicos es criminalizar la protesta social, y la de quienes consideran, con la Constitución en la mano, que nadie puede apropiarse de lugares públicos e impedir la circulación de los demás, sin que por esto haya que caer en el "gatillo fácil". Ante el reclamo de los mapuches y otras comunidades, es necesario entender que la Constitución de 1994 reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos, pero no otorga a nadie la potestad de tomar por la fuerza tierras de terceros, por más que pudieran haber sido habitadas siglos atrás por sus ancestros, ni mucho menos a constituir allí Estados independientes y ajenos a las leyes argentinas. Tanto el presente y el futuro de las Fuerzas Armadas como las derivaciones violentas del reclamo de las comunidades indígenas muestran dos caras de una misma moneda: la de un Estado ausente.

44 menos

(Por Antonio Caponnetto) Faltarán en la próxima partida cuando el ancla se aparte de la orilla, tendrá la ausencia un crepitar de quilla un quebranto salino en plena herida. Faltarán cuando el casco se sumerja dejando malecones y banderas, ojos diestros en velas o escolleras, cuando la eslora con el mar converja. Faltarán de vigías, la torreta preguntará por ellos a los vientos, sus nombres nos dirán los barloventos, su arrojo el ondular de una corbeta. Faltarán si la hélice reclama su cuidado seguro, justo y propio, si el timón o el ahusado periscopio añoran una voz y una proclama. Faltarán al singlar del mar inmenso afondando heroísmos argentinos, custodiando los náufragos caminos con sigilo marcial, austero, intenso. Faltarán en las mesas navideñas, en la sala de partos, en los puertos, en las rondas de mates, los abiertos fogones al amparo de las leñas. Cuarenta y cuatro menos, las rompientes serán sus tumbas, nuevas alboradas, que nadie se equivoque, camaradas, ninguno ha muerto en el San Juan: ¡Presentes!

domingo, 3 de diciembre de 2017

A PROPÓSITO DEL SUBMARINO ARA “SAN JUAN”

Por Juan Chicharro Ortega - General de División (R) de la Infantería de Marina Española. Cuando ya parece que todas las esperanzas de encontrar al submarino “San Juan” de la Armada Argentina se dan por perdidas, no puedo menos que sentir un gran dolor por este hecho luctuoso; y lo siento de corazón por la empatía que como militar tengo con unos compañeros caídos en el cumplimiento del deber, y por su condición de marinos y argentinos. Ya comienzan consecuentemente en aquella querida nación, de forma muy a la española, la caza de brujas a la búsqueda de responsabilidades entre el poder político y el mando militar, culpa que seguramente recaerá con toda probabilidad en el mando militar dada su debilidad en una sociedad que sistemáticamente se ha dedicado en los últimos treinta y cuatro años a una intensa campaña de destrucción sistemática de la moral y del equipamiento que vienen padeciendo como consecuencia de la atribución al conjunto de las FFAA de los gravísimos errores que cometieron algunos mandos en la guerra antisubversiva de finales de los años 70. En la Argentina hubo una guerra antisubversiva en la que sin duda hubo excesos pero los hubo por ambas partes, tanto por parte de las FF.AA. como del ERP y Montoneros; y sin embargo la acción de los gobiernos de Néstor Kirchner y su mujer Cristina inclinaron las culpas sólo a una de las partes, es decir contra las fuerzas militares. Las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que pretendían la reconstrucción nacional fueron derogadas para a continuación arremeter con odio y venganza contra los militares, procediendo a encarcelar a casi 3000 oficiales y suboficiales. Hoy, en Argentina hay militares, en su mayoría ya muy mayores, que se encuentran presos 'preventivos' a la espera de juicios que nunca llegan, siendo el máximo tiempo legal para la prisión preventiva en Argentina es de tres años y sin embargo cerca de 2700 presos militares llevan ya hasta 12 años encarcelados en calidad de 'preventivos´. Muchos están muriendo en estas condiciones en lo que como leo en más de un medio de prensa, por ejemplo, en el diario La Nación, se califica como un genocidio. Por otra parte, ya no existe la justicia militar en Argentina, ya que ésta ha pasado por completo a la jurisdicción ordinaria por lo que el imponer la disciplina en las FF.AA. ya no es competencia de los mandos militares con lo que esto supone de lastre para la eficacia de su funcionamiento. Y si añadimos a todo esto la precariedad presupuestaria y organizativa vigente tal parece que es un milagro que un suceso tan triste como el del submarino “San Juan” sea un hecho aislado. Aún no sabemos las causas del casi seguro hundimiento del ARA “San Juan” pero su recuerdo me lleva a recordar el heroísmo y valentía que sus padres y hermanos mayores demostraron en la guerra de las Malvinas, tan poco conocida en buena parte del mundo. La historia la escriben siempre los vencedores pero es necesario escribir que hubo más de un momento en dicha guerra en los que Gran Bretaña estuvo a punto de iniciar la retirada y dar por perdida la guerra. Si no sucedió así fue debido al continuo fallo de los sistemas de armas argentinos que hicieron inútil el arrojo de sus pilotos cuando, volando al límite de su autonomía, veían que las bombas lanzadas sobre la cubierta de los buques británicos no explosionaban o como el fallo de los torpedos de sus submarinos hacían también inútil la pericia de sus submarinistas. De no haber pasado lo que pasó con estos fallos en el armamento tal vez hoy la historia que se cuenta sería bien diferente. Y doy razón de esto no sólo porque fue así – cualquiera puede saberlo leyendo los partes operacionales de la campaña – sino porque lo sé de fuentes directas toda vez que he tenido ocasión de conocer y hablar personalmente con combatientes de ambos lados tanto argentinos como británicos. Hoy, la tragedia se cierne de nuevo sobre la Armada Argentina y hoy sufro con ellos esta desgracia que no es más que el resultado de una política nefasta en la que la izquierda radical más recalcitrante es responsable en gran medida de lo acaecido y buena prueba de ello son los abundantes comentarios que desde esta perspectiva política se hacen con desprecio sobre sus compatriotas militares, a quienes allá, peyorativamente, les llaman “milicos”. El advenimiento de Macri y del movimiento “Cambiemos”, hoy en el poder, había dado un halo de esperanza a toda esta situación general, pero tras casi dos años en el poder comienzan a percibirse con dificultad los cambios que necesita la nación argentina. Rezo por la dotación del submarino “San Juan” y sus familias y rezo por la nación argentina con la esperanza de un mejor futuro para esta nación que no merece haber sido dirigida por la mayor caterva de políticos corruptos que uno pueda imaginar, entre los que sobresalen Menem, la banda de los Kirchner y compañía. Salve, Stella Maris, recibe a nuestros camaradas caídos del “San Juan”.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Cbo 1ro Meliàn "marino de la Patria"; “Siempre le decía a mi mamá que tenía que ser fuerte, que no se tenía que quebrar, porque existe la posibilidad de que te entreguen una bandera doblada”.

