martes, 23 de julio de 2024

Historia, Verdad y Justicia "prohibido visitar a los cautivos"

Entre los cristianos (y también entre los que, sin serlo, son simplemente hombres y mujeres de buena voluntad) se tienen como normas de vida las llamadas obras de misericordia corporales, que son siete, a saber: visitar a los enfermos, dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, visitar a los presos y enterrar a los difuntos

    Penal de Ezeiza (Foto: argentina.gob.ar)

- Uno tiende a pensar que, más allá de que sean muchos o pocos los que las practican, no debe haber nadie en el mundo que se atreva a cuestionarlas o (peor todavía) que ose criticar a quienes las ponen por obra.
Pero ¡cuidado!; porque lo que sería imposible en cualquier país o lugar, en la Argentina puede hacerse plenamente real ¡Así nos va!
Prueba de ello es que pocos días atrás seis diputados nacionales tomaron la decisión de visitar en el Penal de Ezeiza a tres cautivos condenados por los llamados delitos de lesa humanidad. Lo cual hizo que la runfla de los derecho-humanistas pusiera de inmediato el grito en el Cielo, un lugar donde precisamente parece que no les convendría meterse.

- No vamos a reiterar ahora lo que venimos diciendo hace muchos años; esto es, que los llamados juicios de lesa humanidad constituyen una farsa y también una infamia deliberadamente planificadas, que se hicieron posibles, entre otras miserias, por el gigantesco y serial prevaricato en que incurrieron, con muy pocas excepciones, jueces y funcionarios judiciales de todas las instancias.

- Y no vamos a hacerlo en esta oportunidad porque ahora, si cabe, se trata de algo peor, más perverso aún. Es algo que pone en evidencia procaz la horrenda catadura de estos energúmenos, profetas del odio, zafios sin remedio, que se rasgan sus finas y delicadas vestiduras ante un acto de misericordia.
La reacción que ha provocado la visita a estos presos, despojados por jueces felones de todas las garantías y derechos que tienen hasta los peores criminales, muestra que a la cáfila de los derecho-humanistas les importa un ardite la verdad, el derecho, la justicia, el orden, la libertad y el bien común.
¡Y qué decir de mostrarse por lo menos misericordiosos!

- Si no quieren ni siquiera misericordia para con los presos, mucho menos querrán justicia y concordia, como lo vienen demostrando hace décadas. Se advierte pues con nitidez y al mismo tiempo, tanto la vileza de esta jauría de derecho-humanistas, cuanto el trasfondo de este tan ficticio como ruin escándalo. 
Porque lo que han puesto en evidencia es el real significado de la llamada y cacareada política de derechos humanos.

- Lo que pretenden es despojarnos de nuestras creencias, de nuestra fe, de nuestras virtudes, de nuestros afectos, de la capacidad que todavía nos queda de saber distinguir entre lo bueno y lo malo y de saber ayudar y también perdonar. En fin, lo que realmente quieren y para lo cual trabajan es que dejemos de ser verdaderamente humanos; ellos quisieran convertirnos en bestias

Fuentes:
- laprensa.com.ar/opinión
- Carlos Bosch y Alberto Solanet, Secretario y Presidente de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia
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Actualización

Algo mas sobre
"la casta judicial"

- Últimamente pudimos leer noticias que ponen al descubierto el dudoso accionar del Poder Judicial en un país donde la ley se aplica según el criterio de cada juez, convirtiéndonos entonces en un país carente de seguridad jurídica.
Para quienes desconocemos los vericuetos judiciales es necesario entonces leer con detenimiento las noticias para poder entender la situación en la que nos encontramos;
º Caso Calcaterra y el inexplicable dictamen de la Cámara de Casación Penal, aduciendo “aportes de campaña”, 
º Caso Otero, “Rey del Tabaco”, que acorde con dictámenes judiciales dejó de pagar una importante suma de dinero al fisco.
º Existen también fallos escandalosos relacionados a los "juicios de lesa humanidad" que se vienen implementando desde la llegada del gobierno kirchnerista y se siguen llevando a cabo actualmente. Estos juicios cuentan en su mayoría con dictamen previo, sin pruebas fehacientes y carentes del debido proceso. Los damnificados están presos, muchos han apelado a instancias judiciales superiores, esperando pacientemente durante años a que algún magistrado se aboque a la revisión del caso. 

- ¿Es el Poder Judicial también casta? Privilegios, impunidad y sueldos onerosos pagados con nuestros impuestos.
El Poder Judicial analizado desde estos hechos se presenta como una entidad poco virtuosa que no permite celeridad y transparencia a la hora de “expulsar” del sistema a los jueces de reputación dudosa y de accionar carente de ética. 
En esta nueva era donde la mayoría votamos por la eliminación de los privilegios sería muy deseable que se incluya el saneamiento del sistema judicial. Así como en el ámbito privado un profesional que comete un error en perjuicio de la empresa para la que trabaja se queda sin trabajo con solo recibir un telegrama de despido, en el ámbito judicial el mecanismo por mala praxis debiera ser mucho más transparente y expeditivo sin necesidad de un tribunal de enjuiciamiento.
Hay hechos contundentes que no requieren mucho análisis. Las pruebas están; solo falta decisión para volver a la senda de un Estado de Derecho

Fuente:
- Dolores Aftalión dolores.aftalioin@gmail.com
- lanacion.com.ar /correo de lectores

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