Llamado a las Iglesias de Argentina
- En los años 70, las Iglesias argentinas de todas las creencias, acompañaron política y espiritualmente a los hombres y mujeres de las FFAA, FFSS, policiales y penitenciarias, que enfrentaban la violencia política de las organizaciones terroristas. Estas buscaban asumir el poder por las armas, destruir la sociedad, la religión y el culto.
Esta realidad histórica nadie puede ponerla en duda. Junto a las autoridades que ejercían el Gobierno, las iglesias defendían la institucionalidad, la propiedad privada y las libertades fundamentales.
- Las Iglesias argentinas (particularmente la católica y la protestante), sufrieron la infiltración del marxismo ateo con la Teología de la Liberación y otras corrientes revolucionarias que buscaban imponer la praxis pastoral, social, liberadora, confrontando el alto y el bajo clero.
En esa ambigüedad muchos jóvenes eligieron la violencia armada, en el terrorismo ¿Cómo pueden existir montoneros profundamente religiosos y revolucionarios en sus pensamientos? Esa situación, solo pueden explicarla las autoridades de esas Iglesias.
- Varios miembros del clero se integraron voluntariamente a las organizaciones terroristas pasando al campo del mal. Otros, en sus funciones de capellanes de las instituciones militares y de seguridad asistiendo a sus fieles, llevando espiritualidad, 50 años más tarde fueron acusados arbitrariamente de cometer delitos de lesa humanidad. Las Iglesias guardan silencio frente a esas arbitrariedades.
- Las iglesias ejercen la política por otros medios, con un importante peso específico, de influencia holística, con sus actores políticos reconocidos, y pese a ello dejan que la Justicia continúe el camino de la injusticia, del mal.
Hoy los curas villeros, los del Tercer Mundo nueva generación, las numerosas corrientes del protestantismo, anuncian nuevamente una crisis de fe, pero sobre todo ponen en jaque el rol social, espiritual y político de las Iglesias Argentinas
- Las Iglesias de Argentina saben que a los hombres y mujeres (entre ellos algunos de sus miembros), adultos mayores, con patologías diversas, encarcelados, profundamente religiosos, que defendieron los principios doctrinarios de sus iglesias, hoy la justicia viola sus DDHH, su dignidad, su vida, su honor y las Iglesias guardan silencio.
La iglesia católica abandonó a uno de los suyos que enfermo con 86 años, permanece en prisión. Cuando ustedes nos necesitaron estuvimos a su lado, hoy buscan olvidarnos, e ignorarnos.
- Las Iglesias argentinas conocen que a la fecha murieron más 1161 personas acusadas arbitrariamente de lesa humanidad. Saben que sus familias y amigos, no pueden brindarles la ceremonia religiosa que ellos merecen por disposición de la Justicia, miedo a las instituciones del Estado, a la prensa o la presión de las ONG. Frente a esa ignominia, donde se vulneran DDHH fundamentales, los miembros de las iglesias argentinas nos ignoran. En otras partes del mundo hay guerras, donde se muere defendiendo una religión.
- Los que fueron sus hijos privilegiados, defensores de sus valores, los que enfrentaron los enemigos comunes, hoy están abandonados, no reciben asistencia espiritual, no pueden recordar a sus muertos, ni pedir justicia, memoria, o verdad.
Los residentes en la U34 no podemos instalar una placa al interior de la Capilla para honrar nuestros muertos porque puede molestar a las autoridades institucionales o las ONG. Los responsables de las Iglesias miran para otro lado y dejan que todo pase al olvido para no intervenir.
- Los líderes de las Iglesias de Argentina deben asumir una actitud activa ante la violación de los DDHH de cada uno de nosotros, y en nombre de principios jurídico-humanitarios deben proteger nuestra dignidad, nuestras vidas y nuestros derechos humanos.
Mantener esa actitud no honra, en absoluto, a los representantes de esas Iglesias. Oficiar una ceremonia ecuménica en la Catedral de CABA entre todas las religiones para recordar los muertos en cautiverio es una deuda a honorar
- Las Iglesias Argentinas deben elegir en la relación amigo-enemigo, como quieren que la historia las recuerde y sobre todo, de qué lado están con los arbitrariamente acusados de lesa humanidad. El silencio, mirar al costado, ignorarnos, abandonarnos, no son actitudes amistosas. Ustedes deciden.
Unidad 34 - Campo de Mayo (16/08/2024)
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