lunes, 30 de octubre de 2017

Preocupante!!

Según un informe de inteligencia, RAM apuntaría a llamar la atención durante la cumbre del G-20 Un informe de inteligencia (atribuido a la Gendarmería Nacional) que está siendo analizado por distintos sectores del gobierno se explaya sobre la situación y probable evolución del conflicto mapuche: “Pese al significativo aumento de los atentados a personas y a propiedades realizados en los últimos dos años tanto en Chile como en la Argentina, la capacidad operativa de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) sigue siendo limitada y el nivel de entrenamiento de sus componentes es insuficiente para acciones de mayor envergadura”. El paper continúa señalando que “las contramedidas tomadas por las autoridades chilenas recientemente demostraron su eficacia”. Se cita como ejemplo “El retorno del mayor de Carabineros, Patricio Marín, al puesto de jefe policial en La Araucanía, luego de haber revelado hace tres años la identidad de uno de sus infiltrados en las comunidades mapuches, Raúl Castro Antipán, quien le anticipaba a los policías hechos de violencia en la zona. La nueva gestión de Marín, iniciada un año atrás, sumó al anuncio, conocido desde la comisión de Seguridad del Senado, respecto de la llegada a las regiones del Biobío, La Araucanía y Los Ríos de 266 efectivos policiales, que reforzaron el trabajo preventivo en la macrozona de la violencia rural”. Este operativo de los carabineros, siempre según el informe, habría sido “un factor importante para que RAM trasladase buena parte de su accionar a Neuquén y Chubut, que hasta poco tiempo atrás eran usadas casi totalmente como retaguardia o santuario para escapar a la persecución de las fuerzas chilenas”. Objetivos más ambiciosos En su parte final el informe se refiere a “los objetivos políticos de RAM y su intención de instalarse internacionalmente como un movimiento separatista de Chile y Argentina, cuyos reclamos sean discutidos en los foros diplomáticos multinacionales”. Con origen en “fuentes propias” el documento alude a que “la conducción de RAM estaría planteándose un plan de lucha dirigido a escalar en la figuración internacional del grupo y el escenario ideal para alcanzar este objetivo sería la decimotercera cumbre del G 20 a realizarse en Buenos Aires durante el 2018”. En función de este marco es que -continúa el texto- “RAM podría ir aumentando sus atentados en distintas ciudades patagónicas, para crear un clima mediático que los haga más notorios cuando los principales jefes de estado del mundo se encuentren en Buenos Aires”. Obviamente, este objetivo incluiría la probable realización de atentados durante la cumbre y tal vez en Buenos Aires, aunque se estima, como ya se dijo, que la limitada capacidad operativa del grupo no sería suficiente para afectar la seguridad del evento. Pero lo dicho se funda en esto que en mucho peor!!! Las FARC, el Foro de San Paulo y Compañía, van por toda Latinoamérica(Por María Celsa Rodriguez) El grupo terrorista FARC de Colombia y otros grupos peligrosos de la región latinoamericana, luego de la reunión del Foro de Sao Paulo en Europa, parecen haber modificado su estrategia para tomar el poder en toda la región por medio de la violencia, y esta vez lo harán fortalecidos con dinero del Islam radical. De acuerdo a recientes informaciones recibidas, sabemos que las FARC colombianas estarían operando en la cordillera patagónica, a través del puente de acuerdo tendido con la comunidad Mapuche, buscando sembrar el terror al tiempo que dicen “atacar al capitalismo”, con el supuesto objetivo de recuperar su territorio en la Patagonia mediante la expulsión de los actuales propietarios de esas tierras y de las empresas “transnacionales” allí instaladas. Desde hace varios años se sabe que en la zona de La Araucanía, en Chile, donde reside un grupo de la etnia mapuche, que también se encuentran diseminados en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut en Argentina, estaría siendo entrenado por miembros de las FARC. Es más, la Cámara de Diputados chilena creó una comisión especial para investigar la inseguridad en la región de La Araucanía, donde se estaban dando focos delictivos de carácter terrorista (incendios forestales, destrucción de inmuebles, etc.) y la vinculación de ciudadanos chilenos en actividades paramilitares y su entrenamiento por parte de las fuerzas terroristas colombianas. La cordillera patagónica es un ambiente ideal para