lunes, 27 de abril de 2020

Malvinas, Coronavirus y Resurrección

En este insomnio último he estado meditando sobre los temas sintetizados en el comienzo de esta nota, sus similitudes, sus vinculaciones y su posible mensaje para la vida concreta de cada uno. Espero poder expresar en palabras lo que mi interior ya aceptó de su parentesco espiritual
Por Tcnl (R) Jorge Rubén Farinella – La Prensa


Oficiales del Regimiento de Infantería Nº4 con asiento en Monte Caseros, provincia de Corrientes, donde estaba destinado Jorge Rubén Farinella y con el que participó en la guerra de Malvinas (Fuente: La Prensa)
Malvinas: vivir expuestos intensa y prolongadamente al peligro extremo, a la consciente posibilidad de perder la vida en cualquier momento, a los Camaradas heridos y muertos en las cercanías, nos ha llevado a los Veteranos, o a la gran mayoría, a aceptar sin más ni más, que nuestras vidas dependían enteramente de la voluntad de Dios. No había pozo de zorro ni posición fortificada que pudiera resistirse a la poderosa artillería enemiga. Sin duda que todo ello había que hacerlo y de la mejor manera posible, pero pese a ello, varios hombres murieron dentro de sus posiciones por el efecto de un proyectil de cañón que impactó en su posición

Soldados argentinos trabajando en una posición y no podía faltar el mate ante el intenso frío (Fuente: Wikipedia) 
En aquellas horas peligrosas, el corazón iba depurando sus preferencias y reacomodando las prioridades, revalorizando y desvalorizando al mismo tiempo las pautas, modalidades, objetivos personales, estilo de vida. Diríamos que era un examen de conciencia profundo, total, donde la vida observada por uno era puesta en análisis crítico sin concesiones. O sea que nuestra vulnerabilidad asumida nos condujo humildemente con propósitos de corrección, a los pies del Creador

Coronavirus: a 38 años de aquellas circunstancias memorables, no solo los Veteranos, el país sino el mundo, enfrenta una guerra sin cuartel contra un enemigo casi desconocido, invisible, materialmente insignificante, pero con un poder destructivo y letal que ha paralizado la vida en el globo terráqueo. No hay distingos para este enemigo por ahora imbatible, de lindos o feos, ricos, poderosos, encumbrados sociales, ladrones, honestos, pobres y toda calificación humana posible. Ante el somos todos como vinimos al mundo, de carne y huesos, y tan vulnerables como Veterano en la trinchera
Coronavirus (Fuente: Wikipedia)

A poco más de un mes, en nuestro caso, y con la información del avance de la pandemia, comienza a cobrar cuerpo en las personas la realidad de la vulnerabilidad de la vida humana. Nuevamente, ante el peligro extremo, se van conociendo distintas reflexiones que conducen como última y suprema arma al reconocimiento de la voluntad del Creador como escudo protector. En este sentido, nos sucede algo similar a lo vivido en Malvinas
Pandemia por el coronavirus (Fuente: Wikipedia)

Resurrección: acabamos de recordar el acontecimiento histórico y milagroso de la muerte del Creador y su triunfo total y definitivo contra la muerte. En sus llagas y en su sangre divina estamos todos los seres humanos redimidos. Lindos, débiles, intelectuales, ladrones, corruptos, poderosos, etc, Todos. Que espera el Señor de cada uno de nosotros: que renazca el amor a El en la persona de nuestros prójimos; que lo que las crisis profundas hacen aflorar en nuestras conciencias como bueno y noble, sea la guía para que recompongamos nuestras prioridades personales, nacionales y mundiales
Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo (Fuente: Wikipedia)
Como opinión personal, lo que nos pasa, independientemente de quien o quienes puedan ser los Poncio Pilatos modernos, es un profundo sacudón a nuestras conciencias; es un llamado a la reflexión profunda y sincera; es un llamado a terminar con tantas atrocidades humanas que se vienen cometiendo contra otros hermanos. Cambiar el mundo comienza por casa; uno a uno, con perseverancia, con generosidad y con mucho amor, combatiendo sin cuartel el error y perdonando al que yerra

Síntesis: debemos seguir obrando como si todo dependiese de nosotros, sin olvidarnos que en última instancia todo depende de Dios

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