martes, 6 de febrero de 2018

Aborìgenes Argentinos – 2da Parte

(Por Edelmiro Porcel) VII. CENTRO DEL PAIS En Córdoba, al NO y su zona lindera de Santiago del Estero y Santa Fe, estaban los SANAVIRONES, también de origen brasilito. En la zona serrana cordobesa conocida como Las Gigantes y Tras la Sierra, poblaban los COMECHINGONES, o sea “los que viven en cuevas”, altos, morenos, tenían una característica muy especial, su barba era como la nuestra, su cabeza alargada es prueba de su origen huarpido. VIII. LOS OMAHUACAS En la zona de la quebrada de Humahuaca y de allí al Sur, en Jujuy, estaban los OMAHUACAS, muy guerreros, con lengua y cultura propia. Destruyeron a Jujuy en sus dos primeras fundaciones y durante muchos años, cerraron el paso a los españoles a través de la quebrada. Componían esta nación los OMAHUACAS, los PUMAMARCAS, los TILCARA, los JUJUY y los OCLOYAS, habitantes de la Puna, en la provincia de Jujuy, eran de baja estatura pero fuertes de contextura, de origen Andido. Al NO de Salta y SE de Jujuy, en territorios que formaron parte de la vieja gobernación de los Andes, a la altura del salar de Atacama en Chile, estaban los ATACAMAS, también Andidos. En nuestro país eran muy pocos, su fuerte estaba al Oeste de los Andes. IX.- LOS KAKANOS Estaban recostados sobre el este de los Andes en el NO de nuestro territorio. Antes de la llegada de los españoles, ya estaban sufriendo lamentablemente como los Omahuacas y los Atacamas, un cambio en su sistema de vida original y el comienzo de la perdida de su lengua nativa, el Kaká, por la dominación de los Incas, que fueron reemplazando por el quechua. Tenían los KAKANOS, origen Andido, eran sedentarios, seguramente los más adelantados de los nuestros aborígenes, han dejado grabadas en las rocas figuras y signos representativos de sus costumbres y su medio, algunas representan personas, objetos o animales y otras son figuras geométricas, cuyo sentido es difícil explicar. Su alimento principal eran el maíz, porotos, zapallos y las vainas de los algarrobos, la carne de de los guanacos y ñandúes y fermentaban sus bebidas. Tenían la costumbre de deformar sus cabezas desde chicos, con dos tablas que colocaban a ese efecto, para darle una forma de frente y nuca achatada, altos y fuertes. Se los conocía como DIAGUITAS, QUILMES o CALCHAQUIES, según el lugar de su asentamiento,habitaban en Jujuy, Salta, oeste de Tucumán, Catamarca y NO de la Rioja, prácticamente los encontramos desde Cochinoca y Casabindo al Sur, hasta San Juan donde lindaban con los Huarpes. Hacían sus casas de piedra, y como no usaban cemento, colocaban las mismas unas sobre otras, teniendo indistintamente forma cuadrada, rectangular o circular, con entradas baja para que un hombre no pudiera ingresar de pie. Vivian en pueblos, vestían ponchos o largas camisas tejidas, calzaban ojotas y se cubrían la cabeza con gorros de lana. Les gustaba adornarse con brazaletes, discos y diademas de cobre o plata y usaban alfileres como prendedores, etc, gustaban pintarse o tatuarse el rostro. Tenían numerosos útiles domésticos y como vivían en continuas guerras, construían fortificaciones denominadas Pucarás, teniendo como armas hondas, el arco y flechas y las hachas de cobre, cuando los atacaban, arrojaban desde lo alto avalanchas de piedras contra sus enemigos. X. LOS HUARPES Los HUARPES poblaban desde el centro de San Juan hasta Mendoza y el NO de San Luis., donde se denominaban PUNTANOS, pertenecían al grupo racial Huarpido, es decir eran altos y delgados, de cabeza dolicoide (más larga que ancha), pelo lacio y oscuro y piel morena, seguramente sus ancestros venían del Norte. Posteriormente la gente de este pueblo se unió a los Ranqueles.