sábado, 17 de febrero de 2018

Las metáforas de Zaffaroni

(Por Fabiàn Bosoer)- A esta altura está claro que no hubo improvisación ni arrebato impulsivo ni declaraciones sacadas de contexto. El doctor Zaffaroni, ex juez de la Corte Suprema y actual en la Corte Interamericana, meditó cuidadosamente lo que quería decir. Lo escribió, lo dijo, lo ratificó a quien quiera oírlo: que el Gobierno debe cambiar sus políticas o “irse cuanto antes” y como sea. “Para que no haya que lamentar muertos”, agregó. No hay medias tintas, ni eufemismos ni metáforas en sus dichos. Zaffaroni no cree que la mayor garantía de paz social es que un Gobierno pueda cumplir su mandato constitucional. Cree que su legitimidad no descansa en dicho mandato sino en el contenido de sus políticas económicas. Es autoritarismo puro y duro: si no me gustan las políticas de un Gobierno quiero que se vaya. Es doctrina jurídica de facto: el poder no emana de las leyes sino al revés, las leyes del poder. Y es extravío histórico: comparar la actualidad con el 2001 o 1982, solo puede tener como explicación la intención de promover aquello que se agita como fantasma ¡Una catástrofe autoinfligida! Si hay un rasgo que caracteriza a la vida política argentina “hasta casi ayer”, escribió hace 30 años Tulio Halperín Donghi, es la recíproca denegación de legitimidad de las fuerzas que en ella se enfrentan. También pensaba el gran historiador, “contra lo que creía el optimismo de ayer, la historia no tiene un desenlace preestrablecido, pero contra lo que imagina el pesimismo de hoy, no oculta bajo cambiantes apariencias una horrenda realidad siempre igual a sí misma, y ofrece en cambio un camino siempre abierto y nunca seguro en su rumbo”. Un punto sobre el que Zaffaroni y sus seguidores harían bien en reflexionar, dejando por un instante a un lado su dialéctica del antagonismo irreductible y sus oscuros vaticinios.

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