el entrenamiento militar de alto impacto, ya que cuenta con bosques y montañas similares a las de la geografía colombiana, y en materia fronteriza, se sabe que Argentina tiene un nulo control en los cruces de frontera, lo que lo hace altamente propicio para sus propósitos. ¿Cuál es el propósito de esta nueva alianza? Las FARC buscan extender sus territorios para desarrollar actividades terroristas, donde el tráfico de drogas ilegales constituye la mejor forma de financiarse. De manera similar a la que operan sus aliados del narcoestado de Bolivia que financian su “revolución” masista con la cocaína e impulsan el enfermizo ideal de un “Evo eterno”. La droga de las FARC se distribuye a través de las rutas ecuatorianas y va con destino a España, Nicaragua, Estados Unidos, Japón y Singapur, con bases en México y Venezuela. Algunas de estas rutas son de las FARC y otras son de otros carteles de narcotraficantes y se paga un “impuesto” para usarlas. Siendo Tumaco (en Colombia) la sede central más grande de la droga. Los guerrilleros son entrenados para manejar el negocio del narcotráfico, la venta de armas, y para encargarse de administrar de manera efectiva “los cristalizaderos”, donde se trabaja la pasta base de cocaína para convertirla en cocaína pura de máxima calidad, y luego poder distribuirla por distintas partes del mundo, siguiendo distintas rutas de Latinoamérica, por eso necesitan asentarse en puntos claves del territorio, para instalar depósitos fraccionadores para su posterior exportación. [3] Por eso es tan importante para ellos lograr el control territorial, y el acuerdo de “paz” decretado por el Presidente Juan Manuel Santos, evidencia un propósito aún más oculto para el público en general, que es el de perpetuarse en el poder en Colombia. Desde los años 60 hay una búsqueda constante de las FARC de establecer “zonas de reservas campesinas”, para controlar el cultivo de la hoja de coca utilizando el discurso socialista como una estrategia de convencimiento popular para obtener más poder. Ahora, buscan utilizar a los mapuches con ese objetivo, y Argentina y Chile se convertirán así en su centro de operaciones. Actualmente, las bandas criminales (Bacrim) que operan en el territorio colombiano con aliados estratégicos como el ELN y las FARC, son los que están manejando el negocio. Pero se sabe que también hay otros grupos guerrilleros disidentes de las FARC apoyándolos. También están Los Rastrojos, el Clan Úsuga y los grupos disidentes del ERPAC y desprendimientos de los cárteles de México que se asociaron para transportar drogas ilegales hacia los Estados Unidos. El narcotráfico hoy está ligado al mundo empresarial con sus propias ramas de operadores, especialistas y asesores que manejan esta multinacional del delito que mueve miles de millones de dólares por día, gracias a sus sucursales en toda Latinoamérica, y la complicidad de sus representantes políticos dentro de los gobiernos del socialismo del Siglo XXI. En Argentina fue el gobierno de los Kirchner, asociado con Cuba y Venezuela, los que dieron las llaves para que la droga colombiana ingrese al país para consumo interno y exportación. Las zonas calientes son la Provincia de Buenos Aires, Rosario y el norte del país, donde cuentan con centro de aterrizaje, campos de fraccionamiento, concentración y depósito desde donde se exporta la droga. Por otro lado “los jefes disidentes de las FARC que fueron expulsados de esa guerrilla por no asumir sus directrices, formaron una alianza con la banda criminal de origen paramilitar llamada Clan del Golfo para proteger sus rutas de narcotráfico”, se sabe que “cuentan con al menos 300 guerrilleros de las FARC en sus filas” y mantiene relación con el Cartel de los Soles, de Venezuela, operando en las fronteras de este país y de Ecuador, y su modo cruel de operación es reclutar jóvenes y mujeres, bajo amenaza y extorsión. Fuentes especializadas estiman que las guerrillas activas, cuentan con más de 13.000 integrantes diseminados en toda Latinoamérica. Como dijo el ex Presidente Uribe: “Las FARC han tenido dos triunfos que nunca habían esperado y que los concedió Santos: uno es el reconocimiento por parte de Estados Unidos y de Europa a pesar de que es el cartel narcoterrorista más grande del mundo. Ahora quieren imponer, a través de los acuerdos, un camino marxista leninista […] Nosotros tenemos que defender nuestra democracia contra eso”

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