- XI. NUESTROS ABORIGENES SUREÑOS A. YAGANES O YAMANAS: canoeros, estaban asentados en el Sur de la Isla Grande, en la zona de Ushuaia, tenían sus piernas corvas por la posición en cuclillas en que permanecían continuamente en sus canoas, donde siempre ocupaban la proa para poder pescar. De baja estatura, se los describe como de facciones poco agradables y el largo de sus brazos no guardaba proporción con el de sus torsos ni piernas. Sus mujeres que se ocupaban de remar, eran excelentes nadadoras pero ellos no, a pesar de que su medio era el mar. B. QUERANDIES, ascendientes de nuestros Pampas o Gununa Kena. Cuando llegó don Pedro de Mendoza (1536), habitaban la costa sur del Río de la Plata, hasta el Río Las Conchas. Fueron los principales protagonistas del combate de Corpus Christi, entre los ríos La Conchas y Luján, donde murió el almirante Mendoza, hermano del adelantado y el capitán Luján, que dio su nombre al segundo de dichos ríos. Intervinieron como actores principales, en el sitio de Buenos Aires (1536). Años antes, Sebastian Caboto (1526), al fundar el fuerte del Sancti Spiritu y también Diego García, que llegó tras él, los encontraron Paraná arriba, conviviendo con los Timbués y Caracarás, en la región del estero que ocupaban los primeros, pasando el Carcaraña. Cuando Garay refunda Buenos Aires, en la zona estaban solo los Chandules, por ello podemos afirmar por consiguiente que los Querandíes eran nómades, sin territorio fijo alguno, tan pronto estaban en el río Salado en Buenos Aires, como en el Carcaraña en Santa Fe. Se caracterizaban por su rapidez y resistencia al correr, pudiendo perseguir una presa más de un día, aguantando la sed que saciaban ante la falta de agua, con la sangre del animal que finalmente atrapaban. Eran para esto muy diestros en el manejo de sus boleadoras, arcos y flechas, sus armas de caza y combate y también pescadores. De elevada estatura y muy belicosos, se alimentaban de carne de ciervo, guanaco, peludo, mulita, ñandú y otros animales, comían maíz y pescados y vivían en toldos de pieles que ubicaban cerca del agua. Finalmente se unieron al pueblo Ranquel. C. TEHUELCHES: de origen Pampido, debemos primero subdividirlos en septentrionales, meridionales y australes: 1) TEHUELCHES SEPTENTRIONALES; se subdividen en: GÜENAKEN, más conocidos como PUELCHES (gente del Este) o también PAMPAS SERRANOS, que habitaban contra el lado Este de la Cordillera de los Andes, desde la altura de Malal-Hüe, en Mendoza, hasta Neuquén, el sur de San Luis y Córdoba, la provincia de Buenos Aires desde la región serrana al Sur, la provincia de La Pampa y entre ríos sur (región de Río Negro entre los ríos Colorado y Negro). Eran altos, corpulentos y muy fuertes, de cara angulosa, su lengua era el Het, que es un co-dialecto del tehuelche de los meridionales o patagones. Como todos los pueblos cazadores y recolectores, eran nómadas, por eso su vivienda consistía en toldos, cubierto el techo y sus laterales con cueros cocidos entre sí, apoyados en pilares de madera, que eran fácilmente transportables en sus continuas mudanzas. En Neuquén, en la zona de los hoy Parques Nacionales de Nahuel Huapi y Lanín, convivían con los POYAS, también de etnia Tehuelche. En la región llamada entre ríos sur y en la costa del el Río Negro, se dividían en dos grupos, los CHECHEHETS en el Este y los LEUVUCHES, sobre la costa del río, en el oeste. Los PAMPAS a secas o GÜNÜNA KUNA, eran descendientes de los querandíes, altos como todos los TEHUELCHES y belicosos, habitaban en la costa del Río Salado. Salvador Canals Frau dice que conformaban dos agrupaciones, los TALU-HET en el Oeste (algarroberos) y los DIUI-HET en el Este. Todos los PAMPAS, Guenaken o Gününa Kuna, hablaban en lengua Het.(Cabe hacer notar la identidad que se encuentra en las costumbres y los usos, con los de los tehuelches meridionales) 2) LOS TEHUELCHES MERIDIONALES o AONIKEN o CHEGÜELCHES, habitaban originariamente al sur de los ríos Negro y Limay, teniendo al este el Atlántico y al Oeste la Cordillera de los Andes, por el sur, llegaban hasta el estrecho. Es una tierra con muchas serranías irregulares y de poca altura, con abundantes mesetas y depresiones, en algunos lugares escasea el agua, no así en otros donde abundan los lagos, en el centro y sur de la Patagonia, las tierras son cruzadas por varios ríos y muchos arroyos, que nacen precisamente en los contrafuertes andinos. Las temperaturas en la región son bajas, el aire es seco y las lluvias limitadas y las grandes nevadas y vendavales del oeste y sudoeste son comunes. Los españoles los llamaron PATAGONES. Se los ha conocido también como TEHU-HEST, TSONEKAS, o TCHONIK, pero cualquiera sea el nombre que se les dé, se trata del mismo pueblo y no de parcialidades