jueves, 20 de abril de 2023

Historia, verdad y justicia (V/2023) - en homenaje y recordación del Capitán Juan José Leonetti, héroe en la lucha contra el terrorismo y la subversión

Me desagrada que un general olvide quienes son los suyos en la guerra y traicione la sangre de los camaradas muertos, se pueden cuestionar los métodos, obviamente que sí, pero no al extremo de ser funcional al enemigo 
*Relacionado con el artículo "Desaparecidos y desaparecedores" que escribió el TG (R) Martín Balza en el diario Perfil

Yo he alabado la "autocrítica" del Ejército Argentino impulsada por Martín Balza, en el contexto de la pacificación que intentó el Presidente Carlos Ménem. Celebré en particular que viniera de un combatiente en la Guerra de Malvinas. Pero roto ese contexto superador del pasado bajo el afán revanchista de la izquierda, adquirida como franquicia por el kirchnerismo para encubrir sus negociados (desde la vocación por apropiarse de fondos públicos y abalanzarse en éxtasis sobre cajas fuertes), estrategia bien definida por Jorge Asís como "roban pero encarcelan", persistir en lo que podía pensarse como una necesaria y sanadora autocrítica, se convierte en una herramienta de dominación cultural al servicio del enemigo para consolidar el escarnio permanente de las Fuerzas Armadas
Son los contextos los que definen el significado de los actos, y en este contexto de daño institucional, degradación cultural y miseria intelectual que ahonda deliberadamente el régimen kirchnerista, cualquiera que se preste al afirmacionismo de la mentira, al falseamiento histórico y al negacionismo del ataque marxista contra la Nación Argentina, colabora con el enemigo y traiciona a la Patria.

La guerra revolucionaria declarada por las organizaciones terroristas dirigidas desde Cuba, no fue una guerra convencional, de cara a cara, con ejércitos a bandera desplegada como se combatió en Malvinas, fue lo que son las guerras revolucionarias: mugre y clandestinidad.
El terrorismo castrista desplegó su ofensiva con ataques solapados tras infiltrar distintos ámbitos de la sociedad, hasta en hogares familiares poniendo bombas debajo de las camas. Y su violencia traía un mensaje: "Somos más malos que ustedes. Ríndanse a nuestra voluntad".
Pues bien, los argentinos no nos rendimos ante la agresión comunista, y nuestros soldados se adaptaron al escenario de guerra sucia que instaló el enemigo; para dejar bien en claro que podíamos ser más malos que ellos y sostener nuestro estilo de vida ¡Así se hizo lo necesario!

¿Errores, excesos y horrores? Por supuesto. No tiene propósito negarlos. Las guerras de Inteligencia, las que se libran desde la clandestinidad para definir la supremacía entre estilos de vida de convivencia imposible, se combaten sin piedad y sin reglas. Porque la única regla es no perder.
¿Cometimos crímenes? Sí. Para no cometer el mayor de los crímenes: que terroristas como Firmenich o Santucho se salieran con la suya y a precio de matar un millón de argentinos nos impusieran otra dictadura con pretensión de eternidad a imagen y semejanza de la de Cuba (que sigue siendo hoy día la misma dictadura que lanzó contra nosotros sus organizaciones terroristas).
Entonces, ¿somos criminales los argentinos por haber eliminado terroristas? No
¿Debemos sentir alguna culpa por los terroristas neutralizados? Ninguna ¡Que los lloren en Cuba!

Veamos ahora la cuestión de los desaparecidos como táctica de guerra. 
Téngase presente que antes del golpe de Estado de 1976, en el interregno "democrático" del peronismo, los terroristas que estaban presos conforme a Derecho fueron amnistiados y que esa amnistía sólo sirvió para que sintiéndose con mayor impunidad retomaran la lucha armada.
Las organizaciones terroristas que operaban en Argentina eran de una dimensión mucho mayor que las Brigadas Rojas, y si Italia las pudo combatir con la ley en la mano fue porque no tenían ni el despliegue ni el grado de infiltración de Montoneros y ERP. Aquí además del terrorismo urbano, las organizaciones castristas atacaron cuarteles y coparon ciudades, por sólo señalar dos tipos de acciones que definen un estado de guerra.
Muchas veces se pretende poner el caso italiano como ejemplo de lo que debió hacerse, pero es una comparación que carece de todo realismo.

