No nos rindamos ante la estupidez

Estamos preocupados, temerosos, angustiados y esto parece que no basta para entender que el coronavirus no es un juego inocente en el que se puede ganar con facilidad. La lucha es dura y difícil y en la unión de todos está el gran secreto de evitar que la tragedia sea aún peor, pero todavía quedan trasnochados con cierto grado de declive mental que insisten en mezclar la política con esta pandemia que no provocamos
Por V. Cordero – La Prensa -

No se dan cuenta que abrir la grieta en estos momentos no es hacer catarsis partidaria sino echar vinagre sobre la herida abierta que le duele a TODOS los argentinos. Qué pueden ganar con esta ofensiva lamentable, votos seguro que no, nuevas simpatías militantes tampoco, buscar "caricias" de la cúpula partidaria para asegurarse sus puestos o sus subvenciones, podría ser. En medio del caos y del esfuerzo que está haciendo el Gobierno para convocarnos a todos, para que dejemos de una vez las diferencias, dirigentes políticos y sociales salen a embarrar la cancha como si les produjera placer. Es tiempo de cerrar la boca ante cualquier intención de poner piedras en el camino. Molesta mucho ver a personas que tienen o tuvieron cierta penetración en la sociedad haciendo el ridículo en medio de esta tormenta

Estela de Carlotto (Fuente: Wikipedia)

Por ejemplo, la señora Estela de Carlotto no dudó ni un momento en sacar su rencor agrietado para decir públicamente: "Si hubiera estado el Gobierno anterior no sé cuantos moriríamos, no hubieran hecho nada más que decir mentiras en los medios diciendo que todo estaba bien. Es una desgracia casi con suerte". Lo de "desgracia con suerte" debe ser una ironía malpensada.
¿A cuento de qué el comentario; quién se lo pidió, quién se lo encargó? Si fue de inspiración propia mucho peor, porque uno puede hacerse el tonto por pedido pero si es de cosecha propia se agrava el tema, para qué lo dijo no se sabe, lo que sí es cierto que esa opinión flaco favor le hace al presidente Alberto Fernández en estos momentos donde busca y necesita el apoyo de todos los sectores políticos, en definitiva necesita de la sensibilidad de toda la clase dirigente. La señora Carlotto no va arrepentirse y disculparse porque no lo hizo nunca.

Da pena ver como se enredan en sus propias tramas perdiendo el honorable sitio que alguna vez tuvieron en la sociedad por el papel que representaron. Una lástima este final! Otra que aprovechó la volada fue Hebe de Bonafini que como si el jefe del Estado no tuviera problemas dijo: "Le voy a pedir al Presidente que indulte a los presos políticos". No es el momento señora, se sabe que usted juega de un lado de la grieta y niega, insulta y ningunea a la mitad de los argentinos, pero en estos tiempos donde pueden morir miles de compatriotas, de todos los costados partidarios, usted no tiene derecho a la miseria de tirarle al presidente con una chicana como esta. Usted tendría que haber utilizado su discurso para convocar a todos a estar juntos, a colaborar, a hacer campaña con el "Quedate en casa" o hubiera sido más simple si usted se hubiera puesto del lado de todos. Pero el desacierto no se quedó en estos ejemplos, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, dijo en una reunión partidaria sobre la expansión de los contagios: "Va a explotar la Capital y el conurbano. Va a ser tremendo".

Hebe de Bonafini (Fuente: Wikipedia)

Tamaña profecía solo contribuye a aumentar el pánico entre la gente y más cuando se dice alegremente sin justificar lo dicho con algún dato preciso. Así no nos ayudamos, así nos hacemos más y más daño, tal vez el punto más vergonzoso de esta epidemia de disparates fue el que protagonizó el actual secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur Daniel Filmus que aseguró, al parecer después de meditarlo muchísimo, que "Los aplausos de los vecinos en los balcones son por las políticas del Gobierno"; sí, leyó bien, no eran como todos creíamos para dar ánimos a los médicos, enfermeros y policías que se juegan la vida a cada minuto, eran para el gobierno, o sea que según Filmus solo salen a los balcones los que votaron a la coalición ganadora y no todos los ciudadanos de bien que buscan ofrendar un reconocimiento al personal sanitario y de seguridad. Este tampoco pidió disculpas, ni lo hará.

Demos necesariamente la espalda a estos disparates que no hacen sino obstaculizar el camino hacia adelante que hoy debe ser lo único que nos inquiete, la insensatez no puede ser más importante que la responsabilidad y hoy todos tenemos que ser responsables porque de eso resultará que el maldito coronavirus no nos gané la batalla que seguro nos costará muchas vidas. No nos rindamos ante la estupidez de algunos