distintas. Su lengua era el Tson o tsoneka, muy gutural, parecida pero más dura que el Het de los septentrionales en su pronunciación. Su estatura promedio era un metro ochenta y cinco, aunque algunos llegaban a los dos metros, siendo además de espaldas anchas y físico grueso, dando aun la impresión de ser más altos por el tamaño del calzado con cueros cocidos con tendones y rellenados con pajas con que envolvían sus pies, sus quillangos de cueros cocidos con el pelaje hacia adentro, con que tapaban su cuerpo, sus brazos y manos, y sus altos sombreros de piel, con que cubrían su cabeza en la que su cabello lo sujetaban con una vincha de lana. Entre nuestros aborígenes, fueron sin lugar a dudas, los más altos y corpulentos y los primeros españoles llegados con Magallanes, los vieron como gigantes, que en realidad no lo eran. Se alimentaban de carne de guanacos, ñandúes, maras y armadillo, que más tarde reemplazaron por la de yegua. Eran recolectores de los pocos frutos que la tierra le daba, y aprovechaban algunos moluscos que les brindaba el mar. Originalmente no tomaban bebidas fermentadas, pudiendo decirse que el alcohol que los diezmó llegó de manos del blanco. Sus armas eran el arco y la flecha, una especie de jabalina corta y recién en el siglo XVIII adoptaron las boleadoras de sus parientes del norte, puñales y sables. La lanza y una camisa protectora de cueros copiada a los aborígenes chilenos, recién la usaron cuando se generalizó el uso del caballo a fines del siglo XVIII. Eran nómades y vivìan en toldos de fácil transporte y armado, para cazar o guerrear se ataban los cueros de su vestidura a la cintura de modo tal que dejaban caer la parte superior que les tapaba el cuerpo y los brazos para tener plena movilidad. 3) TEHUELCHES AUSTRALES; los españoles los denominaron ONAS, ellos se decían SHELNAM. Tenían las mismas características físicas de los PATAGONES, habitaban el norte y centro de Tierra del Fuego.- En la Península Mitre, en la punta sureste de la isla, lindando con los YAGANES, estaban los HAUS, de igual etnia pero un poco más bajos D) LOS PEHUENCHES BOREALES; “gente de los Pinares”, del Noroeste de Neuquén. Habitaban entre la cordillera y el río Neuquén, en la zona de Varvarco, el Río Agrio y hasta el arroyo Covunco, pertenecían a una etnia distinta de la de nuestros Tehuelches y mucho más de los Araucanos de Chile, eran también altos como los puelches, pero delgados y fuertes, tenían lengua propia. Probablemente eran la nación más guerrera del sur argentino. XII. LOS RANQUELES o RANKULCHES No son pueblo originario, poblaron en la zona central de la República, en un territorio que ellos denominaron Mamül-Mapu, que significa país del monte o de los cañaverales, aparecen recién en nuestra historia alrededor del año 1750 y son una consecuencia de las luchas sostenidas por nuestros Pehuenches contra los Huilliche trasandinos a mediados del siglo XVIII y también con los Puelches que poblaban Mendoza, al sur del Río Diamante, a los que desplazaron de esta provincia. La nación Ranquel se formó con Pehuenches, Puelches, Huarpes, Comechingones, Querandíes y Pampas y en menor grado también encontramos sangre de Huilliche y picunches chilenos y después de Masallé, de indígenas vorogas, mapuches chilenos que buscaron protección entre ellos para escapar de los Huilliche de los hermanos Calfulcurá y Namuncurá. Con su gran mestización llegaron a formar un pueblo con identidad propia y podemos citarlos como el más importante del centro del país en el siglo XIX, pero por las razones explicadas, los autores no los tratan cuando se habla de los pueblos originarios. Ofrecieron sus lanzas para luchar contra los ingleses cuando estos invadieron el Río de la Plata, fueron mortales enemigos de Juan Manuel de Rosas y esta enemistad fue la que llevó a este último en 1834, a permitir la entrada al país de los Huilliche chilenos, y su asentamiento en las Salinas Grandes, con sus caciques Calfulcurá y su hermano Namuncurá a la cabeza. Rosas los dejos entrar con la condición, que no cumplieron, de que atacaran a los Ranqueles. Estos nunca aceptaron la dominación Huilliche que impuso a otros indígenas de la Pampa Calfulcurá.

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