En los setenta, la información circulaba a mucho menos velocidad que hoy, eso era determinante para que capturado un enemigo se tuviera tiempo de sacarle información y golpear por sorpresa a su organización. Lo cual no hubiera ocurrido de iniciarse un proceso penal. Cosa que sólo hubiera traído aparejada mayores vulnerabilidades para las fuerzas del Estado argentino, pues cabe recordar que al Juez Quiroga lo mataron los terroristas por haber dictado sentencia contra ellos en procesos legales.
Y subrayo este punto, porque a pesar del evidente prevaricato con que los militares han sido condenados por combatir y vencer al terrorismo castrista nunca mataron a ningún juez. Entre otras razones porque esos jueces, pueden serlo gracias a que los militares ganaron la guerra y con socrático patriotismo soportan las injusticias judiciales del revanchismo.

Luego, en el fragor de la guerra, a más de capturar, interrogar (bajo tortura, sí) e ir desmantelando células enemigas en sucesivos operativos, había que devolver la gentileza del miedo: que sintieran los terroristas la incertidumbre de no conocer la suerte de sus combatientes
Y es que la guerra revolucionaria, en su total falta de convención, tiene un rasgo psicológico más fuerte que en otros conflictos; es una guerra de crueldad y miedo contra miedo. Por lo que la derrota de cualquier bando queda sellada cuando en lugar de causar miedo, tiembla de miedo ¡Y los terroristas temblaron!

Cuando una organización de tipo militar no tiene certeza sobre la disposición de sus tropas, ni puede determinar si sus faltantes han sido capturados, están muertos o desertaron, se produce el desbande. Ante ese desbande, Montoneros intentó la locura de una contraofensiva idiota en la que, como si la consigna hubiera sido "animémonos y vayan", no se arriesgó ningún jefe.
¿Qué esperaban los terroristas que mataron a militares y sus hijos en sus casas o en las puertas de sus casas? ¿Qué una vez capturados se les iba a ofrecer un café con medialunas y otra amnistía?
No iba a pasar. Por lo que cayó encima de los subversivos castristas todo el odio que generaron con su proceder artero

Es un estribillo común de la prédica izquierdista de posguerra decir que aquí no hubo guerra sino genocidio y que la apropiación de hijos de terroristas fue una práctica aberrante. Pues bien, al respecto es preciso contestar con toda claridad: cada uno de los llamados "nietos recuperados" demuestra dos cosas;
- Primero, demuestra el sentido humanitario de quienes adoptaron como propios a los hijos de terroristas (que dicho sea de paso eran horribles padres), suponiendo además que de esa forma se evitaría que crecieran odiando como odiaban sus padres.
- Segundo, demuestra la inexistencia del tal mentado genocidio: los nazis no preservaban vidas de bebés judíos, ni los turcos a los armenios, ni los hutus a los tutsi
Ese rasgo humanitario de los militares argentinos, en el marco de una guerra sin ningún tipo de convenciones, confirma que su objetivo no era exterminar personas sino aniquilar el accionar terrorista. Es el mismo motivo por el que "pulula" tanto "sobreviviente"

Nada de esto se dice, es algo que la imposición cultural de la "corrección política" impide manifestar, porque con "el diario del lunes" se ha olvidado la realidad del domingo.
Las teorías sobre la posibilidad de haber lidiado con los terroristas aplicando algún otro criterio, meramente policial y por ende ajustado estrictamente a la ley penal, olvidan que Argentina no era Suiza. Ese pequeñito detalle no puede pasarse por alto sin una hipocresía descomunal, como la que campea desde hace décadas en Argentina.