Diario Panorama – Santiago del Estero - Hoy 12:09 - Yèsica Melián, hermana del cabo primero David Melián, tripulante del submarino desaparecido ARA San Juan brindó una emotiva charla con Radio Panorama y aclaró que, “no iniciaremos acciones legales contra la Armada, porque vamos a respetar lo que él decidió, ya que amaba la armada y era su orgullo”. Luego de que Enrique Balbi, diera por finalizado el rescate de la navío, dijo: “Nosotros estamos muy dolidos con ésta situación, teníamos muchas esperanzas y pensábamos que los iban a encontrar”. Luego aseveró, “esto que nos informaron nos dejaron totalmente devastados a toda la familia, todavía no lo puedo entender y no sé si algún día lo entenderé”. “Esperábamos respuestas positivas, teníamos toda la confianza en que los iban a rescatar, tenía la seguridad de que mi hermano iba a salir porque es un luchador, que iba a soportar todo hasta que llegue el momento del rescate, pero con esto la verdad que no entendemos, aceptamos de igual manera porque esto era lo que amaba, era su pasión”, contó Yesica. De acuerdo a la declaración de un padre de uno de los tripulantes, decía que "si la búsqueda terminaba, que no rescaten los cuerpos que la tumba sea lo que ellos han amado, que es su submarino". La hermana de David expresó “Nosotros pensamos lo mismo, él amaba esto y antes que volvía a Mar del Plata, siempre nos preparaba, porque existía la posibilidad de que en algún viaje no regresara a casa”. Luego, agregó: “Siempre le decía a mi mamá que tenía que ser fuerte, que no se tenía que quebrar, porque existe la posibilidad de que te entreguen una bandera doblada”. “La verdad es que tenemos un orgullo inmenso y nos vamos a quedar con los mejores recuerdo de él”, dijo entre lágrimas. “Espero que sea siempre para el mundo, el país, y para la provincia un héroe que dio su vida por la patria”, finalizó. Del blog: Cbo 1ro Meliàn ¡¡PRESENTE!! orgullo del pueblo santiagueño.

44 HÉROES LLAMAN A DIANA ¡DESPERTEMOS!

El embate de un mar borrascoso aprisionó en su inmensidad a 44 MARINOS preñados de vocación, hidalguía y honor, conscientes de su razón de ser: MILITARES. El SEÑOR los guíe en su singladura al puerto de la Bienaventuranza Eterna. A sus familiares, la Estrella Esplendorosa de los Mares los cubra con su manto sagrado y les otorgue el don de una santa resignación. Sin temor a equivocarnos, podemos establecer un certero paralelismo de esta desgraciada circunstancia, con la trayectoria de los últimos treinta y cuatro años de las Fuerzas Armadas de la Nación. Desde 1983 zarparon con escarceos intensos y malos vientos de proa, los que siempre fueron en aumento, hasta alcanzar la borrasca brutal durante la “década ganada”. Los gobiernos erigidos en ese lapso a la luz de la Constitución Nacional y una mayoritaria ciudadanía indiferente y silenciosa, coadyuvaron a ese ambiente caótico y tormentoso en el que se encuentran las Instituciones Armadas y del Orden, que ahora, a la sombra de la adversidad, motivan comentarios asombrosos, histéricos y por qué no, hipócritas. Los gobernantes de turno, empapados de ideología, resentimiento, revanchismo, venganza y con una visión sesgada, demostraron una manifiesta impericia al planear estratégicamente el poder militar, para revalidarlo republicana y democráticamente para su “nueva” existencia. A los gobernantes de HOY, que este amargo timbrazo llamado “ARA San Juan y su constelación de 44 ESTRELLAS” ¡¡¡los despierte!!!, y los aparte de lo “política e ideológicamente correcto”, en beneficio de una Nación cabalmente soberana y creíble. UPMAC -  Buenos Aires, 30 de noviembre de 2017