Una vez más expreso mi agradecimiento a quienes combatieron y vencieron al terrorismo castrista impidiendo que nos arrebataran Patria y Libertad. En especial rindo homenaje al heroico Capitán de Inteligencia del Ejército Argentino Juan José Leonetti: ¡Con audacia y con valor!

Fuente: Ariel Corbat “La Pluma de la Derecha” (un liberal que no habla de economía)

 

Los próximos conflictos "a corto plazo"

 



Fuente: Mg Eduardo I. Ganeau -  UPMAC

martes, 11 de abril de 2023

Historia, verdad y justicia (III/2023) – “la construcción del relato kirchnerista, de terroristas a "héroes-víctimas”

 

Fuente: UPMAC

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¡Jamás olvidaremos!


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La Asociación de Oficiales Retirados de las FFAA Tucumán "Islas Malvinas", se congratula con la Dra Silvia E. Marcotullio por el trabajo presentado (formato PDF) sobre los Juicios de "Lesa Humanidad" e invita a los camaradas, familiares y amigos a leer y viralizar el mismo por el hondo contenido profesional y a la vez, didáctico para su mejor comprensión.
Sólo la verdad histórica de los hechos acontecidos en nuestra Patria pueden llevarnos a a una real "Unión Nacional", caso contrario seguiremos con la actual disgregación porque la base sólida que nos debe dar la historia para fortalecernos en nuestro sentir estará faltando.
No podemos permitir que generaciones de argentinos presentes y más aún las que vendrán no conozcan la verdad histórica de su Nación
Recordemos de nuestra Oración por la Patria cuando dice "Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común"

  




sábado, 1 de abril de 2023

1982 – 02 de abril – 2023, a 41 años de la “recuperación de las Islas Malvinas”

Discurso por el 2 de abril del MY (R) VGM JORGE MANUEL VIZOSO POSSE (*), en el Cenotafio de la Plaza San Martín de CABA para el FP y P



Los que hemos pagado el precio de la libertad por las tierras irredentas de Malvinas: la sangre derramada.
Jamás olvidaremos a nuestros mártires, muertos en mano del “enemigo guerrero y de mano sangrienta” como decía mi abuela chozna Agueda Tejerina de Posse en su proclama a las tucumanas con motivo de las invasiones inglesas de 1807 (“Los Posse, el espíritu de un clan”, de José María Posse).

También quiero mencionar a otra tucumana, heroína en esas invasiones inglesas, a doña Manuela Pedraza, con ese mismo espíritu, el Congreso de Tucumán del 9 de julio de 1816, declara la Independencia del poder colonial español y de toda dominación extranjera.
Este es el mandato de los Padres de la Patria, porque no hay peor violencia que la injusticia...ni peor cosa que la ignorancia.

Hoy, al ver la invasión de Rusia a Ucrania, una república independiente que adhirió a la URSS, en 1918, que recupera su independencia con la disolución de la antes mencionada.
Es una guerra, en su inmensa mayoría por soldados conscriptos en ambas partes. Lo que me lleva a recordar la historia, siempre maestra.
Al heroico, Cónsul de Roma, General Mario, en sus reformas militares de 107 a 104 a C, por las invasiones de los cimbrios y teutones. Roma carece de soldados, por las numerosas batallas que se libraron en esa época. La reforma establece en apretada síntesis, cambiar el derecho de los ciudadanos propietarios a defender la patria, haciéndolo extensivo a todos los ciudadanos sin interesar sus ingresos, ni propiedades.

Con el paso de los siglos se vuelve a adoptar este modo de servicio militar obligatorio, durante la Revolución Francesa. ¡El derecho se convirtió en deber!
En Malvinas, la mayoría eran soldados conscriptos; como en Rusia y Ucrania.

Nuestra Patria está llena de recursos, las guerras se hacen por los recursos: “La necesidad, no conoce otra ley, que la de la conquista” (Publio Siro)
En el Tratado de Westfalia de 1648, se establece como derechos de los Estados a la soberanía e integridad territorial. Ratificados por el Tratado de París de 1947. Por ello, la Soberanía es la capacidad de dar respuesta a cualquier desafío guerrero: el peor es la ocasión para romper la integridad territorial.

Argentina es una nación invadida cuatro veces por el “enemigo guerrero y de manos sangrientas” que pretende preservar esta situación de larga data. En 2007, puso rampas de misiles en las islas ¿serán para los chilenos? No, para nosotros; puso a la Antártida Argentina “La tierra de la Reina” y amplio su soberanía al Este de Malvinas a 359 millas náuticas, 648, 2 Km y; en un tiempo, lo hará hacia el Oeste, sobre nuestra Patagonia.
Ahora se manifiesta apoyando con ONG (S) a los pseudos – mapuches para quedarse con la Patagonia y más, desde Mendoza hasta Trenque Lauquen, provincia de Bs As, como quería Pinocho en uno de sus libros de estrategia.

Durante la batalla de Chacabuco, librada el 12 de febrero de 1817 y ganada por el Grl San Martín a cargo del ejército patriota, vence a los realistas que contaba entre sus fuerzas, miles de mapuches, originarios de Chile.
Según el Padre Fray Aníbal Fosbery, en el orden de 6.000 lanceros y sus familias entraron por el sur de Mendoza, hacia Chos Malal, exterminando a los tehuelches.
En 1838, ampliaron su invasión en varios miles más. Tomaron sus territorios, para llevar a cabo sus malones en los que robaban el ganado, cautivaban mujeres, niños y hombres, durante sus correrías. Basta leer La Cautiva o el Martín Fierro, generaron tanto temor, que se hizo la fosa de Alsina.

Como antecedentes de esto, veamos en breve síntesis la Guerra del Pacifico (del “Salitre”) de 1879 entre Chile y la Confederación Peruano-Boliviana, apoyado por los ingleses que se quedaron con más del 90% de ese producto, así era su dominio imperial y lo sigue siendo.
¡Creando conflictos para obtener los recursos de los que carecen, siendo su arma la corrupción que es más barata que la guerra!
Allí aparece el Grl Julio Argentino Roca, proponiendo al Congreso Nacional, avanzar hasta Neuquén, dado lo inútil que resultó la fosa de Alsina y aprovechar ocupar el territorio de la Patagonia, antes que el ejército chileno cercano a la victoria, se vuelva contra nosotros.
La campaña del desierto se emprendió el 16 de abril de 1879.

La clase política argentina nos dejó sin reservas militares, ahora no podrían hacer en caso de invasión, lo que ordenó el Presidente de Ucrania, de movilizar a los hombres de 18 a 60 años, ni lo que hizo Rusia de movilizar a 350.000 soldados.
Entonces, vayamos a lo que los ingleses, ni nuestros dirigentes quieren hablar: el Tratado de Tlatelolco que prohíbe el uso de armas nucleares en América del Sur y el Caribe y los suscriben entre otros EEUU, Reino Unido, Holanda, Francia, 19 países sudamericanos y la Unión Soviética, posteriormente, adhieren numerosos estados y la ONU. ¡Qué sorpresa! Todo el mundo está de acuerdo en esto. ¿Saben por qué? Pues en Sudamérica están los recursos tal como los conocemos ahora.
Se agotaron en Europa, África fue saqueada, Asia los tiene insuficientes; los EEUU los tienen, pero deben compartir con sus aliados por lo que también les son insuficientes.
Este tratado fue violentamente violado cuando el submarino nuclear Conqueror, arteramente hundió al ARA Grl Belgrano. Hablan de la zona de exclusión algo unilateral que no tiene valor alguno, para ocultar el criminal empleo de un arma nuclear.

Así, es como “el enemigo guerrero y de mano sangrienta” en 2007 extiende su “soberanía” a 350 millas náuticas, que equivalen a 648, 2 Km al Este de Malvinas, mas tarde lo harán hacia el Oeste y estarán en la Patagonia, el Estrecho de Magallanes y partirán en dos nuestra amada Argentina
Estos desafíos guerreros del enemigo, son claras pruebas de pretender erigirse en soberano, el principal desafío guerrero, es la ocupación de territorio.

¡Porque a la soberanía no se la declama, se la ejerce!
El pacifismo es un sentimentalismo, es emoción, es ilusión, es contrario al orden que es la belleza, como decían los griegos. San Agustín nos enseña que la paz es la tranquilidad en el orden, el enemigo nos desordena con corrupción y desmalvinización.
Desde que existe el hombre en la tierra vive en conflictos y guerras. Muchos hablan de Gandhi con su desobediencia civil no violenta, pero se olvidan que la guerra por la independencia de la India comenzó en 1857 con la rebelión conocida como el “motín de los cipayos” hasta 1947 que logra su independencia. La familia del “pacifista” Gandhi (que contaba con poderosos veteranos de la Segunda Guerra Mundial, sabía que por ellos, tenía asegurada la independencia y que gobierna la India desde entonces)
Hicieron de esta nación una potencia nuclear, con poderosas fuerzas armadas y su hija Pakistán también. Saben de la necesidad de prepararse para la guerra, si se quiere la paz.

La cultura es el arma más poderosa que tiene un pueblo como sostenía San Juan Pablo II. La cultura la traspasa especialmente, la mujer, por ello nuestras mujeres deben imbuirse de ese espíritu cultural indio- greco- latino- hispano – cristiano, que nos dio la Patria: la tierra de nuestros padres.
Quienes generaron lo que somos: criollos y gauchos de pura ley.
Así, nuestras mujeres pueden decir, como las espartanas: ¡somos las únicas que parimos hombres! 
Soy un guerrero por la acción de tres grandes mujeres, mis amadas: mi abuela, mi madre y mi esposa. Al soldado lo completó el querido y glorioso Ejército Argentino, que me preparó como infante, comando, paracaidista, montañés y Oficial de Estado Mayor. Es decir que podía combatir en la tierra, en todos los terrenos, en todas las condiciones meteorológicas, en el aire y en el agua. No me considero superior ni inferior a ninguno de mis queridos camaradas, sino uno más.

Esos vínculos de sangre mencionados a vuelo de pájaro, entre otros, eran los que me llevaron en Malvinas a tener moral, entiendo por tal a ese espíritu, estado mental, convicción, determinación y certeza; de querer resistir hasta el final cualesquiera sean las consecuencias. Manteniendo ese vínculo nacional con la unión, la libertad y el amor.

El precio de la libertad es el de la sangre, esta libertad debe conducirnos a la unión que está por encima de las partes (partidos) y de los conflictos internos, la unión es la que da el ser, sin ella no existimos como nación. No podemos continuar divididos por conflictos de la década de los setenta, ni tampoco engañándonos con “panem et circenses”: que significa pan y juegos. Como por ejemplo, fútbol gratis para todos, que lo pagamos todos; intentando transformar al hombre argentino, al criollo y gaucho de ley, en un “hombre masa”, como decía Ortega y Gasset y también “Argentinos a las cosas

Esta libertad debe conducirnos a la unión y sobre todo al amor, debemos amarnos más los argentinos. El amor es más fuerte que la muerte.
Les saludo con el saludo de los comandos ¡Dios y Patria o muerte!

    ¡Gloria, Honor y recuerdo permanente! ¡Viva la Patria!

(*)
Camarada y amigo que forma parte de la Asociación de Oficiales Retirados de las FFAA Tucumán "Islas Malvinas"

¡Tampoco nos olvidamos de ellos! 




¡Les debemos mucho, saldamos esa deuda con la gratitud y la oración!